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Secuestrar el cuerpo, follarse la mente…

El título del artículo de hoy te ha llamado la curiosidad, ¿verdad que sí? Sobretodo si sabes que yo digo que antes que secuestrar una mente, me la follo; y que hasta ahora nunca había hablado del cuerpo. Pero es que hoy no hablamos de mi, aunque comparto al 100% la historia que voy a transmitiros.

Esta historia proviene de manos de Rob Judge, de la web Date Hotter Girls, y nos llega traducida de manos de nuestro compañero Luigi. Y espero que lo disfrutéis, y como de costumbre sirva para retirar unas cuantas vendas… Que ya toca.

¿Puedo secuestrar tu cuerpo? (Sólo puedo estar un segundo…)

Hey, ¿cómo le va a mi amigo amante de las damas?

De acuerdo, ahora dibuja esto en tu mente.

Tú eres yo y yo soy tú. Tú estás en una cafetería pensando en un interesante email para escribir, mientras que yo estoy, bueno, donde quiera que estés ahora mismo.

Guay.

Miras hacia fuera por una ventana: el brillo de las señales de los restaurantes, el balanceo de los árboles, los minúsculos puntos de la gente caminando de un lado a otro. Estás reflexionando mientras lees las noticias por internet… cuando, de repente, un ruido sacude tu cuerpo.

Una risa. Después una voz. Una voz femenina. Una sensual voz de mujer.

Atisbas por encima de tu portátil. Unas mesas más allá, una  preciosa rubia amablemente bronceada está hablando tranquilamente por su móvil.

Tomas nota de esto.

“Ella está hablando por teléfono”, te recuerdas. “No es necesario acercarse todavía a ella. Tan sólo relájate”.

Bien con esto.

Vuelves a mirar por la ventana, observando. Pero ahora no puedes pensar. Ahora no puedes concentrarte. Sabes lo que tienes que hacer. Como hombre. Como un hombre que vive con genuina integridad.

Debes acercarte a esta chica.

El resultado es irrelevante, la aproximación es necesaria.

Sabes esto. Entiendes esto. Vivirás por esto.

Vale. Ahora puedes relajarte. Empiezas a escribir.

Escribes.

Escribes.

Y escribes.

Escribes tanto, que temporalmente olvidas a la maravillosa rubia del bar. Su meliflua voz femenil ahora tan sólo es un pálido sonido. Sigues escribiendo.

Finalmente, te tomas un respiro. Vuelves a mirar por la ventana. Pero algo no está bien.

Algo ha cambiado. Algo se echa en falta.

Antes de que te des cuenta, ves a la hermosa joven caminando por la ventana.

¡No! ¡Se está yendo! ¡Está escapando!

Tu cuerpo se yergue sacudido. Pero ahora suena una voz: “Ya se ha ido tío. Si tratas de acercarte ahora va a ser un desastre”.

Te sientas de nuevo, intentas relajarte de la manera más tensa. Intentas perderte en la escritura, pero ahora es imposible.

Sabes por qué. Comprendes por qué. Pero, ¿vivirás para esto?

Estás literalmente al borde de tu asiento. ¿Ir o no? ¿Ir o no?

¿IR O NO?

Un pensamiento superficial: “Esto no es con ella, esto es contigo”. ESTO NO ES CON ELLA, ESTO ES CONTIGO.

Te has levantado de tu asiento antes de que el significado de esta frase sea incluso registrada. Esto es una llamada a la acción. Ves un destello de pelo rubio bajando la calle. Empiezas a correr.

ESTO NO ES CON ELLA, ESTO ES CONTIGO.

Estas palabras te conmocionan hacia ella. Tienes 10 segundos antes de que tus piernas te lleven hasta la hermosa chica de pelo dorado. Es tiempo suficiente para captar con fuerza el significado de lo que estas palabras quieren revelarte.

ESTO NO ES CON ELLA, ESTO ES CONTIGO.

Sabes que cuando la alcances, si sale bien o mal, no tiene nada que ver con ella. Tiene que ver contigo, con tu manera de expresar lo que sabes que es correcto. Tu manera de expresar lo que sientes dentro. Esta es la mayor verdad, el acto de mayor genuinidad que tú posiblemente puedes llevar a cabo. El hecho de que este acto exista en este mundo, es suficiente.

Es suficiente para ti no volver a sentarte jamás e intentar relajarte de la manera más tensa. Te alivia de cualquier culpa, vergüenza, o auto-odio de ser hombre, de ser tú.

Éste eres tú brillando.

Éste eres tú inspirado.

Éste eres tú dictando los términos de tu propio destino.

Mientras te zarandeas hacia la hermosa rubia, te sientes más y más ligero. Como si tu piel se descamase de tu cuerpo. Como si cada pedazo cayera lejos de ti, como pálidos fogonazos de luz radiados de tu ser. Mientras alcanzas a esa mujer, mientras tienes totalmente abrazado el significado de ESTO NO ES CON ELLA, ES CONTIGO.

Ahora la cuestión no es ganar o perder. En el momento en que llames su atención, ella sabrá exactamente quién eres ahora. Podrá escudriñar el interior de tu alma. Ver tu belleza latente. Ella puede ver que eres un hombre que no teme expresarse, que coge lo que quiere, para ponerse en orden.

Cuando ella vea esto, siempre ganas. Siempre.

Esta es la verdadera historia. A excepción de que me ha ocurrido a mí.

Esto me sucedió a mí, pero… por qué no puede ser tu historia? NO ES CONMIGO, ESTO ES CONTIGO. Deja de leer tu historia, comienza a escribirla.

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