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Perspectiva del valor personal

Hace poquito, tratando el tema del valor con el compañero Antonio, le dije que el valor no se crea ni se aparenta. Sencillamente se tiene, se gana y se lo mantiene. La pregunta inmediata fue un cómo. Cómo se puede ganar valor… Divaguemos un poco.

La teoría del valor enunciada por David Ricardo en sus principios de economía política define el valor como algo que depende del coste de producción. Por tanto podemos definir que hay dos tipos de bienes valiosos… Los bienes morales, y los bienes naturales. El aspecto económico se centra más en los naturales…

Pero si nos centramos en los valores morales, y además de apoyarnos en dicha teoría de una forma diferente y hacemos caso de las teorías sociológicas y psicológicas; eso nos lleva a enunciar otra teoría sobre el valor de las personas. Cuanto más aporta y produce una persona, tanto más valor tiene. Lejos del valor subjetivo que atribuimos a las personas y a las cosas.

Si nos centramos en esos valores subjetivos… Esto es, si nos vamos derechitos al tema axiológico del asunto… Encontramos que son atributos que otros nos otorgan o reconocen (y por tanto parten de la premisa de un observador que juzga e interpreta por su cuenta lo que le transmites). Dichos atributos modifican el modo en que estas personas reaccionan hacia nosotros y su concepto de nuestra persona.

Todo esto enlaza con lo que se perseguía en la ética, ese primer intento para definir una conducta socialmente correcta y aceptable… Conocer la diferencia entre «lo bueno» y «lo malo», y poder comprenderlo. Entre otras cosas.

La única manera que conozco para ganar valor (tal como a nuestro compañero le interesaría, y a más de uno también), es la de convertirse uno mismo en una persona valiosa siguiendo algunas conductas que nacen de dichos atributos.

En este blog se ha hablado de muchas de ellas: honestidad, respeto, honradez… Son ejemplos de dichas actitudes y empezando por uno mismo se puede trasladar al resto. Efecto salpicadura, por así llamarlo si os apetece.

Y si queréis buenas salpicaduras, os recomendaría abordar estos temas desde los aspectos filosóficos (teorías éticas), psicológicos y sociológicos. El aspecto antropológico (los valores según distintas culturas) también es interesante de abordar… Inclusive si nos damos cuenta de que dentro de la misma cultura y de la misma sociedad, siempre hay varios grupos con su propia exaltación de valores.

De hecho… Algunas personas llegan a considerar como valores ciertas conductas violentas, contra sí mismos o contra los demás.

Un interesante aspecto, el de los valores. Ya tenéis deberes.

Kheldar

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2 comentarios

  1. Gracias por tu post Sergio, te lo agradezco mucho y me ha servido para aclarar ciertas cosas. No obstante, me gustaría comentarte que percibo que esta definición de valor es adecuada para ciertos contextos, tales como profesional y social a nivel no seductivo. Sin embargo, en los breves momentos de los que dispones para interaccionar con una chica sale a relucir la necesidad de otro tipo de valor más intimista. ¿te parece?

    Un abrazo!

    1. Más bien me parece que te estás olvidando de algo muy sencillo… Quitarle la lente de la seducción a tu forma de ver la vida. Y recordar que todo en la vida tiene su parte de seducción, pero que la seducción no deja de ser una parte del Todo que la vida representa. Estamos hablando aquí del valor personal… Y en tu comentario lo encasillas en «profesional» y «social no seductivo».

      Reitero lo dicho en la entrada, es valor PERSONAL, y por tanto acompaña y se aplica en toda circunstancia de nuestras vidas. Por tanto, debo decir que no me parece que salga a relucir ninguna necesidad (y menos de algún tipo de valor distinto al dicho aquí) cuando tratas con una persona del sexo opuesto.

      Abrazos!

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