El único lenguaje no verbal que debe preocuparte es el que habla de ti, ¡desde tu interior!
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El único lenguaje no verbal que debe preocuparte

Hoy me apetece hacerle una nueva crítica al tema del lenguaje no verbal y del lenguaje corporal. Si eres un lector de la vieja guardia de este blog, y conoces las industrias desde las que parte; esto no te pillará de nuevas.

A los adeptos de la industria del ligue siempre les ha obsesionado un aspecto de la gestualidad y el lenguaje corporal:

Quieren conocer qué es lo que está procesando por dentro una persona para tener una cierta idea de cómo tratarla, por dónde tratar de llevar la interacción con ella y saber si algo de lo que hacen tiene el resultado que buscan.

Y sucede que, a mi entender, tienen el foco de atención puesto en el lugar equivocado. Sígueme el viaje y te cuento.

El único lenguaje no verbal que debe preocuparte es el que habla de ti, ¡desde tu interior!
El único lenguaje no verbal que debe preocuparte es el que habla de ti, ¡desde tu interior!

El dilema del lenguaje corporal

Tal vez ya lo sepas, pero por si acaso te lo perdiste lo repetiré aquí.

El año pasado estuve participando junto a varias de mis amistades en un gran proyecto: el Calendario y la Fiesta de la Comunicación. Del mismo surgió un libro coral llamado Lidera tu Comunicación.

En sus páginas nos juntamos once expertos en distintos ámbitos; hombres y mujeres que vivimos de comunicarnos efectivamente.

Una de las cosas que todos nosotros teníamos clara es la certeza de que es imposible no comunicar.

¡Pero ojo! Porque eso no quiere decir ni que sepamos atender, ni que sepamos entender… Y a menudo vivimos a base de interpretar como mejor nos parece aquello que presenciamos.

¡Y en esa divertida complicación es donde cobra interés el lenguaje no verbal!

Tal vez sepas que en el lenguaje no verbal se incluyen los gestos, las posturas, la ocupación del espacio, el desplazamiento, el posicionamiento, la intensidad, el ritmo y muchos más factores.

No es moco de pavo. Es una cuestión endiabladamente amplia y confusa.

Muchos de mis antiguos amigos de aquellos tiempos en la industria siguen estudiando este tema. Algunos incluso tienen vídeos en YouTube donde enseñan a otros a hacer los mismos análisis.

El caso es que la mayoría de las personas que conozco a las que les interesa este tema tienen el foco de atención puesto en el lugar equivocado, como ya decía al principio de este texto.

Por supuesto, lo explico a continuación.

El lenguaje corporal es más útil para comprender lo que te ocurre a ti que para intentar «leer» a los demás

Suena obvio una vez que lo pones en palabras, ¿verdad?

Pero no lo es tanto si lo piensas con cautela. Al menos, no es algo evidente si no eres entrenador personal, fisioterapeuta, doctor en traumatología, psicoterapeuta; o cualquier otra de las varias especialidades de la salud.

Sucede que, a medida que te formas en estos ámbitos, aprendes cómo se reflejan tus desequilibrios (¡todos ellos!) en tu lenguaje corporal.

Yo aluciné de lo lindo hace unos añitos cuando mi amiga (y miembro de Comunidad Fluyendo) Ana Rivas nos contó en su blog lo mucho que tu cuerpo habla.

Puedes leer más al respecto en su capítulo de Lidera tu Comunicación, por cierto. Y ahora, sigamos.

Efectivamente: el lenguaje no verbal es más útil como baremo de los estados generales de salud

Con esto no quiero decir que los usos de atender al lenguaje corporal de los demás que hemos visto en series como El mentalista y Miénteme, además de Mentes Criminales y tantas otras; no sean posibles ni veraces.

De hecho, existe toda una serie de disciplinas basadas en el estudio de las emociones y su expresión mediante la comunicación gestual. ¡Y hay batallones enteros de personas que estudian cómo se manifiesta la tensión sexual! Pero eso tampoco es lo que tengo en mente.

Lo que quiero decir es que hay un foco de atención más interesante y pertinente: uno mismo.

Además, te doblo la apuesta incluyendo otros factores del lenguaje corporal.

En el lenguaje corporal es muy importante la participación global de los sentidos

O para ser más preciso, es muy importante tener inteligencia intrapersonal.

Y en esta inteligencia se incluye la percepción somatosensorial (de sensaciones) a través de todos los sentidos de los que disponemos:

  • Los cinco archiconocidos: vista, oido, olfato, gusto y tacto.
  • Y los cinco menos conocidos: temperatura, equilibrio, alerta, dolor y propiocepción.

Conociéndolos en profundidad (¿sabías que tienen gradientes y modalidades?), y sabiendo aplicarse al observarlos, ocurren cosas maravillosas. Por ejemplo…

¿Sabías que tus olores corporales, así como la temperatura y los colores de distintas zonas de tu cuerpo (¡y hasta las texturas del mismo!) también comunican sin palabras tu estado de salud?

Así es como los médicos de antaño se guiaban para evaluarte

Y es, de hecho, una práctica que se sostiene a día de hoy. Pongamos dos ejemplos:

  • ¿Recuerdas ese episodio de House M.D. en el que dice que el pus huele a ciruela (o muy parecido)?
  • ¿Y te has fijado en que el pus de un grano enquistado huele sospechosamente similar al queso envejecido?

Pues sí: algo tan corriente como conocer tus olores corporales basales te ayuda a saber si tienes desequilibrios hormonales. Además, te permite medir cómo te están impactando el estrés y los cambios de rutina.

Si le prestas atención a tu cuerpo con los diez sentidos, te puede informar de lo útil que te resulta practicar ciertos deportes, modificar tu dieta o ducharte varias veces al día.

Incluso si adelgazas o ganas peso bruscamente, descubres otro modo en que se intenta comunicar contigo: ¿qué te sobra? ¿Y qué te falta?

Dominar el arte de observar tu lenguaje no verbal te puede ayudar a observar mejor a los demás

Y con esto no me refiero a entender mejor sus estados de ánimo ni aquello por lo que puedan estar pasando, qué va.

Me refiero a que, por ejemplo, los perros pueden detectar ciertas enfermedades a través del olfato.

Nuestros sentidos no son tan agudos, pero te voy a contar una anécdota graciosa con mis compis de la universidad, que surgió de prestar atención precisamente.

Ya conté una vez (en esta entrada) que se me da muy bien percibir olores. Y para muestra, este botón…

Hubo una vez en que casi aposté con mis amigas de la universidad a que podía adivinar si estaban con la regla o no

Si no lo hice fue porque, al final, la conversación se fue por otros cauces.

Les conté que me llamaba la atención que el sabor de los besos de una chica y su aroma basal cambia a medida que sigue su ciclo. Y que, de hecho, tienen una carga muy reconocible si te has podido acostumbrar a su presencia.

Ellas se lo tomaron a broma… Pero la semilla estaba plantada.

Se burlaron de mi observación y le restaron peso.

Alguna dijo incluso que las chicas con las que me había pasado eso probablemente no fueran muy higiénicas… Pero la risa duró lo que una de ellas tardó en salir con otro chico del grupo.

Alguien más tuvo la oportunidad de observar… Y la semilla germinó entonces.

Un día, y casi por casualidad, la conversación de siempre durante el trayecto de la facultad a la estación de metro tomó un giro peculiar.

Este chico confesó que empezó a distinguirlo también. Eso sí, tras pasar un tiempo en su nueva relación y acostumbrarse a la presencia de ella. ¡Incluso se disculpó por haberse burlado de la idea en su día!

Desde entonces, tengo claro que hay elementos fiables en el lenguaje no verbal y otros que son muy volátiles

Hay cuestiones que siempre funcionan con mecanismos similares, y otras para las que solamente cabe suponer.

Y recuerda: ¡no necesitas romperte una rodilla para aprender la diferencia! Yo me la rompí y tuve la ocasión de observarlo como parte de mi proceso de recuperación.

Por ejemplo, si te has torcido un tobillo o te han operado de algo, seguro que has notado esa zona del cuerpo más caliente que otras. Es un mecanismo natural del cuerpo: aumentar la temperatura de la zona afectada para combatir la posibilidad de infecciones.

A menudo viene acompañado de inflamaciones, que también tienen su propósito. Pero eso mejor que te lo cuente tu médico de cabecera.

Por otra parte, adivinar por qué una persona anda encogida por la vida, sacando joroba, proyectando el vientre y escondiendo la zona genital a base de retraer la cadera… Eso es harina de otro costal.

Por ello, debo incluir este descargo de responsabilidad.

Esta información no sustituye ni reemplaza la que te haya proporcionado un profesional cualificado y que conozca tu situación.

Solamente sirve para fines de entretenimiento a tu propia costa, para que aprendas a observarte mejor y a corregir el rumbo antes de necesitar la intervención de cualquier profesional de la salud.

¡Ahora te toca expresarte a ti!

Cuéntame si ya conocías algunas de las cuestiones que te comparto aquí sobre el lenguaje no verbal, la comunicación extralingüística y esas cositas tan variopintas y divertidas.

Si tienes anécdotas graciosas, también estará bien que las compartas en los comentarios y aportes a esta recopilación de ideas para la auto-observación a través del lenguaje corporal.

Un abrazo y hasta la próxima entrada.

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14 comentarios

  1. Muy interesante y entretenido el post Sergio.

    La verdad es que aprender a Liderar nuestra Comunicación, y conocernos es fundamental para desenvolvernos en este mundo cada vez más desconectado, a pesar de que vivimos en la era de la conexión 😉

    De lenguaje no verbal o lenguaje corporal, sabe mucho nuestra querida Ana Rivas, y su capítulo del libro es un claro ejemplo de ello, desde aquí animo a que lo lean.

    La anécdota que cuentas sobre percibir olores, después de leerte, tiene su sentido, no me lo había planteado pero sí es cierto que el cuerpo cambia durante el ciclo.

    La palabra propiocepción, me ha llamado la atención “deriva de sus raíces “propio-”, que significa de uno mismo; y “-cepción”, que significa consciencia. Es decir, la consciencia de lo propio: la consciencia de la propia postura corporal con respecto al medio que nos rodea.”

    Personalmente creo que todavía tenemos mucho que aprender sobre el lenguaje no verbal, sobre ser conscientes de lo que nos quiere decir, de lo que estamos diciendo con él a los demás “inconscientemente”.

    Gracias Sergio por hacernos reflexionar sobre este tema que me parece clave para tener una sana comunicación con nosotros mismos, y con el resto.

    ¡VIVA la COMUNICACIÓN!

    Un fuerte abrazo

    1. Sin duda, Mariví, el placer y el agradecimiento son mutuos. ¡Qué bueno es aprender todos los días algo nuevo!

      Para mi gusto la propiocepción también engloba aspectos más internos, como pueden ser los estados de ánimo, los hábitos y los pensamientos recurrentes. ¿Qué te parece a ti?

      Un fuerte abrazo de vuelta. 🙂

  2. Totalmente de acuerdo contigo Sergio, la propiocepción también engloba aspectos más internos. Tenemos tanto por aprender de nuestra comunicación “interna”, de nosotros mismos, de nuestros estados de ánimo, hábitos y pensamientos, que es un GRAN reto el que tenemos por delante. A mí personalmente me encanta, y poder extrapolar esos aprendizajes a los demás es fascinante.

    Gracias por hacernos disfrutar y aprender con tus reflexiones 🙂

    ¡Abrazos!

  3. Hola Sergio, que acertado y bien enfatizado el hecho de aunque siempre comunicamos, no siempre atendemos ni entendemos.
    Mientras ‘escuchamos’ en realidad estamos pensando en lo que vamos a responder o nos distraemos von algo del pasado o en algo que vemos a nuestro alrededor y nos perdemos de información extremadamente fabulosa.

    Ohhhh los olores! Claro que es posible percibir inmensa cantidad de información a través de los olores, especialmente si conocemos a la persona, por ejemplo, te cuento algo que a mi me ocurre: mi esposo se da cuenta cuando estoy ovulando porque huelo diferente, él me dice que mi olor natural se intensifica y por eso lo nota.
    Lo he comparado con mi aplicación de ciclo menstrual y nunca ha fallado.

    Así que si, siempre estamos comunicando, incluso cuando no lo hacemos.
    Un abrazo

    1. Me alegra mucho conocer más perspectivas acerca de este fenómeno, Marie. Y también saber que no soy el único que nota estos detalles. 🙂

      ¿Hay algo en especial que se te resista a la hora de comunicarte voluntaria y conscientemente? ¡Cuéntame!

  4. Hola Sergio! Tenía algunas creencias por ahí de que también nos comunicamos a través de nuestro cuerpo sin la necesidad de abrir la boca pero la verdad que no me había puesto a indagar profundo sobre el tema.

    Gracias a vos y al comentario de Mariví que el tema lo encuentro más amplio e interesante de lo que pensaba, y que más que aprender de uno mismo, creía que más se podia saber del leguaje no verbal sobre otras personas con tu post aprendí algo más sobre el tema el día de hoy.
    Gracias por compartir, abrazos!

    1. Es un tema mucho más profundo y extenso de lo que da a pensar a simple vista, Gabriela. 🙂

      Para mi gusto, siempre nos deja un matiz de curiosidad pendiente. Con todos los aspectos que se pueden observar y tratar de entender, da para no aburrirnos nunca. Si quieres entrar en detalles, recuerda que siempre puedes unirte a las comunidades de aprendizaje que Diana y yo manejamos.

      Un abrazo enorme.

  5. Hola Sergio, ademas de leer tu articulo lo he complementado con los comentarios como si estuviésemos reunidos todos!!
    Primero he de decir que la palabra la propiocepción no la conocía incluso pensé?‍♂️ que estaba mal escrita así que agradezco este aprendizaje.
    Sobre el lenguaje no verbal he de contar que me fijo mucho en las caras de las personas con las que hablo y me gusta observar cuando están hablando de algo en concreto repiten los gestos de cuando trataron un tema similar. Por ejemplo cuando hablan de algo que les produce miedo, repiten un patrón gestual cuando vuelven a hablar de situaciones que aunque sean diferentes, también les produce miedo.
    Otro ejemplo es cuando quieres hablar en publico y te da un poco de vergüenza, ponerte recto y echar los hombros hacia atrás, aquí es tu cuerpo quien le da información a tu mente, para que te de seguridad.
    ¿Y de los olores? te cuento soy una persona que huelo casi todo, olores agradables y desagradables jaja.
    El aliño de la ensalada con olerlo me vale para saber si le falta mas aceite o vinagre.
    Cuando salgo a la calle, el olor que me da: a lluvia, a verano.. lo hago de manera inconsciente.
    Después de leer tu articulo sobre el lenguaje no verbal me quedo mas tranquila de ser menos rarita.
    Un abrazo virtual

  6. Me alegra haberte introducido a una conversación tan potente en un círculo tan íntimo, Virginia. Y también que te sientas más acompañada en esta condición de la sensibilidad olfativa. ?

    Fíjate qué curioso hilo has abierto: la memoria muscular y expresiva, por un lado; la inducción de estados por otro. Son aspectos que se manejan mucho en determinados ámbitos (por ejemplo, los de la industria del ligue tienen un fetiche con ellos), y que a menudo suelen entenderse de maneras muy superficiales o incluso contradictorias. De ahí que me apeteciese hablar sobre ello.

    Te cuento que a mí me pasa también el tema de los olores, y quizás por eso dice Diana que mis ensaladas son exquisitas. ?

    Otro abrazo para ti.

  7. He disfrutado leyendo el artículo y los comentarios. Realmente el tema da para mucho. A mi personalmente me gusta mucho y es algo que hace muchos años trabajo. Entender que me están diciendo a través de gestos, olores, posturas, espacios, etc… que quiero comunicar a través de mi comunicación no verbal. Partiendo de la base que las emociones están en nuestro cuerpo, y que comunicamos y aprendemos a través de ellas. Nuestro cuerpo (en toda su inmensidad) tiene mucho que decirnos.

    A partir de alli te diré dos cosas: una que me ha encantado tu anécdota con los olores, es genial. Un sentido muy olvidado y que tiene mucho que contarnos. Genial!!

    Y otra que no siempre una postura dice lo mismo. Algo que a veces veo que crea confusión. Una postura emite una emoción, (defensa, determinación, protección etc…..) ahora hay que ver que pensamiento hay detrás de ello, o que ha disparado esa postura para poder entender bien. No es un mensaje de palabras la comunicación no verbal, es un mensaje de emociones… aqui lo dejo 😉

    Un abrazo

    1. Encantado de encantarte, Adriana. 🙂

      Tu anotación final es el motivo por el que creo que existe la gran posibilidad de caer en interpretaciones que nos favorezcan, aunque no correspondan con la situación real. Va más allá de una simple confusión: a veces nos engañamos a nosotros mismos para ver lo que deseamos o esperamos ver. ??

      Con tu aportación y las del resto de comentarios, este texto es cada vez mejor. ¡Muchas gracias!

      Y un abrazo para ti también.

  8. Bueno, bueno me encanta la comunicación, pero debo confesar que hay parte del lenguaje que se me escapan un montón. La parte no verbal, me parece de las cosas más complicadas de entender y de hecho no me gasto mucho tiempo en ello, porque aunque sé que es una buena forma de conocer y de saber cómo está la otra persona, soy del pensar que necesitamos expresarnos más con palabras que con gestos.

    Y con ello no digo que el lenguaje no verbal no sirva de nada, ni que no ayude en un proceso de comunicación. Digo que las cosas realmente importantes de tus pensamientos, tus desiciones, tu vida en general deben salir de tu bella boca siempre y no esperar que porque levantaste una ceja o miraste de cierta manera yo tenga que entender que tu quieres cambiarte de casa, viajar o tener un hijo.

    En fin, que muchos problemas se generan porque la gente no se comunica y sí debemos aprender a hablar todos los lenguajes, pero no debemos olvidar que si tienes voz hay que aprender a utilizar ese poder también 🙂

    1. ¡Hay que aprender a utilizar todo al máximo de nuestras capacidades! Y si vemos que despuntamos en un área, preocuparnos de reforzar las otras y perfeccionar esa. Si abandonamos las que no por atender a las que sí, quedamos desequilibrados, y viceversa sucede igual. 🙂

      ¡Ahí lo dejo!

  9. Sergio, como siempre nos entregas una perspectiva diferente, tú y tu forma de ver la vida, y que bien que siempre lo escribas y lo traigas para descubrirlo de otra manera. El lenguaje no verbal dice mucho más que las palabras, cuando la pragmática trasciende la semántica es cuando nuestro ojo observador se agudiza, pero aquí está el meollo, no todos tienen la capacidad de ver más allá. Cuando comienzas a ver el lenguaje corporal sin que el lenguaje verbal intervenga, puedes sacar mucha más valiosa información, los gestos por ejemplo, son grandes mensajeros, nos dicen cosas que las palabras no se atreven a decir, los olores, tal como lo has resaltado, nos despierta nuestra parte instintiva y nos ayuda a ver, y sobre todo comprender, aquello que a simple vista no se ve, que curioso además lo que le planteabas a tus compañeros de universidad, claro que de buenas a primeras es un chiste, pero si te lo tomas en serio, puedes darte cuenta que los ciclos de una mujer son grandes focos de información para comprender un poco mejor al género femenino, además cuando te vuelves observador de los otros a partir de lo que no dicen, la mirada de alguna forma se voltea y comienzas también a ser más perceptivo contigo mismo, tal vez no vayas a lo emocional, como has dicho, pero te amplía la perspectiva sin duda alguna, y comienzas incluso a ver tus propias reacciones de aquello que no dices pero que sí gesticulas.

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