Identificando los factores que afectan a las relaciones interpersonales
Las relaciones interpersonales son más complejas de lo que parecen… Aunque puede que seamos nosotros los que las complicamos innecesariamente.
Hoy os traigo un escrito cuyo tema ha sido sugerido -y me ha sido presentado de hecho- por una de las personas más importantes para mí en su día. Yo me limito a transmitir el escrito, puesto que me agrada, y hacer los cambios necesarios en ciertos puntos donde la expresión era confusa.
El tema no es otro que los efectos de factores que influyen en las relaciones interpersonales, un interesante aunque amplio y extravagante planteamiento.
De siempre se ha dicho que cada persona es un mundo, y en la forma de gestionar las relaciones inpersonales también se cumple este dicho.
Pero ¿qué hace que una persona sea de un modo u otro a la hora de relacionarse con los demás o tener una forma de ver y vivir las relaciones con los demás?
Y además, ¿qué factores influyen en nuestro comportamiento en dichas relaciones interpersonales?
Descubrámoslo.
La verdad es que hay muchos factores que nos influyen con mayor o menor peso.
Algunos de ellos son la generación a la que pertenece la persona, la etnia, las creencias, la esencia de la persona (carácter o forma de ser) y por último, uno de los principales factores, sin duda, es la educación.
Podemos observar fácilmente que la mentalidad o forma de ser de cada uno está íntimamente relacionada o ligada con la educación que cada uno ha recibido.
Las diferencias entre personas en el terreno de las relaciones interpersonales dependen de la combinación de estos factores (y muchos otros que no se han mencionado, como la identidad, los deseos y las decisiones propias).
- Si tomamos el factor generacional, tenemos por ejemplo que (sabiendo que estamos generalizando y que hay más factores a considerar) los jóvenes de la generación de hace veinte años no pasaban por los extremos que pasamos los jóvenes de hoy en día (vamos a coger desde los 12 hasta los 25 años para hacerlo más evidente): el mayor contacto que tenían a nivel íntimo con otra persona era cogerse de la mano y darse algún beso (que apenas era lo que se conoce como pico). Si nos vamos a los jóvenes del mismo rango de edad pero de la generación actual; es raro encontrarse con chavales que no hayan tenido algún tipo de experiencia sexual más allá de los besitos. Y ya si retrocedemos más en el tiempo, las diferencias son todavía más notables.
- Fijándonos en el factor étnico está claro que no es lo mismo, por ejemplo, pertenecer a la comunidad gitana que a la comunidad paya, ya que la comunidad gitana es mucho más estricta en lo que a estos temas se refiere (siempre siendo conscientes de que en todas partes hay de todo). Eso sin tener en cuenta relaciones entre personas de distinta procedencia. Todavía hoy hay tabúes y prejuicios respecto de las relaciones interraciales, que sobreviven desde épocas y circunstancias anteriores. Como se hizo popular en un monólogo de Florentino Fernández; antes lo primero que hacía tu padre era preguntarle al médico «si eras blanco», y se iba a repartir puros al bar.
- Teniendo en cuenta el factor creencias… Una persona puede ser más o menos precoz a la hora de comenzar su vida íntima activa según sus creencias. Un ejemplo serían las personas pertenecientes a la religión católica; ya que esta dice que no deben mantenerse relaciones antes del matrimonio… Y no entremos a discutir fuera de las creencias religiosas, pues las convicciones personales tienen miga también en este asunto.
- Si nos vamos al factor esencia personal es fácil ver que, según como sea una persona, le resultará más fácil o más difícil el relacionarse íntimamente con otras personas. Desde luego si una persona es tímida, reservada, vergonzosa… Pues está claro que tardará más en relacionarse que una persona extrovertida y lanzada. ¿Importa mucho esto? Pues sí y no.
- El último factor que vamos a tener en cuenta aquí, y no por ello menos importante, sino todo lo contrario, es el de la educación, según si una persona ha recibido una educación más estricta o más liberal, se nota y se pone de manifiesto en su forma de relacionarse con los demás. La educación adquirida por uno mismo también cabe mencionarla aquí.
Una persona que ha sido educada de una forma liberal, independientemente del carácter que tenga; lo tiene más fácil para ver de manera más natural y sana el hecho de mantener relaciones íntimas; ya que no le han «metido el miedo en el cuerpo».
Ni la idea de que es algo malo, ni la tendencia a reprimirse… Luego, es evidente que sus relaciones con otras personas las enfocará de maneras más sencillas y fluidas.
Por el contrario, una persona que se ha criado y educado en un ambiente muy estricto en el que sus progenitores le han grabado a fuego en la mente que las relaciones íntimas son algo estrictamente reservado para la procreación…
Es altamente probable que dicha persona, al relacionarse con los demás, tenga esas creencias demasiado presentes. Lo bastante como para que, o bien no sepa cómo acercarse a alguien de manera íntima sin contravenirlas; o bien no sepa cómo honrar sus verdaderos sentimientos.
Y posiblemente el resultado final sea cuanto menos desastroso…
Todo eso sin tener en cuenta como sería dicha persona en las relaciones interpersonales. Lo más probable es que, en ese terreno; tarde más de lo habitual en dar los pasos necesarios para tener una vida íntima satisfactoria.
Independientemente del carácter que tenga esta persona, si ya de por si las relaciones interpersonales le son difíciles; y si la educación que ha recibido ha sido «dura»…
Hay grandes motivos para que haya creado o adquirido más barreras que tendrá que superar (por sí mismo o con ayuda externa) para sentirse más cómodo/a cuando deba -o quiera- tener contacto con otras personas.
Como bien he dicho al principio, cada persona es un mundo.
Cada persona tiene sus teclas; que deben ser tocadas en el orden y el tiempo preciso para hacer que suene una magnífica melodía. Una música que pueda llegar a deleitar al pianista que la está intentando componer.
Siempre hay que tener en cuenta que no todas las personas son iguales.
Recuerda que no todos nos movemos con los mismos esquemas ni patrones; por lo que aquello que te vale para una persona, puede no valerte para otra.
Considera que no siempre debemos quedarnos con la parte superficial de la persona. Yo creo que siempre es interesante descubrir y comprender sus motivaciones y sus por qués; antes de perdernos a una persona genial.
De hecho, creo que muchas veces rechazamos a personas o las olvidamos porque no nos han ofrecido lo que pedíamos; y es posible que no nos lo hayan ofrecido porque no hemos sabido cómo pedírselo.
En síntesis: las relaciones interpersonales son caóticas, pero mágicas
En resumidas cuentas, hay muchos factores que influyen en la forma que tiene una persona de interactuar con el resto.
Algunos de ellos son la generación, la educación o crianza; el entorno en el que se han movido, sus propias creencias y valores, y sus decisiones personales; entre otros.
Según la combinación y los porcentajes de estos factores, a una persona le podrá resultar más o menos fácil relacionarse; al igual que será más o menos precoz a la hora de tener un tipo de relaciones más íntimas.
Pero lo que es interesante notar es, en especial, la suma de los sentimientos con las decisiones propias. Con esa suma y añadiendo una pizca de tiempo y paciencia… Todo puede pasar.
Bien, aquí termina por ahora la primera parte de esta reflexión que continuará en desarrollo para las secciones Ideas Base e Interacción Humana.
Continuará.
Kheldar
¿Y cuál es la conclusión en sí? Dice «continuará»; ¿dónde está la segunda parte? ¿Y a qué te refieres con «precoz»? Por el tono que lo dices, suena a que un cuarentón a penas tenga un buen cojín…
Saludos Errol.
La continuación está en distintos artículos que no vienen titulados de la misma manera, en unas categorías que nombré «Ideas Base y Primeros Pasos», e «Interacción Humana: Procedimientos y Deconstrucciones». En cuanto a la conclusión, se deja abierta.
No todos los casos responden a lo que aquí se recoge, ni tampoco todos los que responden son exactamente como se ha descrito aquí. El grado de influencia de cada factor es muy variable; y al final lo que triunfa es la voluntad y el libre albedrío de la persona (siempre que sea capaz de hacer buen uso de ambas facetas).
Un abrazo, y bienvenido cuando gustes.
^-^ Excelente,… Kheldar…
saludos desde Venezuela,.. tu aporte respecto a los factores que influyen en las relaciones interpersonales me ha sido muy util y satisfactorio. Gracias!
Muy buen aporte para los estudios de psicología social.
Me alegra que te lo parezca, Yolanda. Un abrazo y bienvenida siempre que gustes.