Armas Secretas: Dejar el espacio necesario para invertir las tornas – Cazadores Cazados

Bueno, creo que va siendo hora de retomar momentáneamente la serie de las Armas Secretas. Y qué mejor modo que hablar de este pequeño gran aliado. Por decirlo de alguna forma… Resulta, queridos espectadores, que a muchos nos come la impaciencia a veces.

Yo mismo aprendí mesura, sutileza, calma y paciencia a base de encontronazos… Y todavía se me escapa a menudo este detalle, no creáis que lo domino perfectamente. Si bien lo tengo muchísimo más en cuenta que tiempo hace, eso sí es cierto. La impulsividad puede ser muy buena también (y lo trataremos en otro artículo de esta serie), pero hay que saber aprovecharla adecuadamente. Hablemos de lo que nos ocupa pues.

Comencemos diciendo… ¿A cuántos de vosotros os han perseguido, o bien os han buscado de una forma activa? Probablemente alguien que no os llamase la atención especialmente. Tal vez, alguien que un poco al menos sí nos interesaba. Pero… Ah, amigos.

¿A cuántos no les ha pasado que esa persona nos ha dejado espacio y, salvo que haya sido lo más cargante del mundo, hemos buscado su presencia?

Más o menos de esto va el asunto… Toca bastante con el tema tiempos-ritmos-necesidades de la otra persona, y con el de pasar notoriamente desapercibido.

Esto no es sino el resultado de «estar sin estar», de la famosa acción sin acción que tanto hemos mencionado en los últimos artículos en esta casa. Tú ya has hecho lo que tenías que hacer, por tanto… ¿Qué haces todavía ahí encima? ¿Esperar un resultado? ¿Ver si tiene un efecto u otro lo que has hecho?

El resultado puedes esperarlo de igual modo si te ocupas de tu persona y tus asuntos. Si se da, te vas a enterar igual estés o no estés… Así que, ocupa mejor tu tiempo y tus esfuerzos. Dales un uso proactivo: trabaja en tu mejora personal, en tu situación.

Si pusiste tu empeño en hacer lo que entraba en tus capacidades y hacerlo lo mejor posible de acuerdo a tus posibilidades… ¿Qué te preocupa pues? Deja que todo tenga su tiempo de floración y que lo que tenga que venir venga, pero no te esperes. Dice un refrán curioso que «camarón que se duerme, se lo lleva la corriente».

Mejor será que no te pienses que por andar esperando la corriente no arrastra.

O bien, siempre puedes desocupar tu agenda para tener tiempo libre, para tí mismo… De asueto o asuntos propios. Un tiempo en que puedas desligarte de plazos, de preocupaciones y lo que sea. Para descansar y ser feliz en tu propia compañía y la de la gente que quieres… Las posibilidades y opciones dependen de tí.

Ya te llegarán noticias de los resultados, sea de palabra, obra u omisión de las mismas… Que también es una forma de darte cuenta de un determinado resultado, que quien desee puede contrastar por su cuenta. La omisión no suele ser buen signo pero uno nunca sabe.

Esto se aprende viviéndolo, así que deja de leer y empieza a vivir.

Hasta la próxima!

Kheldar

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