Principios: Cualificación

Hoy le toca el turno del tocapeloteo a la cualificación. Al parecer hay varias formas de entender y aplicar este término y sus connotaciones. Así pues, explicaré la que yo mismo uso y hablaré por encima de un lugar donde hemos hablado del tema.

Se entiende normalmente por «cualificación propia» cuando una persona te habla activamente de si misma describiendo aspectos de su personalidad. Claro que, también resulta que hay quien habla de la cualificación como «una forma de justificar tu interés por la otra persona y tu presencia en su realidad personal». No me gusta.

Esa manera de plantearla y entenderla hace de la cualificación algo forzado, algo antinatural en el que una persona debe demostrar sí o sí unos mínimos exigidos para que «no pierdas tu preciado tiempo de macho alfa» con ella. Valiente gilipollez.

Como es lógico, por cierto… Ese pensamiento me parece tan absurdo que no lo voy a dignificar respondiendo a ello siquiera. Es más que obvio que los que vivan así se condenan a estar aislados. Pero, para ellos están haciendo.

Juguemos a la cualificación: ¿quién de los dos tiene más ganas de romper la pantalla?
Juguemos a la cualificación: ¿quién de los dos tiene más ganas de romper la pantalla?

Estoy de acuerdo sin embargo en que hay que tener unas medidas para no gastar tu tiempo en personas nocivas para tu realidad personal, por las que no te gustaría dejarte influenciar. Yo mismo por ejemplo no soporto a mi lado a quien es descortés con los mayores, o a quien se pasa bebiendo y luego se lía a golpes con papeleras, contenedores, coches y/u otras personas asi por las buenas.

Ni cualificación, ni hostias. Llamemos a eso dignidad, como dije por ahí.

Aquiles, antiguamente gran colega mio y compañero en ciertos foros y un proyecto que finalmente no fraguó; hablaba de esto en formato peculiar.

En concreto, hablaba de unas listas de premisas con lo que no nos gusta (con lo que no soportamos como subapartado), y lo que nos gusta (con lo que buscamos activamente como subapartado).

Me voy a repetir, pues esto ya lo dije en un debate que mantuvimos en uno de tantos foros, pero allá va.

Me voy a citar de hecho. ¡Ojo al dato!

Esta es mi manera de entender la cualificación. Entiendo que cuando yo dijera que alguien «se cualifica ante mi», os estoy dando a entender a todos que, sin abrir yo la boca, esa persona ha demostrado que es alguien que merece el rato que estamos pasando juntos, porque no se sale de mis «requisitos y prerrogativas».

Y no he tenido que hacer ni decir nada para que ella solita se mostrase así, salvo lo que haría normalmente. No he provocado que se «cualifique», y sin embargo lo ha hecho. Y de manera excelente además.

Esto me lleva a ver la cualificación «activa» (es decir, cuando veo a muchos decir «cualifica a la persona en cuestión») como totalmente innecesaria.

Como he señalado en otras partes, si estás concentrado en detectar lo que se supone que esperas ver, te perderás lo que tienes delante, y los árboles no te dejarán ver el bosque.

~~õ~~

¿Por qué ser tocapelotas con los obsesos de la cualificación?

La mayoría de las veces que me han explicado la cualificación, lo han hecho de una forma que me ha dado a entender que la chica tiene que hacer algo e impresionarte o pierde tu interés.

Vamos, que la gente tiene que ser tu monito de feria. Que tienen que aportarte algo, o pulsas el botón de next.

Y yo prefiero conocer a la persona tal como es, bailar en el momento (gracias a Zan Perrion y James Bond por hacerme llegar esta mágnifica descripción), fluir con la situación y ver dónde me lleva.

Vivir para ver, que decimos siempre. Por eso nuestras ideas no casan. Por eso soy contrario a ese enfoque.

La otra persona me demostrará lo que me tenga que demostrar, chatines…

Además, lo hará sin que yo haga ningún esfuerzo especial por conseguirlo.

Y sobre todo, ella solita me demostrará algo que justifique mi interés por su presencia en mi vida (ese que mi intuición me trajo en primer lugar), y a su vez reaccionará al mío por ella.

Así lo entiendo yo.

Por tanto, tampoco veo que cualificar sea hablar con una persona de lo que te gusta o lo que no.

Para mi gusto, y al menos mientras no se hable de temas que tengan importancia, trascendencia y peso real en tu vida; eso apenas es cháchara acerca de tus prerrogativas. Como mucho, un intento de acercamiento en base a las afinidades.

Esta ha sido una gran fuente de todas mis peleas en foros sobre seducción: me gustan algunas ideas, pero no su materialización ni su desarrollo por una parte de la comunidad

Por supuesto, ello me hace ser especialmente tocapelotas con quien se cree demasiado esos cuentos y no los cuestiona jamás.

Al menos, así era hasta que preferí desligarme de la industria del ligue y de sus acérrimos.

Sin embargo, os voy a revelar lo que para mí es el verdadero significado de la cualificación; lejos de toda la parafernalia vertida en todos los foros de «seducción».

Ahí va:

  • Cualificar es ser capaz de expresar tu realidad personal abiertamente, sin intentar impresionar a nadie por ello. Solamente esperando que se acepte tal como es. Sin farsas, sin fachadas.

Es evidente que el uso que se le ha dado al término es más sobre hacer que otro «te revele» quién es y cómo es a la fuerza, para intentar «demostrarte lo que vale».

Y eso no es cualificación, sino coacción. Es prácticamente un abuso. Un acto vacío.

¿No querrás convertir tus relaciones en actos vacíos, verdad?

Te haré pensar en ello con la adaptación de un fragmento del Libro XVII de Tyler Durden (una de las pocas cosas de RSD que me parecen dignas de algún crédito o mérito), para que no queden muchas dudas:

Él no busca una reacción de su parte. Ella no se lo cuestiona, porque sabe que si lo rechaza, él no se sentirá afectado por ello; debido a que no ha invertido nada en su reacción. Y debido a que a él no le importa, ella puede hacer sencillamente lo que quiera sin sentirse presionada.

Sabe que él no necesita una cierta respuesta por su parte, así que la mente de ella no tiene que preocuparse por las interpretaciones que él haga sobre las reacciones de ella. Por eso, ella se siente positivamente infectada por su energía; satisfecha de ello y sin preocuparse por tener que responder de una manera concreta ante él.

Ella puede existir en ese momento con él.
Puede estar a gusto, pues no es una situación incómoda.
No hay razón para no llevarse bien.

Él no hace como otros chicos que ella conoce; que microanalizan todo lo que ella hace y la juzgan por eso, e interpretan lo que significa en contexto para ellos.

Ni como su novio en casa; que se pone celoso, la colma con sus problemas e intenta imponerle sus inseguridades a ella; con sus límites, posesividad y discusiones.

Por esa razón, esta clase de chico hace que la mayoría de los hombres parezcamos idiotas. Cuando una chica encuentra este tipo de hombre, esto le permite estar cómoda con sus sentimientos de atracción sexual.

Es casi como si con tan sólo mirarse ya estuvieran acercándose y reconociéndose mutuamente de manera subconsciente.

En resumidas cuentas, esto viene a ser lo que yo entiendo por cualificación.

Como ya digo no me gusta pensar en la otra forma; pero para reflexionar y/o hablar de ello, están los comentarios…

~~~o~~~

Una nueva definición que obtuve en 2012 y que se ha ido refinando desde entonces

Me enorgullezco de reconocer que, junto a mi amigo y compañero Steve Mayeda, se han desarrollado todavía más y mejor las diferencias entre mi forma de ver y entender este aspecto, sus formas de aparición y su utilidad.

Por lo general, nos limitamos a hablar de ello durante nuestros cursos. Si nos lees a menudo, queda resumido en más de una de las veces que en nuestros artículos hemos mencionado lo mismo que se menciona en este al principio:

  • Cualificar (y cualificarse) es ser capaz de expresar tu realidad personal abiertamente, sin intentar impresionar a nadie por ello. Solamente esperando que se acepte tal como es. Sin farsas, sin fachadas, sin imposiciones ni manipulaciones.

Y añadiremos algo:

  • El acto de cualificar y ser cualificado surge a raíz de una aceptación mutua; que se da por compartir vuestras realidades personales abiertamente. No proviene del hecho de intentar (mediante lectura en frío, por ejemplo) hacer que alguien se defina y se muestre de una manera que favorezca a tus propósitos.

A día de hoy, no sé si mucha gente más (lejos de aquellos con quienes se ha compartido esta idea en los cursos que mencionaba antes) habrá llegado a la misma conclusión. Ni por su propio esfuerzo y experiencia, ni a través de mis reflexiones. No me lo han comunicado.

Si es así, me alegro de nuestro sincronismo.

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2 comentarios

  1. A mi juicio el concepto de la cualificación como una forma de justificar tu interés por la otra persona está equivocado, especialmente lo veo muy evidente al ligar con chicas. ¡Como si las chicas no supiesen que te las quieres follar! Las habrá más listas y más tontas, más susceptibles de ser manipuladas o no, pero la realidad es que el grueso de un intercambio comunicativo es el lenguaje no verbal. Me apoyaré en mi parte favorita de este escrito (con la cual estoy completamente deacuerdo) para explicar esto:

    «que sin abrir yo la boca, ella ha demostrado que es una persona que merece el rato que estamos pasando juntos, porque no se sale de mis “requisitos y prerrogativas”.
    Y no he tenido que hacer ni decir nada para que ella solita se mostrase así, salvo lo que haría normalmente. No he provocado que se cualifique, y sin embargo lo ha hecho. Y de manera excelente además.»

    Cuando las interacciones fluyen el propio lenguaje no verbal espontáneo y auténtico ya actúa implícitamente como cualificador. Y no creo que haga falta mencionar que tipo de gestos, expresiones o posturas son, ya que todo el mundo, en mayor o menor medida, sabe leer ese lenguaje intuitivamente. El cuerpo habla por sí sólo e inconscientemente sabes si lo que uno va diciendo le encaja a la otra persona o no, y viceversa.
    Vamos que no hace falta cualificación activa, ya se encarga el cuerpo solito.
    Creo que a tod@s nos la suda que nos cualiquen activamente cuando ya «sientes» la cualificación y/o la interacción fluye armoniosamente…¿o no es así?

  2. «Y no creo que haga falta mencionar que tipo de gestos, expresiones o posturas son, ya que todo el mundo, en mayor o menor medida, sabe leer ese lenguaje intuitivamente. El cuerpo habla por sí sólo e inconscientemente sabes si lo que uno va diciendo le encaja a la otra persona o no, y viceversa.
    Vamos que no hace falta cualificación activa, ya se encarga el cuerpo sólito.»

    David11 eso se llama tener Inteligencia Emocional.

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