Hay una máxima dentro de la filosofía que sigue esta propuesta: haz todo aquello que se te proponga, siempre que redunde en tu propio beneficio. Esta máxima se suma a unas pocas más que te piden que no tomes las proposiciones a ciegas; sino que aprendas a sopesarlas.

Si una proposición es acorde a tu esencia personal, podrías probarla.
Si es sencilla y relajada en términos de relación interior y exterior, te ayudará.
Si te ayuda a manifestar tus pasiones interiores; te gustará hacerla tuya.
¿Y si no es todo eso? Pues es posible que también te ayude y te sirva, pero de otra forma.
La gracia del asunto está en cómo cualquier cosa te puede servir de ayuda, siempre que seas capaz de -o aprendas a- evitar la hiperrealidad que se puede generar por medio de ciertas aproximaciones a ciertos conceptos de la realidad humana.
Desde esta casa, hemos decidido evitar la formación de una capa de fantasía innecesaria acudiendo al concepto de Intenso Realismo: a través de una curiosidad natural debidamente alimentada, los alquimistas buscamos la revisión de nuestro interior y de nuestras posibilidades; siempre profundizando y teniendo al mismo tiempo en cuenta la superficie.
Este concepto nos lleva a evaluar nuestro presente al mismo tiempo que tendemos lazos hacia el pasado y el futuro. De esta manera, podemos acercarnos a los demás teniendo claro que hay conexión en nuestras vidas entre lo que somos y lo que nos mueve.
Conocer el terreno permite que no nos hagan falta mapas a los que acudir, sean fiables o no.
Por ello, si la vida es el terreno natural en que nos movemos… Para conocerlo bien, es preciso que nos contemplemos a nosotros mismos en el plano interior (emociones, pensamientos, acciones) y que sopesemos hasta qué punto ese plano interior se corresponde con nuestros deseos, sueños y metas…
Y con los movimientos que efectuamos hacia esas facetas.
- ¿Mi acción sirve a mi propósito? ¿Me acerca o me aleja de ello?
- ¿Mi interacción con el mundo representa mi identidad? ¿Saben y aceptan quién soy?
- ¿Mis deseos y lo que me atrae están presentes en mi vida? ¿De qué manera?
- ¿Honro el aprendizaje, el descubrimiento y el proceso que lleva a ello?
- ¿Me permito tener momentos bajos y también altos, sin forzar en ninguna dirección?
- ¿Acepto que en mi naturaleza está el fallo y el acierto? ¿Los permito?
Responde todo lo honesta y profundamente que puedas a estas preguntas… Encontrarás mucha realidad sobre ti en ellas. Solamente puedes encontrar bien en ellas, y confío en que sabrás qué hacer con ese bien. Aunque…
No hay que olvidar que a veces uno sueña o desea algo que no le atrae o no necesita realmente… Por lo cual, el concepto de Intenso Realismo nos brinda una mecánica sencilla para discernirlo:
- ¿Puedo pasar sin ello o me es necesario tenerlo?
- ¿Lo que me da es más útil o necesario que lo que me quita?
- ¿Lo que debo invertir en ello estaría mejor empleado?
- ¿Qué opciones tengo para conseguirlo?
Si le damos respuesta a estas preguntas, estaremos más cerca de nuestras verdaderas pasiones y pulsiones en la vida. Tanto de las que escojamos, como de las que siempre hayan estado ahí…
Y si crees que la transmutación interior puede ayudarte… No dudes en consultarnos.
~~o~~
Por favor, si te ha gustado esta entrada, considera:
- Puntuarla – Para que pueda conocer cuánto te ha gustado.
- Comentarla – Para que con tu opinión sigamos creando inteligencia colectiva.
- Compartirla – Para que otras personas puedan beneficiarse y disfrutarla.
- Recomendarnos – Para seguir creciendo y avanzando junto a ti y los tuyos.
Muchísimas gracias por tu compañía y colaboración.
Un abrazo, y vuelve cuando quieras.
Kheldar
4 respuestas a «Intenso Realismo: el secreto de la Alquimia Interna»
¿Mayéutica? Gracias por el aporte Kheldar, me hacia falta en este momento. Preguntas que me hacen reflexionar acerca de lo que hago 🙂
Es una reflexión interesante… quizá la vida que llevamos y la rutina nos arrastra en una vorágine que no se corresponde con lo que realmente deseamos. Probablemente pocas veces nos pararnos a pensar en qué nos hace realmente felices; por no hablar de reconocerlo, romper con lo que hacemos (si no es lo que verdaderamente queremos) y ponernos manos a la obra en esa dirección… Creo que esta parte última es igual de complicada o más…
Y cuando se encuentra lo que se busca?
Te toca descubrir si de verdad era lo que querías.