| | | |

Cuestionando las perspectivas

En honor a Zan Perrion, el gran inquisidor de las vías de la atracción, elaboro este escrito hoy. Mi propósito es el de transmitir una verdad que ya ha sido dicha pero no escuchada.

Romance by http://bloddroppe.deviantart.com/

Pongamos algo de música primero:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=uU46S55d8HE]

Dicha verdad es que la seducción como tal, es un 90% aparecer en el mundo de los demás. Y el resto es casi cosa hecha, con tal de resultar agradable a la otra persona.

Y vemos como muchas personas piensan haber hecho la gran odisea cuando en realidad lo único que hicieron fue aparecer y manifestarse en el momento adecuado. Esto puede sonar desalentador pero resulta que esconde una gran verdad en sí.

Todo lo que muchas de las dinámicas de la ya manidamente nombrada Comunidad de la Seducción lo que persiguen, aunque sea de esas maneras tan estrambóticas, es el hecho de hacer que aparezcas en el frente de posibilidades de la otra persona.

Esto es, todo lo que haces en realidad te introduce en su mundo. Y alli, el resto es cosa tuya, de cómo te manejes y te desenvuelvas, y de cómo se sienta respecto a ti la persona.

Pero esto, no se puede lograr si piensas en contar tus éxitos de forma cuantitativa o cualitativa. Esto es, si te paras a pensar en «me ha sonreído/guiñado un ojo/tocado en x parte/dado sus datos«, no estás por buen camino, porque esto no es un éxito sino más bien una señal de algo que puede trascender o no, en función de cómo se den las cosas.

Un éxito es aparecer en el mundo de la otra persona sin buscar por ello ninguna clase de beneficio o reacción en concreto, sino simplemente decir tu verdad. Si eres una persona que ama, disfruta y celebra al sexo opuesto, esto no debería suponerte ninguna clase de problema, pues simplemente eres congruente con tu persona.

Aquí aporto el ejemplo tan famoso de Zan, explicado con mis palabras:

A un hombre que disfruta de las mujeres se la suda eso: no buscas una respuesta, no la esperas tampoco, simplemente dices tu verdad al mundo, y a esa mujer.

Y la dices no esperando obtener algo, ni una sonrisa, ni un cumplido, ni nada. Tampoco esperas nada ni cuantitativamente, ni cualitativamente, lo haces porque lo sientes y no tienes miedo de mostrarlo; es decir, te apareces en el mundo de la mujer, y que ella reaccione como quiera que tu has cumplido tu trabajo y has dicho tu verdad.

Esto no lo logra una persona que necesita parecer frio, distante e imperturbable. Ya lo he dicho alguna que otra vez: para hacer sentir tienes que sentir tú primero, contagiarte de lo que quieres transmitir.

Esto lo logra una persona que no tiene ninguna clase de problema en manifestarse de manera sutilmente sensual y resultar atractivo por su congruencia y su extrema sociabilidad. Una persona que disfruta, que ama, y celebra las interacciones.

Ante una persona así, las personas no temen abrirse y disfrutar porque les dan precedente. Les abren la puerta y pueden decidir cruzar o no.

Finalizo con una cita traducida, de una de las entrevistas de Zan, que revela a lo que me refiero con esto. La entrevista entera es muy recomendable, y puedes leerla en Interacción Social, en la lengua inglesa original.

Puede que el problema sea que la calidad de nuestra vida la determina la calidad de las preguntas que hacemos. Y si nos preguntamos a nosotros mismos o a cualquier consejero de citas lo que sea, probablemente sea algo como «¿cómo consigo el numero de una chica?» o «¿cómo consigo que me responda los mensajes?» o «¿qué debería decirle?» o «¿dónde podría llevarla en una cita?». En mi mente, esas preguntas son de bajo nivel. Y con eso me refiero a que ni se acercan a las verdaderas preguntas que podríamos estarnos haciendo, que fundamentalmente son «¿quién soy yo? ¿y qué es lo que quiero?».

O también, «¿por qué no soy la fantasía de una mujer? Ella fantasea sobre alguien, ¿por qué no soy ese alguien?» ¡Esa es una gran pregunta! Asi que la idea seria cambiar las perspectivas a unas de mayor calidad. Por ejemplo, en vez de preocuparnos por conseguir un número, podemos preguntarnos «¿cómo me convierto en el más dinámico e interesante de los hombres que jamás haya conocido una mujer?». Una gran pregunta y una gran forma de construir calidad para tu vida de acuerdo a lo anterior. Y por eso hay una pregunta más grande y conceptual que esta, que es «¿por qué no soy la fantasía de una mujer? Ella se irá a casa esta noche, la mujer con la que acabo de hablar se irá y fantaseará con un tipo, en su cama, su ducha o donde sea, ¿por qué no soy yo?».

¿Te das cuenta?

Kheldar

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. Holaa todos!!! como le he dicho mas de una vez a Keldar, la verdad es que cada dia se supera mas, en cada una de sus aportaciones asi como en las aportaciones de grandes seductores que incorpora.

    Pero bajo mi pounto de vista el ser natural como lo son Zan y Keldar hace que todo les resulte digamos mucho más fácil pero a gente que ha intentado serlo de forma natural y no le ha resultado para nada resulta dificil llegar a interpretar correctamente todos esos movimientos sutiles.

    Lo primero de todo es ser congruente con uno mismo, ya que el problema que yo veo es a la gente qeu eso nunca lo haya sabido transmitir llevarlo a la practica

    Saludos

    1. En este sentido, haré eco a las palabras de un querido amigo y compañero.

      No hay nada que aprender, ni que arreglar, no hay nada mal. Ya tenemos todo lo que necesitamos dentro.

      Yo he visto con mis propios ojos a chicos tímidos convertirse en seductores increíbles y hombres reales de enorme atractivo. Todos los naturales tuvieron fracasos y aprendieron porque siguieron viviendo experiencias desde temprana edad, descartando lo que no funcionaba y guardando lo que sí. En verdad no necesitamos ninguno de esos libros, ni talleres, ni blogs. Sólo tenemos que salir ahí fuera, aparecer en el mundo, decir: ¡¡“Aquí estoy yo”!! La práctica te dará todas las respuestas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *