¿A qué puede referirse un título tan somero?

Seremos algo más concretos. Vamos a llamar a la gran cantidad de opciones abiertas en la propia vida que puedan tomarse en cualquier momento “nuestra carta”.
La mayor parte de la gente no pasa de ninguna de las cartas que se forman en su vida.
No sabemos tomar decisiones, ni dejamos de saber tomarlas. Vivimos a salto de mata entre un error y el siguiente; o entre acierto y error. Entre aciertos y más aciertos es poco habitual, aunque no imposible (si no, a santo de qué se va a sentir uno “en racha”).
Más allá de eso: muchas veces tendemos a dejar que las decisiones las tome otro. O que nos imponga su voluntad y anule nuestro derecho a decidir lo que hacemos, lo que damos y lo que recibimos, con quién nos relacionamos… Siendo esta una de las mayores fuentes de infelicidad que se conocen. [Leer más…] acerca de Filosofía LVEF: Mirar la carta