Tu Juego está en tus manos
Si, eso he dicho… En tus manos. No en las de Fulanito ni Beltranito. Está dentro de ti, en tu cabeza, en tu corazón y en tu cuerpo. Tu quieres hacerlo salir, y mi intención, y la de mis compañeros, es ayudarte con ello. No queremos convertirte en un payaso que aparenta o actúa como algo que no es. Vamos a hacer de tí la verdadera esencia del «mejor yo».
Vamos a ver… Entremos en una simple reflexión. Te has criado en una sociedad que tiene un trato más cercano con las mujeres. Hemos llegado a cambiar nuestro trato distante y rudo con ellas, por dosis de cercanía, comprensión y afecto directo. Hemos contactado con nuestro lado femenino. Y ellas, con su lado masculino. Tenemos una sociedad más cercana a la mujer que hace años, sin duda. No somos los mismos hombres, ni las mismas mujeres, que hasta hace apenas 50 años. Hay que cambiar pues el chip, hay que modernizarse, actualizar el software, optimizar la placa base y disparar y potenciar el rendimiento óptimo. ¿Estás dispuesto a ello? Pues sigue leyendo.
Hay que observar diversos factores, antes de nada. Tu personalidad, tus valores, tus creencias acerca de la vida. Necesitamos plantearnos, primero que nada, lo que queremos conseguir, lo que queremos mejorar, y para ello tenemos también que identificar lo que nos frena y nos hace la pascua en esta empresa. Quiero que me hagas un favor. Es un favor para ti mismo, pero me harás feliz si te haces feliz a ti (y si no también seré feliz, pero si quiero ayudarte tengo que decirte esto).
Piensa, en todas aquellas cosas de tu vida que sientes que no van todo lo bien que deberían. Y cuando hayas hecho eso, escríbelas. Anótalas. Llama a eso tu «muro de las lamentaciones«. Quiero que trabajes sobre ese muro, paulatina y constantemente, para que la situación mejore ostensiblemente. Lo que quiero es identificar junto a tí los problemas que puedas encontrar, en especial en el trato con otras personas. Porque no todos tenemos los mismos, pero si hay algunos comunes, y tenemos que fijarnos en todo.
Una vez sobre eso, también necesito que hagas otra lista. Todos los puntos buenos que encuentres en tu vida y en especial en las relaciones interpersonales, has de anotarlo en esta segunda, que va a ser tu «arco del triunfo«. Estas, son las cosas que vamos a trabajar por potenciar y fortificar.
Finalmente, recuerda también tus valores, creencias y tu personalidad, y trata de definirlos todos del modo más preciso posible, porque así vamos a encontrar tu potencial. Y así vamos a explotarlo como debe hacerse. En base a ello crearemos juntos unos estándares y unas medidas para guiarte, que deben ser flexibles pero severas al tiempo. Se hablará de ello más adelante, sin duda… Es un tema con mucha miga.
Junto al muro de las lamentaciones y al arco del triunfo, es donde verdaderamente podemos poner las riendas de lo que somos en nuestras manos. Vamos a hacer desaparecer el muro de las lamentaciones, y vamos a conseguir que el arco del triunfo se convierta en todo lo que te acontece. O casi todo de ser posible. 😉
Cuando lo hayas hecho… Continuaremos con la historia. Pero ahora, corto el texto aquí, que empieza a hacerse largo.
Te manda un saludo,
Kheldar
Que tal kheldar!! Pues había estado viendo post en el foro de interacción social, esto me ah llevado hasta aquí, es por eso que pase a comentarte. Muy bien dicho, en el mundo primero es necesario saber cual es nuestro muro de las lamentaciones y cual el arco del triunfo. Es como identificar nuestras fortalezas y debilidades, las cuales en cualquier caso pueden ser muchas y no lo sabemos. Estoy dispuesto llevarlo a cabo, y creo que todos los lectores deberían hacerlo si o si.
Saludos de nuevo Freyr…
No es que «sea como», es que es precisamente identificar lo bueno y lo malo, la debilidad y la fortaleza, la oportunidad y la amenaza. Es precisamente uno de mis recursos más utilizados porque todo debe partir de uno mismo y de la situación presente; que es donde podemos ubicarnos y movernos. Gracias por confiar en este recurso, y espero que te resulte tan útil como esperas.
Un abrazo y bienvenido cuando gustes.