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Somos espejos, por Aura Yurak

¿Te has parado a pensar alguna vez por qué te atraen algunas personas? ¿Te ha pasado alguna vez que alguien no te ha caído bien sin motivo aparente?

 

Lo que ocurre tiene un nombre: espejo de las relaciones. Todos somos espejos de los demás.

No es en vano el hecho de sentir atracción por una persona y rechazo por otra, muchas veces hay un motivo de peso, pero otras no acabamos de saber el por qué nos sucede esto.

Todos somos lo mismo, estamos hechos de lo mismo. Salvando las distancias de cada cultura, todos sentimos las mismas emociones y tenemos los mismos miedos. Todos hemos venido de la misma forma a este mundo casual y nos quedamos en él para sobrevivir el máximo de tiempo posible.

Crecemos imitando a nuestros modelos más cercanos cultivando una identidad que nos hace creer que somos los Reyes del universo hasta que un día crecemos y descubrimos que no somos el ombligo del mundo, hay otras vidas más allá de la nuestra con quien debemos relacionarnos. Si, debemos.

Las relaciones nos hacen madurar, aprender de las experiencias que nos aportan, son alimento constante a nuestro espíritu. El punto más beneficioso de relacionarnos, es que nos hace percatarnos de que somos una unidad.

Mediante todas las relaciones que llegamos a tener al cabo de nuestra vida, vamos prolongando estados de conciencia. Cuando empezamos a sentir esa conexión con el mundo en nuestro día a día, es cuando realmente estamos evolucionando.

Por esta razón podemos deducir que nos reflejamos en los demás y viceversa. Porque todos funcionamos como espejos de los otros reflejándoles aquellas cosas que odian de si mismos y aquellas que aman. Así pues, cuando estamos cerca de alguien que nos hace sentir bien, muchas veces sin un motivo aparente, se está dando el reflejo de esas características que amamos en nosotros, y subconscientemente al estar cerca de esa persona, nos hace manifestar más de lo que nos gusta.

De la misma forma nos sucede a la inversa. Rechazamos lo que no nos gusta de nosotros. Nunca lo admitiremos ni seremos plenamente conscientes de ello, pero lo que odiamos en los demás lo odiamos en nosotros, y en muchas ocasiones un rechazo se debe al hecho de no aceptar ciertas características negativas en nuestra persona.

De este modo, los que logran estar en armonía con el mundo, comprendiendo que todos somos uno, no sienten rechazo por nadie en particular ni le dan juego a ello. Han aprendido a aceptar la ambigüedad que que hay en nuestro ser, aunque no siempre lo manifestemos.

Sabemos que no hay bien sin mal, que no hay día sin noche. Los polos opuestos forman parte de toda nuestra existencia. Es la naturaleza inevitable del universo.

Las personas que saben aceptar las caracerísticas que se oponen, no juzgan, y los demás no se sienten juzgados.  Si acostumbramos a juzgar es porque siempre separamos el bien del mal, lo bueno de lo malo, la luz de la oscuridad.

Como dice Deepak Chopra, no podemos ser valientes si no tenemos a un cobarde en nuestro interior; no podemos ser generosos si no tenemos a un tacaño; no podemos ser virtuosos si no tenemos la capacidad para actuar con maldad.

El espejo de las relaciones tiene muchas ventajas. Como siempre, quitémonos pues la venda que nos impide ver y aceptar. Dándonos cuenta de que todos somos una unidad, podremos dejar los prejuicios atrás y darles una oportunidad a los que quizás en otras circunstancias rechazaríamos. Una oportunidad que nos ayude a desprendernos de lo que nos hace rechazar lo inevitable.

Cuando alguien te guste, pregúntate el por qué. Te será fácil de responder, e incluso podrás verte reflejado en su ser. Cuando alguien no te guste, alude sus aspectos negativos, seguramente no te sentirás identificado. Ten por seguro que  esos aspectos serán los que estás ignorando en tu persona…

Ahora te toca reflexionar a ti, ¿qué aspectos no aceptas de ti mismo? Quizás cuando logres verlos y aceptarlos como algo natural, ya no te molestarán en los demás.

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2 comentarios

  1. He vuelto a releer esta entrada porque simplemente me encanta. Ese concepto de, digamos, «algo que nos une a todos» es algo con lo que he predicado siempre y visto desde este punto de vista, no puedo decir otra cosa: me encanta xD

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