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Sobre la efectividad y no efectividad

Tanto se ha dicho sobre el tema de la efectividad que yo, personalmente, he estado a puntito de callarme. Aunque resulta que, como no se ha dicho nada que termine de gustarme… Hablaré.

Hay quien tiene la curiosa costumbre de considerar efectivo el hacer ciertas cosas para tratar de influir en la vida y obtener de ella los resultados que deseas. El por qué digo que es una curiosa costumbre, está claro… Todos tratan de luchar contra la aleatoriedad y el caos. Contra la incertidumbre.

La más rabiosa de las expresiones de rebeldía del ser humano. Una rabia que se redirige, como era de esperar, hacia el propio sostenedor de la misma… Privándose así de la llamada efectividad, nada más y nada menos que en su búsqueda de la misma.

Lo has visto, no hay nada, de lo que tanto odi...
(Photo credit: Wikipedia)

¡Dejemos las cosas claras de buen comienzo!

Lo he dicho tantas veces que me duelen las manos ya de escribirlo una vez más.

Ciertas vías de comportamiento y acciones (concretamente aquellas artificiales, como fingir ser alguien o algo que no eres) te alejan de tu equilibrio interno, de tu armonía con el mundo y sus seres… Minando de esa manera tu potencial; por una mala decisión.

Por qué hablo de ello como «una mala decisión» es algo que no cuesta mucho ver. Es un acto de odio y violencia, de rechazo contra uno mismo… Y una increíble muestra de dolor, vergüenza y miedo frente a la propia vida y las propias características y condiciones.

Comprendo que haya personas que no son capaces de perdonarse o reconocerse a sí mismos, y mucho menos de comprender quiénes son o su lugar en el mundo. Pero para algunos, la forma de intentar descubrir la respuesta a eso es sostener desesperadamente una mentira: asumen que el lugar y el poder de los demás es el suyo propio.

Y no solo eso, sino que serían capaces de todo por alcanzarlo y mantenerlo.

Lo que están haciendo en busca de la efectividad (social, sexual o profesional) es equivocado; pero también sería equivocado culparles por falta de criterio.

Es posible que hayamos nacido con la capacidad para asimilar cuestiones por imitación; y que aprendamos razonablemente bien a través de modelos e ideales.

Y para ciertas cosas, hay efectividad en este gesto. Incluso se da el caso de que comparándonos con alguien podemos saber si vamos por buen camino.

Ahora bien… Algunos no escogen bien sus ídolos, ni sus enemigos, ni sus influencias o compañías. Y acaban imitando a todos ellos.

Lo cual es una receta perfecta para el desastre… Y es absolutamente normal.

De hecho, digo bastante a menudo que las palabras «normal» y «perfecto» son peligrosas.

Nunca he pensado en perseguir la perfección por una sencilla razón.

[piopialo]Lo que es perfecto no puede ser mejor, y por tanto pierde el movimiento; pues ya no está sujeto al cambio.[/piopialo]

Y para muchos, su búsqueda de la perfección es más bien una búsqueda de apreciación externa.

Pero, ojo… No pretendo culpar a las personas por su deseo de encontrar alguien que les reconozca su valor; que les apoye y les haga desear más de lo que tienen, hacen y son.

Aunque no quiera culpar a nadie; eso no significa que me parezca sana la expresión actual de esa tendencia.

Y muchos no comprenden por qué la veo tan torcida y desvirtuada.

Es simple, en realidad…

Los que buscan esa validación fuera; deberían haberse reconocido a sí mismos primero. De esa manera, muchos no tendrían que haber acudido a ciertas cosas que mencioné antes.

Sobre todo, no hubieran tenido la necesidad de mentir. No hay confianza en las mentiras, y tal gesto solo consigue que algunos siquiera puedan mirarse a la cara.

~~o~~

Si eso es lo que quieres, y así es como lo haces… Te restas efectividad.

Como consejo de una persona que ha vivido esto desde dentro… Yo suelo procurar evitar pensar demasiado en estas cosas.

En casi todas, de hecho, porque te resta efectividad para moverte por la vida.

Pensar demasiado lleva a preocuparse. Preocuparse, a enredar las ideas. Enredar las ideas, a que no funcione el procesamiento de las mismas como debería. El fallo en el procesamiento de las ideas suele traer frustraciones varias, irritación, tendencia a los sentimientos negativos…

Y todo ese clima junto (preocupaciones, enredos, demasiado pensar y poco procesar)… Simplemente acaba por provocarte un apagón mental.

En perfecta armonía con todo el mundo. De acuerdo a la voluntad divina. Con la Gracia y de manera adecuada. Así expreso mi deseo.
En equilibrada armonía con todo el mundo. De acuerdo a la voluntad divina. Así expreso mi deseo, y así lo veo cumplirse.

También procuro no pensar demasiado en referentes, influencias y personas cuyos pasos me gustaría seguir o a quienes quisiera superar

Porque desgraciadamente, en esta sociedad tenemos un millón y medio (elevado a la enésima potencia) de estímulos externos que nos alejan de nuestro camino.

Y también porque no nació persona que me haga desear ser otro en vez de ser yo mismo.

Para algunos es más bien al contrario. Lo darían todo por ser sus ídolos, o mínimamente como ellos.

Ahora bien, los modelos a imitar tienden a ser mujeres y hombres que vemos que aparecen reiteradamente en televisión…

O que se les presentan aparentando tener la vida perfecta que ellos desearían tener.

Vemos aquí el peligro de la idea de perfección, como detonante de una falta de discernimiento; además de como el empujón que coloca a bastantes personas en un camino al autoabandono, persiguiendo ser alguien que no eres…

Para cumplir con los criterios y expectativas ajenos sobre cómo deberías ser.

Cómo deberías ser si quieres que te vean como quisieras ser visto.

Así no vas a ganar en efectividad, ni en liderazgo, ni en amor propio…

No quiero que me cojas manía, pero te lo diré sin miramientos: te estás insultando y faltando al respeto sin ayuda de nadie.

Y mira, si tú eres tan gilipollas de cara a tu propia persona; no deberías esperar que otros te respeten y te aprecien más que tú mismo; ni que te traten mejor de como te tratas tú.

De todas maneras, no está mal tener un ejemplo a seguir… Pero cada persona es un mundo, cada cual es diferente y debe seguir su propio camino.

Es bonito ayudarse de los mapas que han creado otros viajeros para pensar en lugares y situaciones por los que te gustaría pasar. Y sí, a veces ayuda ponerse a hombros de gigantes para tener mayor perspectiva de las cosas; pero no puedes ponerte con una foto de tu ídolo en el espejo y decir «quiero ser él». Y menos aún, pretender que eso te aporte efectividad para algo en la vida.

¿Qué podrías hacer para ser él? ¿Comenzar a imitarle en todo?

¿Sus gestos, su vocabulario, su forma de vestir? ¿Su actitud y pensamiento? ¿Su manera de relacionarse?

Es autoengañarse. Nunca llegarás a ser mejor persona por ese camino.

Y deja que te diga que por ti mismo ya eres (genérico masculino por comodidad):

  • Creativo, ocurrente, ingenioso.
  • Audaz, proactivo, visionario.
  • Sociable, seguro, interesante.
  • Habilidoso, capaz, edificante.
  • Profundo, cautivador, sexy.

Tan solo recuerda quién eres, y haz uso de ese conocimiento para el bien. Tu propio bien, y el de aquellos que te rodean… Y no te dejes cautivar por voces de sirena que te prometan la vida ideal digna de aparecer en cualquier romance literario.

Dime una sola razón para que tú mismo no debas ser tu seguidor nº1.

Tu hincha incondicional. Tu principal apoyo. Inquebrantablemente fiel a tu esencia

Pues como ya te he dicho, eres todo eso que he enumerado arriba y muchas cosas más; y van a ser las consecuencias de tus acciones las que te definan hoy para el mañana.

Para finalizar, no se me ocurre mejor forma de decirlo:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=hsd9CFFqwwo]

¿Qué te parece, pues, mi criterio acerca de la efectividad? ¿En qué se diferencia del tuyo propio? ¿Has echado algo en falta, o añadirías algo?

Anímate a comentar tus impresiones en el formulario de abajo. Y si te ha gustado el mensaje, tienes a mano los botones para compartir justo debajo de estas líneas.

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Un fuerte abrazo,

Kheldar

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7 comentarios

  1. Y donde está el problema??yo creo que en el autoconocimiento, como bien dices vivimos rodeados de estímulos por doquier, que nos dicen que es una buena vida y como deberíamos guiarnos para tenerla… la mayoría de las veces esta vida está repleta de dinero, mujeres y éxito social y ya de paso, laboral ¿por qué no?¿quién no la querría? Yo no la quiero!! No porque no me atraiga, sino porque yo mismo me puedo procurar una vida exitosa, pero con una gran diferencia, mis propios matices, una vida creada a base de mi esfuerzo y mi reflexión que, tenga lo que tenga, me llenará, porque es solo mía, es mi lienzo pincelado por mí mismo.
    Todas esos estímulos dejan pequeñas semillas en la gente, y en aquellos mas descuidados, en quienes no se preguntan y reflexionan si de verdad es lo que ellos quieren o simplemente se están dejando llevar por una corriente que ni siquiera saben reconocer, pues en aquellos esa semilla acaba creciendo… en este momento las posibilidades son muchas, pero los resultados muy escuetos, generalmente catastróficos…para la propia persona.
    Imaginemos a un arquitecto, que quiere crear el proyecto de su vida, y se pone a dibujar, una vez termine el plano su proyecto estará en su cabeza, lo conocerá al dedillo y sabrá lo que quiere. Si por un problema cualquiera un pilar se desmorona, sabrá lo que hacer, donde ir y como solucionarlo. Imaginemos ahora el mismo arquitecto, con la misma capacidad de crear su obra maestra, pero esta vez robara a su colega de cuarto sus planos, que por cierto, gustan a todo el mundo, una vez se ponga a construir y surjan los problemas, se caiga el primer pilar, será como un efecto dómino, estará perdido en un proyecto que no es el suyo, y que por lo tanto no entiende correctamente.

    En cambio cuanto más nos conocemos, menos queremos ser alguien que no sea nosotros mismos, pues podemos ver que es lo que nos gusta y lo que no, y además que aquello que nos gusta lo podemos hacer y entender de una manera diferente de como lo hacen o entienden los demás,(no mejor ni peor, simplemente nuestra) es en ese momento cuando podemos crear….

  2. Gran artículo Kheldar, la esencia que captura es increíble, simple y directa!
    Te importa si lo traduzco para mi blog? Me encantaría contar con un artículo de este calibre!
    Abrazos y espero tu autorización!

  3. Gracias a Itachi Uchiha, este artículo pudo ser posible, y si no me creís, vean el capítulo 584 de Naruto… Os encontraran más interesante el manga xD. Y no es por agüitar al redactor, pero es que es justamente la verdad. Aunque claro, explicado con el propio punto de vista de Kheldar. Me agradó el artículo. Saludos.

    1. Así me gusta, lectores que sepan captar lo que leen… Itachi tiene su toque ahí, una parte de peso de hecho. Este artículo surge por tres motivos principalmente, y varios otros de regalo. Llevaba tiempo comentando con otras personas que esta manera de considerar efectivas a las personas (en base a «resultados», una medida bastante subjetiva), unida a la forma de auto(DES)conocimiento que se ha difundido por ahí; es idónea para capturar gente que como Kabuto en ese capítulo demuestra, solamente desean aceptación y reconocimiento.

      Es sencillo el por qué es posible que los capture: les promete justo aquello que desean, y en apariencia «se lo da». Eso conduce paulatinamente a un autoabandono, que junto a ese autodesconocimiento que ya mencionaba, empieza a ser más que perjudicial… Aunque la mayoría de aquellos que caen en esto se mantienen tratando de minimizar el impacto emocional que les supone, para darle honor y gloria a su amigo el falo.

      Es interesante remarcar, volviendo al tema del manga; que Naruto comienza la serie del mismo modo que Kabuto: tratando de llamar la atención (con sus gamberradas) para que la gente lo admire y reconozca… Una admiración y reconocimiento que sus acciones, distintas a este gamberrismo inicial, le granjean por sí mismas a lo largo del argumento. Tan solo porque, en vez de hacer como Kabuto y tratar de hacer suyo algo ajeno, se dedicó a crecer de acuerdo a su propia naturaleza y características. A conocer, aprovechar y aumentar su propio poder… Con el propósito de proteger y traer el bien a los suyos, a diferencia del deseo egoísta que mueve a Kabuto (tener un lugar en el mundo a base de ser el mas fuerte para ser de utilidad para alguien).

      Juro que algo se me removió dentro al ver a Itachi decirle a Kabuto lo que le dijo, cuando explica el propósito del Izanami. Abrazos!

  4. El que esta perdido, no sabe que esta perdido y normalmente pone su vida en manos del que se las tienda (como bien dices, «Algunos no escogen bien sus ídolos, ni sus enemigos, ni sus influencias o compañías.» , «Lo que están haciendo es equivocado, pero también sería equivocado culparles». Están perdidos y no lo saben, son todas esas cosas maravillosas pero no se lo creen, llegan incluso al suicidio porque su amor consigo mismos es irreconciliable y como no encuentran sosiego, ni paz, ni amor propio se hace insoportable cuando se quedan en silencio, consigo mismos. Llegan a ir a psicólogos, la ansiedad y los miedos se apoderan de sus vidas, llegan a empastillarlos los psiquiatras y nada sirve, no hay consuelo. La única forma de luchar contra un miedo que te aterroriza es unirte a el, ¿como se vence la agorafobia? pues sintiendo ese pánico y comprendiendo que eres tu mismo quien lo crea, llenándote de «y sis», y que yo ya me sepa todas las teorias del porqué y de como afrontar las situaciones, tampoco me libra de esa fragilidad o inestabilidad emocional si me sigo quedando en el mismo sitio donde estaba, en la mal llamada zona de confort. Conocer personas, relacionarte, darte al mundo y gozar de el, desde el amor propio es el camino correcto y al leerte un tremendo bien estar se acomoda a mi vera, das tranquilidad, le quitas hierro al asunto, todo es fácil, práctico, afinas y aciertas con las palabras y desnudas verdades, que no duelen tanto como crees, al contrario, aligeran la carga a los que andamos perdidos, lo que duele es vivir engañándonos a nosotros mismos, construyendo muros invisibles que nos impiden andar. G R A C I A S queridisimo Kheldar.

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