Septimo error: enfatizar la competitividad

Me juego el cuello a que más de una de las personas que me lee hoy recuerda una ocasión en que ha presenciado o incluso protagonizado una competición o discusión sobre belleza, inteligencia, carisma, personalidad y cualidades.
Empezamos mal desde el principio. Dos personas NO son iguales y no debería compararse a una con otra. Somos iguales en derechos y en deberes, según la ley, y esas historias que todos sabemos ya. Pero lo mencionado arriba en las «competiciones», no es igual ni queriendo.

Cada persona destaca de una forma diferente y tiene algo que llama la atención. En vez de perder el tiempo compitiendo a ver quien es más o mejor en tal cosa, procurad mejorar y superaros constantemente, sacad lo mejor de vuestra parte.

Ya veréis como la cosa cambia. Siempre habrá alguna persona que en algún aspecto destaque más que nosotros, pero no tenemos por qué envidiar eso, ya que nosotros tenemos nuestro propio brillo, y eso es lo que importa.

Tener algo que valga la pena y no ser un ser gris, vacío y superficial.

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2 comentarios

    1. Está alargado solo en un artículo escrito por Balleck, titulado «No seas una Persona Gris». Otros artículos del blog lo continúan…

      Por ejemplo, «Dolce fare niente, o el placer de no hacer nada».

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