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Seductores y Ligones: «Los que hacen».

Primero que nada, mis agradecimientos a los compañeros Fresh, Salvatore, Maverick y Gran_Aven del foro Top Seducción, por inspirarme para escribir esto en respuesta a uno de sus más recientes reportes de campo. Vamos al lío.

En su reporte, básicamente se les ve hacer un trabajo excelente en garitos y discotecas. Gran parte de los reportes de estos chicos (que son bastante buenos y le dan a la práctica con unas ganas que ya quisieran muchos) son en el ámbito nocturno.

Y yo no pude aguantarme las ganas de comentarles que esa coña que se traen entre ellos al parecer, en la cual dicen «soy un seductor/somos unos seductores», no procede mientras que no le den caña al abordaje y aproximación fuera de los garitos y del rollo de la noche.

Ya comentaba Luigi en su artículo la diferencia entre Seductores y Ligones, y la verdad… Visto lo visto, los colegas hasta ahora parecen más bien ligones. Por supuesto, no puedo decir al 100% seguro que sólo hacen nocturno pues aún no los conozco bien, pero si me guío por los aportes que ellos mismos hacen para analizar y aprender juntos si podría.

Ellos sin embargo ya me han comentado que su objetivo principal es salir y divertirse y que ligar es una consecuencia directa de esto. ¿A que nos suena mucho esta frase?

A dia de hoy ya está muy dicha, y muy manida quizás incluso. A mi me suena bastante por lo menos, pues llevo cerca de un año contemplando y promoviendo extensa e intensivamente esa forma de hacer las cosas.

Tanto yo, como otros referentes como Zan y sus chicos de Natural Game, los de La Corte y etc. Apuesto a que la oísteis de mi parte más de una vez.

Cuando esto se hizo eco, mucha gente comenzó a trasladarlo a sitios como ElMetodo.es y los sitios de SexCode. Y ellos, acaban de salir hace poco de allí para buscar la naturalidad. Mis felicitaciones para ellos por lograrlo, dicho sea de paso.

Bien pues, yendo sobre el tema, esta es mi respuesta a algunas de sus argumentaciones:

Me parece correcto que no estéis de acuerdo con lo que digo, de hecho no os conozco demasiado. Tan sólo hablo en base a lo que veo, reportes de nocturno en garitos y peticiones de consejos.

Asi pues me tengo que explicar para que se me entienda bien, y procedo a ello.

Veréis, yo ni siquiera distingo entre personas. Están «los que hacen» y «los que no».

Dentro de «los que hacen» tenemos los que lo hacen en sitios donde se presupone que se hace (véase ligones). Esto es, dentro de los locales de fiesta, que todo el mundo da por supuesto que se puede ligar y espera que ocurra. Y esa es una de las razones de que las defensas que pueda haber estén tan jodidamente altas. Simplemente es el hecho de que AUNQUE ESTÉN PREDISPUESTAS, NO LES VALE CUALQUIERA. Nada mas y nada menos.

Sin embargo, si cambias de tercio y la pillas en un momento donde se supone que no suele pasar, o que es mucho menos común; por ejemplo en la biblioteca, en clase, el bus/tren y sitios asi… Cambia MUCHO. Y más que nada cambia porque por ser inesperado te saca por cojones de la rutina y de la lógica. A no ser claro, que cantes a baboso a la legua. Eso hace saltar la alarma aunque le gustes a la tia.

La clave de la originalidad y la espontaneidad es el aprovechar las oportunidades tal cual se presentan… (Y me permito añadir, además de saber detectarlas).

Y aunque eso incluye aprovechar las de la noche, sin embargo la misma chica que te ligaste de noche, al pasar a tratar con ella de día, tiene que darse cuenta de que no eres un «chuloputas de garito» más. Esto le fallaba mucho a un colega. Le acababan encasillando al poco de «ligón de bareto» y no iba a más con ellas.

Si os podéis identificar con el caso, no hace falta preguntarse más por qué ocurre esto.

Tengo por ahi una lista de sitios preferibles que recogi preguntando a hombres y mujeres. Sitios donde les GUSTARÍA que ocurriese, más que nada. Nadie me ha dicho «me gustaría que me conquisten en un garito». Si que han dicho sin embargo en diversos tipos de fiesta (en la playa, una fiesta hippie, o similares). Casi todo ambientes tranquilos, más íntimos, distendidos y cómodos. Naturales todos, de hecho.

Y en serio, ir a un garito me parece ir a lo fácil. Simplemente porque el alcohol y el calentón hacen casi todo. En un garito, con que medianamente gustes y huelas bien, si eres un pelín simpático ya tienes cacho. Ellas deciden.

«Hm, el chico no está mal. Se cuida, huele y viste bien y es agradable, y yo estoy muy puesta. Esta noche tienes suerte…»

No favorece pero nada una buena conversación, tienes que gritar para hacerte oir, pero estás al restregón, y eso tira. Caen por cansancio prácticamente.

Por otro lado, como ya se ha dicho aquí en el blog, la forma más sencilla que tiene una mujer para librarse de un moscón es darle lo que pide. Y luego, dejar que se largue para no hacerle más caso. Esto pasa con los cosechadores de datos (msn, face, tuenti, mail, etc), que hacen aproximaciones que acaban en nada.

Sinceramente, me parece mucho más complicado el hecho de acercarte a una persona inesperadamente. De conversar con ella de la nada, conseguir que te dedique su tiempo (pues tiene cosas que hacer). De hacer que te preste atención y participe, chocarla y sacarla del estupor a la vez. Sorprenderla gratamente. De llegar al hecho de cerrar la interacción si os apetece, y como os apetezca, o no necesitar cerrar siquiera.

Y el punto supremo. Cerrarla de modo que haya opción a un nuevo encuentro y que éste se produzca. Que en este segundo encuentro, todo os lleve en una espiral de observar y conocer en cuyo centro váis a encontraros… Y que finalmente, se produzca lo que a esta altura ya se estaba deseando. No hace falta decir qué.

Asi pues, aquí tenéis la reflexión del lunes.

En vez de pasarse la noche de garito en garito, pillar a los grupos por la calle. Vayan donde vayan. O vayáis donde vayáis, claro. Seguro que notáis bastante la diferencia, en especial si no han tomado nada.

Y en especial también de día, tratando de colarse en la rutina diaria de la otra persona y hacerse un hueco.

Ya veréis que no hablo por el placer de escucharme.

Kheldar

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3 comentarios

  1. Tío, ¿eso lo has sacado de mi mente o me lo parece? Jajaja. Suscribo, subrayo, acentúo y enmarco el artículo. No tengo nada que añadir, relumbra por sí solo, y yo lo estampaba en el frontal de más de un «alimoche nocturno». Enhorabuena por la feliz intuición.

  2. Durante este último año en el cual he dedicado tiempo a conocerme mejor he llegado a conclusiones parecidas a las reflexiones que compartes.

    Hay personas que quizá no nos desenvolvemos en la noche como otras: suspicacia inicial por parte de muchas de ellas, mucho ruido para hablar, físico que quizá no atrae como otros… Con ello no defiendo dejar de salir por la noche si a uno le gusta, o si es la única forma de compartir buenos ratos con algunos amigos, sino quizá presntar más atención a otras puertas. Efectivamente en otros ambientes más distendidos (o ambientes donde nos sintamos cómodos, como clubs deportivos, etc), donde las personas que nos rodean sienten que están rodeadas de un entorno de más confianza, es donde quizá es más sencillo sacar a relucir lo mejor que uno lleva dentro. Y quizá surja alguna oportunidad, cosa que hay que detectar y en tal caso ser decidido.

    Lo único…. que pasar de ahí a entablar una conversación con una extraña en un sitio donde se supone que nadie lo espera, conseguir que te preste atención y se sorprenda sin que le surjan automáticamente defensas («ya está intentando ligar», «y este dónde va?»), lo veo complejo 🙂 Aunque reconozco que tengo mucho camino por andar….. 😛

    Saludos!!

    1. La vida te sorprende de una manera deliciosa cuando no intentas controlarla y te limitas a vivirla…

      Estoy seguro, César, de que esto resuena en tu interior con tanta fuerza como el resto de reflexiones que compartimos. Por ello te diré que suscribo que si a uno le gusta salir de noche a pasar buenos ratos con sus amigos, lo haga… Pero no que lo convierta en una cacería de mujeres, o algo similar (aunque si le gusta hacer eso, es libre de hacerlo diga yo lo que diga; y yo de pensar lo que prefiera al respecto -por supuesto-).

      Lo importante del camino no es lo que te falte por andar, sino que te sobren ganas de continuarlo. 😛

      Un abrazo y bienvenido cuando gustes.

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