Sanando a través de la aceptación
Comenzaré practicando la claridad y la aceptación de mi propia situación.
Tal es la magnitud de las experiencias que se han sumado en estos días que tengo prácticamente pocas ganas de sentarme a escribir, teniendo en cuenta la intensidad de lo que estoy viviendo y mis procesos profundos al respecto. Entonces…
La vida me llega y me expongo a ella. A raíz de esto, con mi entrega al sencillo propósito de vivir, estoy afrontando con una gran entereza situaciones que en otro momento me habrían destrozado igual que si fuera una muñeca de trapo.
Vuelvo a traerme una conversación para ilustrar todo lo que lleva moviéndose en mi interior, su resonancia en las personas que me rodean y la manera en que confluimos hacia posibles soluciones.
Los antecedentes los brinda ya el compañero que conversa conmigo; así que me ahorro prepararos yo mismo el terreno. Resulta que el señor con quien converso es lo bastante claro y no se deja ni un pequeño detalle…
Prestad atención:
«Creo que no he compartido mucho contigo, pero en sí me pongo a darme cuenta de algunas cosas por mi propia cuenta. He superado obstaculos increibles, sin la ayuda de nadie, como la vez que me meti en una depresión extraordinaria muy fuerte.
Nadie pudo ayudarme realmente; entonces fui a mí mismo y busqué la solución, y claro utilicé la técnica del tapping. Nunca la habia querido utilizar porque tenía una percepción distinta de por qué no es bueno utilizarla, pero solamente la utilice allí y pufff la destruí.
Luego quedé como cuando comenzó a arrancar esa extraña depre: En una estado apatico. Luego destruí esa apatia, y quedé limpio. Entonces me di cuenta de que todo eso se originó porque ya habia desgastado esa vida que yo vivía, o sea, la vida esa de buscar la aprobación y eso me dio felicidad.
Buscaba esas cosas y al principio era muy bueno en eso: tenia varias mujeres al mismo tiempo, y gente que me envidiaba. Luego sentí un vacio porque sentí que esa no era la vida que yo queria vivir, y renuncié a esa mierda poco a poco cuando comenzó la apatia, ya que quería descubrir qué camino recorrer para darle un sentido a la vida.
Investigué mucho por internet. La mayoria era mierda, pero encontré algunas cosas y seguí investigando por mi mismo, hasta que me di cuenta de que en las areas de mi vida donde era muy malo, era por que estaba intentando resistirme al fracaso, intentando evitar algo. No sé qué era, pero lo descubrí investigando mis acciones. Y claro, ya no estoy así de mal y puedo decir que tengo una vida algo gratificante.
Pero lo que me sorprendió era por qué coño estaba intentando evitar, y recordé que antes había leido que el cerebro no entiende la negación… «Mmm, qué extraño», pense… «O sea que si dejo de evitar, ¿el problema está solucionado?».
Y entonces intenté todo lo contrario a resistirme: expresar hasta reventar. Y entonces allí observé bastante libertad, pero habían veces que esa misma intención de expresar la utilizaba para obtener algo y no por expresar en sí… Entonces volví a lo mismo: estaba resistiéndome. Esas areas eran las mujeres y el trabajo. Me di cuenta de que con mis amigos y los hombres en general no ocultaba nada, ni tampoco en el aspecto deportivo.
Fue determinante porque sentí que estaba expresando un sentimiento y eso era el punto. Entonces allí sí encontré en internet a un tipo que hablaba sobre los deseos más profundos, y tenia algunas cosas gratis.
Allí comprendí más de lo que yo ya sabáa pero aun mas avanzado; y me di cuenta con eso de que no podia expresar lo que deseaba hasta que tuviera contacto con ello. Así que yo solito armé mi propia imagen en el deporte donde estaba estancado, y puff me funcionó de mil maravillas.
No sé si ese cuadro estaba bien o mal… Lo cierto es que empecé a tomar más acción que antes, mucha más en todos los lugares. Y empecé a destrozar barreras: cuando sentía alguna barrera me empujaba más hacia el limite, poco a poco pero en el mismo día.
No tardé en tener resultados increíbles hasta con las mujeres que yo quería. Discotecas, calles… Estaba en vicio tomando acción y acción. Y tenía miles de efectos positivos secundarios.
Pero recuerdo que hace dos años estaba leyendo libros de enfermedades mentales y en cierto sentido quedé traumatizado entonces.
Allí recuerdo que fue la primera vez que empecé a luchar con pensamientos involuntarios, así que como observé que cuando luchaba más se acrecentaban, entonces me ocupé de mis asuntos y ni me di cuenta de cuando desaparecieron; pero cada vez que algo me preocupaba volvia a luchar con eso, luego lo dejaba allí quieto y otra vez de nuevo.
Ahora me doy de cuenta de que era la preocupación lo que me afectaba, osea la preocupacion de que yo no pudiera estar en control de mi mismo, me provocaba esa lucha. Pero las cosas que no me interesaban simplemente no las resistía nunca, por lo tanto nunca había líos con eso.
Pero ahorita como estoy en la etapa mas grande de mi vida, donde por primera vez estoy haciendo lo que me da la gana y estoy muy gratificado; entonces me surge de nuevo esa puta preocupación de echarlo todo por la borda. No es algo excesivo, pero sí existe esa preocupación de cagarla.
Sergio, aquí está la pregunta:
Ya me he dado cuenta de que no puedo preocuparme ansiosamente por algo sin que eso me importe. ¿Conoces alguna manera para dejar de resistirme a las preocupaciones?
Esa es la pregunta… O quizá deba hacer otra vez esa cosa que no me gusta llamada tapping para eliminar esa cuestion. Yo prefiero atacar las cosas de raiz… Dale men, espero tu respuesta. Ya sé que esto suena bastante loco, pero no jajaja, ya me hecho examenes cerebrales y mi cerebro y mi psique estan perfectos.
Lo que me sorprende es que he superado grandes obstaculos, que no tiene una persona de mi edad: problemas reales con mi familia, trabajo, algunas metas… Y por primera vez siento que estoy dando pasos grandes a la vida que deseo y siento un enorme deseo por comerme al mundo y no quiero que esta estupidez me fastidie.»
A estas alturas es donde yo le respondo, y aquí le digo ya algo que venía madurando en los últimos días, a raíz de lo vivido por mí mismo. Charlar con él, me ayudaba a resolver mi propio proceso interno… Como suele pasar. Le dije:
Yo lo que hago es vivir igualmente. Si la cosa se jode se jodió, y así es la vida. Pero yo no soy del tipo de joderme si se joden las cosas… Sigo en movimiento.
¿Se jodió? Algo puedo aprender de ello, algo puedo usar para crecer.
¿Me duele? Sí.
¿Me aguanto? No, lo libero. Lo expreso y dejo que tenga su lugar y su momento.
Y eso… Es lo que aconsejo a cualquiera que quiera no dejarse vencer por la preocupación… Vivir igualmente y que fluyan las cosas por donde deban.
Debo decir que yo practico mucho la aceptación, aunque tiendo a rebelarme y para aceptar las cosas… Mi mente analiza, desmigaja y pondera.
Entonces, el compañero comenta de nuevo:
«Creo que por primera vez entiendo qué es la aceptación… Gracias men, gracias men, ufff de pana que siento que me iluminastes. ¡SIIIIIIIIII, eso mismo! Pense que estaba loco, porque cuando me resisto tiendo a analizar. Sigue…»
Y le sigo yo, con una explicación que a saber de dónde saldría, pero que es tan cierta…
No es locura… Es humanidad. Tal vez trabaja de más, pero es humano. La mente es una materia ordenadora, y al mismo tiempo una fuente de recolección de información…
Para que todo funcione relativamente bien; la mente debe poder captar y debe poder colocar lo captado para darle un uso. Si encuentra un vacío… Intenta llenarlo. Y si encuentra un exceso… Intenta vaciarse. Tiende a equilibrarse.
A veces, ese proceso se excede en función por la importancia de esa información para nosotros.
Comprender la muerte, la soledad, el rechazo de la compañía, o cualquier sentimiento intenso es complicado… Porque no se suele aportarle a la mente información al respecto. Y por extensión, cualquier sentimiento cuesta… Imagina.
Si abres el grifo… A veces no controlas el torrente y desbordas tu propia mente, pero sigue siendo natural. Cuando no conoces bien un grifo no sabes su sensibilidad: a lo mejor media vuelta, te da la corriente oportuna.
A lo mejor basta con menos…
A lo mejor necesita más…
Entonces, los que practican meditación… Aprenden a manejar el grifo en cierta manera, aunque muchos lo que buscan es poder cerrarlo a placer. Huyen de su propia humanidad y buscan la innopia.
«¿Y cómo abrimos ese grifo?», me pregunta aquí mi interlocutor.
A lo cual… Mis únicas palabras fueron estas:
Yo no lo sé todavía, pero a mí se me abre viviendo y haciendo cosas. Sintiendo y dejando que me invada. Pensando y dejando que me llene.
Luego ya manejo las corrientes y derivo hacia donde pueda y deba.
Y así pude quitarme un velo más, y compartir mis preocupaciones con alguien de una manera que también sirvió para ayudar en algo.
Todo por la costumbre a la que hoy día me adhiero: abrirme a las personas y contarles lo que me ocurre; me importe o no lo que puedan opinar de mí o de lo que les cuento.
Por la pura liberación y aceptación de mi verdadero yo.
Hablemos sobre aceptación, si quieres
Ya conoces las propuestas de esta casa para que llegues a expresar tu ser por tus propios medios: a través de tus propias habilidades, tu historia, tu esencia y tu identidad.
Además, también habrás llegado a saber algo sobre la manera en que podemos ayudarte a tener listas tus armas naturales y ser ducho en su manejo (lee hasta el final para saber más).
¿No es el caso? Escríbeme a través de la sección de contacto, y pregúntame todo lo que podemos hacer por tu despertar natural a la Magia de Ser Uno Mismo.
Vuelve siempre que gustes.
Lo que es jodidamente paradójico, es que aquello que piensas que muy remotamente te ayuda a conseguir lo que quieres, es justamente lo más poderoso que tienes y te acerca -y de hecho te lleva-.
Y no sabes cuanto me ha ayudado este post, en parte me siento identificado con el… Muy bueno
Me parece genial cuando uno se puede ver a través de las experiencias de otros, creo que tenemos grandes maestros en el mundo y es importante abrir los ojos porque de ellos aprendemos más de lo que podemos imaginar 🙂
Sí, de todo el mundo se puede aprender… Aunque a veces sea a evitar parecerse a quien te enseña jajaja
A mí me suele gustar escuchar a todo el mundo, porque siempre te pueden sorprender de alguna manera. Aunque a veces me toca cerrar el chiringuito, porque quieren usarme de vertedero, ¡y eso nonono!
Creo que una cosa es que aprendas de otros, de sus fallos o aciertos y otra que quieras parecerte a ellos, ahí ya tenemos un problema de identidad, por el que todos hemos pasado en algún momento, pero que dura más bien poco, si sabes gestionarte y sobre todo ver que ser una copia de otro no mola tanto a la final 😀