|

Salud Sexual (1) — Egoísmo Positivo

Hoy vamos a retomar uno de los temas por los que más preguntas recibo: una sexualidad saludable, consciente y liberada. Y para ello, quiero introducir a mi público las delicias del egoísmo positivo.

Para ponernos en antecedentes, os traslado un comentario recibido por el usuario Carlos en la entrada sobre Felicidad Práctica nº1. Esta persona ha querido llamar mi atención sobre el tema de nuevo, y lo hizo de este modo:

Hola Sergio. La verdad acabo de descubrir esta página, llegué a ella por los artículos del 2011 sobre el multiorgasmo masculino. Veo que tiene mucha información y es muy extensa, intentaré ponerme al día ya que hay muchas cosas que creo que me ayudarían mucho en mi vida y no las había visto desde ese punto de vista.

Una persona capaz de cuidar de sí misma practicando el egoísmo positivo te puede dar el mayor de los placeres, si tienes la suerte de tenerla en tu vida
Una persona capaz de cuidar de sí misma practicando el egoísmo positivo te puede dar el mayor de los placeres, si tienes la suerte de tenerla en tu vida. 😉

En cuanto a esos artículos del 2011, ¿no quedaron inconclusos? Concuerdo contigo en lo que has mencionado sobre concentrarse en las sensaciones durante el acto en vez de no hacerlo, es totalmente cierto. En cuanto al tercer articulo, también concuerdo contigo, aunque ahorita no amo a nadie; pero si se a que te refieres, el saber exactamente todas las cosas que te encantan de ella, tanto de personalidad y físicamente. Como esto que pusiste en el Facebook:

“La seducción de verdad es el arte de enamorar a la otra persona descubriéndole su auténtico yo a través de la celebración de su belleza, de la que tú no puedes ser otra cosa que testigo y devoto… Aunque no esclavo. La seducción de verdad es un acto de entrega y plenitud, no un acto de negociación ni de conquista.”

Yo le cambiaria la palabra seducción por amor, el ser un testigo y devoto de la belleza de ella, comunicarlo y tener una respuesta parecida, es un gran potenciador de la pasión y el deseo,

Pero yo creo que ya teniendo eso, si hace falta mas orientación en cuanto a la mecánica del cuerpo en el acto y algunas acciones que uno tenga que hacer para lograr el multiorgasmo. Recientemente acabo de “lograr” retener la eyaculación con el músculo PC (pubococcígeo), pero me di cuenta que si es una eyaculación retrograda.

Como tu mencionaste:

“Sé lo que representa para cualquiera reconocer que necesita consejo sexual. Pero te diré algo: por mucho instinto que se tenga, nadie nace enseñado. Hay simplemente nociones “básicas”, las más naturales y salvajes.”
Yo si creo que si se necesita consejo sexual.

Espero que puedas darle seguimiento al tema en tu blog.

Muchas gracias, lo leeré desde los artículos mas antiguos y lo compartiré

Saludos.

Respondiendo a Carlos y a cualquier otra persona interesada… Pues lo cierto es que sí que tengo más que aportar al respecto, pero no considero que esos artículos estén inconclusos.

Sí que pienso que hay que apoyarlo con otras perspectivas, como la que vamos a trabajar hoy. Atención, porque es algo polémica.

La clave para ser felices en la vida está en practicar un egoísmo positivo

Cuando leemos el título del post de hoy, seguro que dentro de nosotros resuena un duendecillo que dice «el ego es maligno, ser egoísta es algo rastrero e indigno de una buena persona»… Y cosas por el estilo.

Como recordaréis, hace tiempo que venimos defendiendo por aquí que la felicidad es egoísta.

Dicho tal cual, a más de una persona le suena contradictorio, ya que también hay mucho dicho sobre generosidad y entrega entre los textos y materiales que componen mis publicaciones y mis servicios…

Y lo cierto es que este dicho del egoísmo positivo necesita un matiz: la felicidad es egoísta sencillamente porque nadie va a saber mejor que uno mismo lo que nos aporta felicidad individualmente. Solamente pueden hacer conjeturas y sugerencias, basándose en sus propias percepciones y experiencias.

Por qué definir tu propia felicidad es un egoísmo positivo

A pesar de lo mal que suena sugerirte que seas más egoísta en tu día a día, no me voy a retractar.

Sencillamente te voy a sugerir también que no olvides la coletilla de este título; que es «positivo». Aquí, positivo hace referencia al hecho de escoger deliberadamente prestar mas atención a todo aquello que te sienta bien o te ayuda a crecer y ser mejor persona.

E incluso, a estar simplemente a gusto.

Por eso, el egoísmo positivo sería equiparable al hedonismo en el sentido de reconciliarte contigo mismo

De hecho, te quiero invitar a que hagas una prueba muy sencilla:

  1. Escoge tres cosas que te hacen feliz y tres cosas que desearías que te hicieran sentir mejor. No tiene por qué ser algo extravagante, cualquier faceta de tu vida servirá.
  2. Observa las características de cada una de ellas: ¿cómo se relacionan contigo? ¿Y entre sí? No desaproveches la oportunidad de conocerte mejor dando respuesta a esas preguntas.
  3. Una vez tengas claros los nexos, pon a prueba tu ingenio: ¿cómo pueden las cosas que te hacen feliz mejorar tu relación con las que no te hacen sentir tan bien? ¿Qué puedes aprender de ellas que puedas aplicar a las otras?
  4. Elabora tu hipótesis y ponla en práctica. Delimita un tiempo breve para observar posibles resultados, pero deja espacio para que se produzcan. Dos semanas es un plazo ideal, aunque en promedio los resultados suelen llegar ligeramente después.
  5. Documenta y revisa diariamente los progresos y las variaciones en tu plan inicial. Así, además de mantener la perspectiva dentro de lo que es útil y positivo, te crearás una motivación.

Y ahora, el giro hacia lo sexual (o hacia la intimidad, si lo prefieres así)

Sin esta breve introducción al concepto de la felicidad positivamente egoísta, no podría comprenderse por qué cuento lo próximo como lo hago.

En el sexo no es todo una cuestión de amoldarse y comprometerse. No puedes decir algo tan fuerte como «me gusta todo lo que a ti te guste» sin una gran cantidad de trabajo personal y sanación a tus espaldas. Por eso es típica de personas que llevan mucho tiempo trabajándose para tener una sexualidad consciente.

Y eso no significa que tú no puedas llegar a eso, sino que te tomará tiempo y esfuerzo.

Ahora bien, si quieres comenzar simplemente por tener una sexualidad saludable…

¡Haz únicamente lo que te guste hacer!

Y cuando digo esto, lo digo muy en serio.

Me voy a explicar en detalle, antes de que nos volvamos locos:

Estamos muy acostumbrados a «sacrificarnos por la causa», y muchas veces nos provocamos una insatisfacción importante por eso mismo. Hacemos cosas que no nos gustan o que nos provocan cierto rechazo (por las razones que sea), solamente porque sabemos o esperamos que le van a gustar a la otra persona.

Y así nos va…

Para darte un ejemplo desde mi propia perspectiva vital, es raro que yo practique sexo oral a mis compañeras de cama.

No es que no me guste, y tampoco se me da mal; sencillamente no es lo que más me motiva. Y la mayor parte de las veces no me gusta cómo sabe y cómo huele, por muy limpia que sea la otra persona.

Y por eso, como prefiero no cortar el momento entero y largarme de allí con cajas destempladas, me limito a no hacer lo que no quiero hacer.

Exacto, aviso claramente de lo que no haré ni por solidaridad, ni para agradecer que hagan algo por mí… Y pregunto si aplican cosas así en sentido contrario.

De hecho, normalmente me preocupo por tener claro lo que a la otra persona le gusta y lo que no en estos encuentros íntimos. Es decir: sus motivaciones y lo que hace que moje las sábanas (o lo que pille cerca).

Y a la hora de actuar, me quedo explícitamente con eso que me han manifestado que les gusta y les apetece. Aparte, no dejo que me hagan nada que pueda llevar implícito un «me debes una» detrás.

Todo esto lo hago ya no sólo por ver que disfrutan en mi compañía y gracias a nuestra interacción, sino también como prevención para evitar remordimientos y enfados que lleven a acusaciones infundadas a posteriori.

Además, me ayudo de un truco especial para tener las cosas tan claras como se pueda.

Quédate con estas palabras: intercambiar proyecciones

Este par de palabras no define mucho por sí mismo, así que voy a ser tan explícito como lo soy con mi sexualidad en mi vida cotidiana.

Cuando la otra persona sabe y espera que seas abierto y directo con ella, y siempre dentro de unos márgenes de respeto… Empiezan a darse situaciones donde la otra persona responde a tus perversiones elevando el tono y sumando las suyas propias.

El egoísmo positivo te ayuda a encontrar placer y belleza donde otros ven caos...
El egoísmo positivo te ayuda a encontrar placer y belleza donde otros ven caos…

Un ejemplo sencillo de intercambio de proyecciones:

Quieres probar la «postura del perrito», y darle caña a cuatro patas desde atrás a la otra persona.

De repente, y siguiendo tu iniciativa, te dice algo así como «no me metas un dedo en el culo», con un tono que sugiere precisamente que eso es lo que deberías hacer… Y para colmo, aparece de la nada un bote de lubricante que ni siquiera sabías que tuviera.

Es una señal a gritos.

Por supuesto, no estoy diciendo que cuando te dicen que no hagas algo puedes y debes entender que sí hay que hacerlo.

Todo lo contrario: te digo que hay contextos y situaciones (dentro de intercambios consensuados, por supuesto) donde nuestros acompañantes intentan utilizar algo parecido a la psicología inversa y aprovecharse de nuestros propios impulsos añadiendo los suyos a éstos, para liberarse de la carga que supone tomar iniciativas perversas con tu compañero o compañera.

Es una forma sutil de pedir algo sin que parezca que lo pides… Y todos lo hacemos en alguna ocasión.

Y sobre esto, qué te podría yo decir…

Aprende a escuchar, a comprender y a fluir con ello.

Y sobre todo, a utilizar otra rama del egoísmo positivo: a ocuparte de tus propios asuntos en lo placentero, pero para bien.

Se trata de que no vayas a correrte sin más; pero a la vez de que no estés siempre pendiente de lo que la otra persona estará pasando y pensando.  Si os acostumbráis desde ya a compartir la iniciativa y a comunicaros abiertamente… Bueno. Digamos que se termina dando y recibiendo lo más placentero para los implicados.

###

Ya te he hablado del egoísmo positivo y de cómo lo aplico en mi vida. ¡Te toca compartir a ti!

Y tú, ¿te sacrificas habitualmente? ¿O eres más bien rebelde? ¿Das para recibir, o por compromiso al recibir?

Si gustas, puedes compartir experiencias de egoísmo, negativo y positivo, en los comentarios. También es interesante que te atrevas a hacer un voto público declarando lo que te gusta.

Y más importante: ¿qué has aprendido de tus anteriores parejas y relaciones? ¿Qué les enseñarías a las que están por venir sobre lo que te hace feliz y te hace disfrutar?

No temas hablar, porque el que tiene boca se equivoca…

Pero más equivocado está el que se asfixia con lo que deja por decir.


Una invitación extra:

Si quieres mantenerte al tanto de mis avances, haz click en “Me Gusta” en la página de Facebook. Así podrás:

  • Recibir actualizaciones sobre mis libros, mi blog y otros contenidos.
  • Participar en concursos y otros eventos que organice.
  • Compartir tus intereses y crear relaciones con gente afín.

Para aumentar la calidad de tu Experiencia LVEF, puedes también:

  • Leer las entradas del blog para conocer y practicar la Alquimia Interior.
  • Invitar a tus amigos a esta plataforma para acompañarte en tu transformación.
  • Participar con tu opinión y sugerencias. ¿Cómo podemos ayudarte mejor?
  • Suscribirte al blog para recibir en tu bandeja un aviso con cada nueva publicación, y un PDF de regalo. Puedes hacerlo al final de este texto.
  • Contactar a través del Social Media. ¡Queremos saber sobre ti!

Por favor, si te ha gustado esta entrada, considera:

  • Puntuarla – Para que pueda conocer cuánto te ha gustado.
  • Comentarla – Para que con tu opinión sigamos creando inteligencia colectiva.
  • Compartirla – Para que otras personas puedan beneficiarse y disfrutarla.
  • Recomendarnos – Para seguir creciendo y avanzando junto a ti y los tuyos.

Muchísimas gracias por tu atención, compañía y colaboración.

Un abrazo, y vuelve cuando quieras.

Kheldar

 

Publicaciones Similares

2 comentarios

  1. Mi novia una vez tiene un orgasmo, ya no quiere que la toquen más por un rato (no sé a que va eso, pero me he topado con otras chicas así) pero yo sabiendo eso, a veces me hago el ignorante cuando no he eyaculado y ella si, así que la sigo penetrando aunque sé que no le está gustando mucho (pero claro no es que le molesta ni duele, solo que no siente mucho placer)… y esto es algo que le agradezco a ella porque se deja contar de complacerme pues ve que no he culminado.

    1. La explicación es un aumento de la sensibilidad que tarda un rato en regularse de nuevo, Víctor… Para algunas personas llega a ser tan doloroso que ni aunque quieran te dejan acercarte. Hay quien sufre al mismo tiempo contracciones que les fuerzan a cerrarse sobre sí y hacer una bola con su cuerpo. Hasta tocarse ellas mismas les puede resultar molesto.

      Sí que es algo de agradecer que si tu pareja está en esa liga te permita seguir, aunque supongo que en cierto sentido lo hace porque tu placer le da placer a ella. Sería interesante hablarlo abiertamente entre ambos, para que mejoren vuestros encuentros si se repite a menudo esa situación.

      Abrazos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *