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¿Qué quieres cuando te refieres a disfrutar? Parte 2

Como el título sugiere, aquí voy a continuar con las reflexiones vertidas en el escrito ¿Qué quieres cuando te refieres a disfrutar? que fue publicado la semana pasada en este mismo blog. En dicho artículo me limité a sentar las bases para el planteamiento.

Y a plantearlo ahora me dispongo. Adelante con ello.

Veréis, llevo en esto desde antes de que hubiera una comunidad de la seducción como tal. Yo era tan sólo un pequeño bastardete al que le picaban los huevos y tenía gracia y labia para derrocharla, no me costaba esfuerzo atraer a las personas… Siempre he sido el que llaman «el lanzado de la pandilla». Me gusta sorprenderme con gente nueva.

Entre algunos de mis grupos no faltan aquellos que dicen «si hubieras estado tú seguro que habríamos conocido a mas gente»… Solo que a veces, ese «gente» que yo prefiero decir, es un «chicas» por su parte. Aunque en muchos casos, el hecho de ser así atraería hacia mi a personas que a mi mismo no me atraían. Y otras que…

Simplemente no me gustaban como personas. Dejémoslo en eso.

Esto, lejos de ser un alarde o una recapitulación (que podría estar dicha con palabras más educadas, formales o bonitas pero no transmitiría ni de lejos la misma impresión que quiero dar, que es la de que esto me inspiraría desidia si no fuera por mi atracción por la mejora personal en todo aspecto posible) de mi propia historia es lo que quiero usar para señalaros que yo no tendría por qué estar gastando tiempo en escribir algo de este tipo para nadie. Ni siquiera para mí mismo, son ideas que yo tengo claras… Aunque escribir me ayude a aclararlas un poquito más, y a veces sean tan agresivas porque no me molesto en diluirlas. Pero en mi tierra se dice: «la verdad aprieta pero no ahoga».

Tampoco tendría por qué haber gastado mi tiempo en leer, ver y en definitiva conocer aquello que hoy por hoy critico… Según muchos bastante a la ligera. En días recientes he sido protagonista de una colosal discusión al respecto de esto, por limitarme a defenderos a vosotros. Sí, a vosotros los que leéis cosas que supuestamente persiguen ayudaros a mejorar, un beneficio para vuestras vidas, mejoras y cambios.

Nuevamente, es algo que no tendría por qué haber hecho y lo hice porque me dio la gana… Porque no me apetece que os arruinen la vida haciendo que penséis que estáis actuando correctamente, incorporando creencias que no os favorecen más que las que ya tenéis o pudiérais poseer… Y esas mierdas.

Hace muy pocos días, he visto claramente que hay personas que le otorgan tanta confianza a los métodos y materiales de la seducción como para decir que son infalibles y sirven, pero no funcionan si uno no es congruente con ellos.

Ya puestos, por qué no decir que también he visto a personas que creía bastante más maduras e inteligentes llegar a defender a capa y espada que se les enseñe a los novatos ideas denigrantes y autodestructivas, que pueden llegar a hacer daños psicológicos a quienes las adquiere o a quien trata con dicho adquisitor.

Y desde aquí, decir que en su búsqueda del disfrute están perdiendo el rumbo y la esencia. Muchos ya cayeron… Se están convirtiendo en lo que más criticaban.

Pero va siendo hora de cortar el escrito aquí… Tú quieres aprender a disfrutar. Y yo creo saber a qué te refieres con disfrutar… Una situación natural, sin tensiones, sin esfuerzos, que surge con espontaneidad y sinceridad. Sólamente puede haber comodidad y confianza.

Quieres aprender a disfrutar de la vida tal como se presenta, y aprender a estar presente sin forzar las cosas. Quieres aprender a hacer que las cosas ocurran sin que para ello tengas que poner un esfuerzo consciente en ello. Y quieres que tu compañía sea igual de disfrutada. Que se te recuerde con pasión, con cariño y deleite. Sin miedo, sin asco.

Por ahora… Me he limitado a decirte por qué no estás obteniendo lo que buscas. Hay quien no quiere brindarte eso, pero quiere hacerte creer que sí te lo está brindando. Y quiere que sigas haciéndole caso… Porque para ellos es mejor. Les haces ganar unas perrillas y de paso alguna mujer que podía estar contigo, igual le cae a alguno de ellos en gracia. Así que de ti depende.

No me corresponde a mi hacerte decidir pero te planteo una reflexión:

Te quedas con los libros y materiales cuya ayuda te convierte en alguien resentido, egoísta, sobreexigente, exaltado y dañino para las mujeres…

O lo desechas y buscas tu propio camino entre las millones de sendas que se te ponen delante cuando abrazas la naturalidad, y te conoces a ti mismo.

Espero verte en el camino… Y no dentro de tu casa, leyendo una vez más.

Kheldar

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5 comentarios

  1. Jajajaja nose porque…pero creo que se por donde va tooooooodo este hilo :P. Ya sabes muchacho!! Como has dicho… sigue tu camino 😉 Que la fuerza te acompañe y todos lo veamos 😛

  2. Jajajaja, pues la verdad… Si sabes por dónde van los tiros, te felicito. Aunque mi manera de exponerlas no sea la mejor, hay verdades que merecen ser tenidas en cuenta.

    Y en este caso, las verdades me llevan a contradecir las actuales creencias de muchísimas personas embebidas en «la seducción»… Alienadas por la estrategia de venta del maestrillo de turno. Cosa que por lo visto, escuece.

    Es un camino muy bien trazado el que sigo… Y afortunadamente, por mi propia mano.

  3. Como siempre Kheldar da en el blanco. Personalmente, vuelvo a repetir, los únicos libros que realmente me han ayudado han sido los de motivación y autoayuda, no los de seducción, o tan sólo la parte de la autoestima a que se referían. Puedo decir incluso que la lectura de estos libros supuestos de seducción científica me hacían sentir peor, porque me daban un método que luego no me funcionaba. Un día me dí cuenta que no era yo quién fallaba, como decían estos libelos demoníacos, sino que simplemente había chicas a las que atraía y a otras no. Para mí la seducción consiste en aplicar la naturalidad esencial de cada uno, y saber aplicarla en cada interacción, sin métodos ni tubos de ensayo, con el único armázón que tu personalidad y tu identidad humana. Saludos a todos y a seguir mejorando.

  4. jajaja, fuck yea! Diana!

    Pero no olvidemos que no todos somos iguales, hay gente que es destructiva y le encanta serlo. Y ademas no tiene porqué cambiar.

    En mi caso, no me arrepiento de haber leído libros, porque me ha cambiado la vida,
    el método funciona, pero te convierte en como bien apuntaba Kheldar; egoísta, sobreexigente, resentido, dañino para las mujeres…lo he pasado muy mal 🙂 Me ha llegado a absorver completamente, a obsesionarme. Yo creo que aplicar algunos de los principios del sex code en tu personalidad no vienen mal a nadie 🙂 Fuerza señores!!

    1. El único principio de todos esos métodos (sea cual fuere el aludido) que veo interesante es el de ponerte delante de alguien si lo que quieres es conocerlo.

      Por demás… Cada uno campe por donde quiera, que ancha es Castilla x)

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