¿Qué me cabe esperar?

Tal vez la pregunta más espinosa y arriesgada que se nos pueda ocurrir, por la alta capacidad que entraña para traer desengaño y decepción a nuestras vidas.

Demasiada gente actúa en la vida moviéndose en base a expectativas que luego, de no cumplirse, generan una frustración atenazante y pertinaz, que no se deja purgar.

Todo es cuestión de una manía que tienen las personas, que todos hemos experimentado. Es cuando el acto de pensar, pasa a ser el de sobrepensar. Excederse en el pensamiento o en el intento por aplicar la lógica o ciertas «leyes de causa y efecto»…

Como si fueran una medida exacta inequívoca del devenir universal.

Nosotros como personas tenemos una fijación casi enfermiza por pensar demasiado en determinada dirección y es la calidad del pensamiento sostenido lo que nos hace avanzar en una dirección y retroceder dos pasos en otra.

Demasiadas veces topo con situaciones tipo «amigo/a que te cuenta que necesita obligarse a hacer cosas si quiere verlas realizadas«, o bien tipo «amigo/a que te cuenta que le suceden ciertas cosas con las relaciones de pareja no son lo mismo desde hace tiempo«. Pasando por la gente que alude estar bloqueada, desmotivada, que no se reconoce a sí misma, que no es capaz de gestionar adecuadamente el cambio…

Todas estas personas tienen puestas unas expectativas sobre cómo son las cosas… Porque para ellos, es lo más probable.

Y así es como, efectivamente, acaban teniendo que confesarse a alguien y exponerse a recibir consejos que pueden beneficiarlos o perjudicarlos. Según la fuente.

Pocas veces se paran a preguntarse cosas del tipo qué haría yo mismo con mis propios medios… A pesar de aquel precioso enunciado motivador que reza «si quieres ver cambios; comienza desde donde estás, usa lo que tengas, haz lo que puedas«. Pocas veces se paran a hacer introspección para conocerse a sí mismos…

Y la mayor parte del tiempo, prefieren que otro les diga cómo son o cómo deberían ser.

Así vienen luego los roces en el alma por el vacío existencial de emprender ciertas acciones. O las bajadas de ánimo y las depresiones porque aunque te asemejes a los ideales que te venden, no casan contigo, no te llenan… No mejoran tu vida.

Por ello, yo aquí (una vez más) cambio de tercio y defiendo la verdadera naturalidad del ser humano. Abandona el sobrepensar y el sobreactuar… Haz sólo lo necesario.

Disfruta de tu vida, haz una vida que valga la pena ser vivida… Y no te faltará ni felicidad ni compañía agradable. El mejor consejo que he recibido nunca es: «Haz lo que amas y no te preocupes por lo demás, todo llega cuando debe.»

Y con ese consejo os dejo armar vuestras propias reflexiones.

 

¡Abrazos!

Kheldar

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5 comentarios

  1. Me ha gustado mucho la ultima frase “Haz lo que amas y no te preocupes por lo demás, todo llega cuando debe.”

    Kheldar me estoy leyendo un libro de Taoísmo que se llama Lie-Tse, te lo recomiendo 🙂

    un abrazo!

  2. Excelente aporte, comparto el mismo gusto por el ultimo aporte “Haz lo que amas y no te preocupes por lo demás, todo llega cuando debe ”, en ocasiones tratamos de hacer tanto, nos forzamos a querer cambiar u hacer algo que deberia generarnos paz o un sentimiento de alivio; que en vez de eso sentimos una total fustración por no lograr aquello que nos forzamos hacer y olvidamos lo primordial es hacernos feliz…..

  3. Estoy aquí y llego a entender muchas cosas, porque previamente he tenido la suerte de ir a un taller que me hizo dar respuesta a la mayoría de las preguntas relativas a la autoestima correcta y las encontré. En lo que me gustaría hacer hincapié es en que no todas las personas tienen una autoestima incondicional como se aprecia que afortunadamente tienes tu, me explico, tu estima no depende de factores externos, ni te quieres o valoras menos porque un esfuerzo que hayas echo no obtenga recompensa y porque seguramente tienes unos patrones de auto pensamiento correctos y ese es el truco, tu si estas en el camino de la felicidad, pero resulta que hay un gran numero de personas que están perdidas y no saben que tienen un problema basado en su autoestima condicionada, no saben que están perdidos, ni saben que existe solución, sólo viven con la marea y si la ola esta arriba lo flipan y si el mar se calma se deprimen, si miran hacia dentro sienten que algo está roto, que algo falla en su interior pero que no saben ni el que, ni el porqué. Cursos como el de Miguel Gúzman, en busca de una autoestima indestructible o incondicional debieran ser un manual de instrucciones que nos deberían dar al lado del de la matemáticas y justo después de ese taller, venirse al tuyo, que es un «continuará» en el desarrollo personal enfocado en la seducción, por eso aveces te quedas corto con clientes o amigos o usuarios que parecen quedarse a medias en el discurso. Cuando una persona tiene un autoestima incorrecta y no se sabe las instrucciones, de nada sirve decirle busca dentro de ti, tu eres la solución o en ti esta la solución, «Disfruta de tu vida, haz una vida que valga la pena ser vivida», si no le das el software que conlleva esas instrucciones por mas que se lo proponga JAMÁS saldrá del bucle en el que se encuentra, ni emocional ni sentimentalmente, de echo sentimentalmente va a buscar exactamente lo mismo que a si mismo no se sabe proporcionar al ser un ser incompleto, roto, defectuoso y se convierte en un pozo sin fondo. Para llegar a entender y usar tus conocimientos, antes sería preciso estar en posesión de una autoestima incondicional.

    1. Lucía, tienes razón en parte pero también la pierdes en otro punto. Sí, parto de la base de una autoestima incondicional, pero NO va después de conseguirlo sino que es una forma de darse cuenta de lo que nos ocurre, de ese conflicto. Es el mazazo que no ves venir. Es el encontronazo con tu propia debilidad en ese aspecto.

      A quien no le sirve, es porque (como bien señalas) desconfía de lo que puede ofrecerse a sí mismo. Cursos como el de Miguel o como mi Alquimia Interior llevan a lidiar con ello y resolverlo; el de Miguel a través de su reprogramación con PNL y el mío a través de un simple ejercicio de honestidad y compromiso con uno mismo para expresar y transformarse (mejorar) desde lo que uno es y está viviendo ahora. Metafóricamente hablando, mi Alquimia Interior es comprometerse a transformar tu mierda en oro. Y funciona así:

      Obviamente habrá personas que busquen refuerzos externos y sigan condicionando su autoestima, ya sea a métodos o a resultados… Pero yo no soy como las religiones, que intentan captar al mayor número de fieles posible. Si necesitas la carga de liberación que contiene mi mensaje y estás preparada para tomarla y recibirla (ya que es un acto doble, al mismo tiempo activo y pasivo)… Así ocurre. Tengas la autoestima que tengas, empiezas a recibir lo que algunos llaman cariñosamente «misiles de crucero», que derrumban muros y creencias erróneas, y los falsos espejos que nos colocamos para no ver lo que no queremos ver… Y te conviertes (nos convertimos todos) en una especie de material pluripotente al que dar forma de manera autodirigida, consciente y consecuente. Responsable, libre y abiertamente, siendo únicamente tú misma y cumpliendo con tu potencial.

      Todo lo demás es, a mi modo de entenderlo, una forma de mantenerte encadenada a la necesidad de recibir cursos y consumir materiales… Y no de fomentar la preferencia de asistir y conocer. Es muy diferente… Y a buen seguro, pronto lo notarás.

      Un abrazo y gracias por tu aporte.

      1. De todos los que he conocido, sin duda tu eres mi manual de instrucciones preferido. Dices tantas cosas y tan cargadas de contenido que tengo que repetir el visionado por frases pa ir asimilando tanto conocimiento. Parece increíble que incluso en estos tiempos de tener a mano todas las opciones, todos los conocimientos y todas las sabidurías, algunos andemos tan perdidos, no atinando, tropezando tantas veces en la misma piedra y empeñándonos en creer que el fallo está en la piedra. No se si me explico pero quiero que sepas que hasta la saciedad, no me cansaré de agradecer tus libros, tus textos, tus vídeos, tu presencia. Ayudas de un modo tan profundo a la gente… me ayudas de un modo tan profundo que se me remueven las entrañas, se me tranquiliza el alma, desaparecen los miedos, los sentimientos de bloqueo y entonces todo empieza a tener mejor sentido (no digo mas ni menos, digo mejor) y entonces todo fluye…y desde que tuve la suerte de encontrarte y a partir de entonces, ¿que es la vida, sino fluir? queridisimo Kheldar. Eternamente agradecida.

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