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Principios: Sensualidad (I)

Tratemos hoy de comprender la sensualidad, incluyendo en ella los conceptos de tensión sexual, intenciones/declaraciones de intereses y sexualizar la interacción. No es fácil de sintetizar desde luego, pero a ver que se puede hacer.

¿Qué es la sensualidad?

Simple y sencillamente, la capacidad que algo o alguien tiene de estimular tus sentidos y emociones. 

Es decir, que todos podemos ser sensuales, ¡aunque no sea de la manera que queremos e imaginamos!

A la mayoría de nosotros nos apetece ser sensuales en el sentido de «proyectar deseabilidad, ser atractivos y agradables». Pero no siempre es posible. A veces inspiramos asco, ira o rechazo, por cosas totalmente fuera de nuestro control.

Me pasó con una chica que cada pocos meses retomaba el contacto conmigo… Y a la semana o así, volvía a alejarse porque «le recordaba mucho a su ex». ¿Culpa mía? En absoluto. Aunque admito que tengo curiosidad por saber en qué nos parecíamos tanto.

¿Cómo se manifiesta la sensualidad en una interacción social?

Forma parte de la comunicación no verbal. Tiende a ser subliminal, es decir, algo que «proyectamos» sin más esfuerzo que ser nosotros mismos y hacer aquello que disfrutamos.

En ese sentido, mediante la sensualidad le demostramos a los demás que vale la pena pasar rato con nosotros. Y, sí, también indicamos que somos deseables. Y en ello cuenta más nuestra actitud general que nuestros actos, por cierto.

Dentro de cualquier interacción, nuestra sensualidad puede manifestarse de múltiples maneras.

La más habitual es como acompañamiento a una situación de evidente tensión sexual. Esto es, cuando hay atracción entre dos personas que interactúan. Independientemente de si es unilateral o bien mutua, suceden intercambios (de historias y gestos físicos) que estimulan a los participantes.

Por ejemplo, nos fijamos más en el aspecto, la voz, el aroma y la forma de expresarse y moverse que tiene el otro. ¿Te habías dado cuenta de esto?

En otra entrada de este blog, De colegueo a «algo más», proporciono algunos consejos iniciales para guiarnos por esta vía. No me gusta repetirme si no responde a un fín determinado, y aquí me lo puedo ahorrar! 😉

Tu destreza al comunicarte también es parte de tu sensualidad. ¡Comunicarte es sexy!

Para declarar las intenciones, los intereses y ponerle picante al encuentro, cada uno tiene su estilo.

¿Qué te dice esta mirada?
¿Qué te dice esta mirada?

Algunos recurren al baile. Otros a los chistes y el humor. Para mí, nada mejor que hacerlo con la picardía: los dobles sentidos, las insinuaciones a media tinta… En mi diccionario personal esto es dar o tomar canela.

O lo que es lo mismo: esgrimir tu actitud y tus palabras con descaro, hacer uso de insinuaciones y hacerlo con gracia pero con sutileza.

Cuando estaba dentro de los foros de seductores y explicaba esto, me decían que era como mezclar SOI’s de Juggler con C&F de DeAngelo y la curiosidad de Zan Perrion. Si te mueves en esos círculos y te gusta coleccionar teorías, tal vez te sirva para entenderlo.

Para mí es interesarte de verdad por la otra persona y echarle un poco de morro para que se interese por ti. Sin más.

Trucos para desarrollar una actitud sensual a prueba del paso del tiempo

Sweetdream, antiguo compañero mio, tenía la costumbre de decir que no hay mejor cosa para sensualizar que hablar de los pequeños placeres que uno disfruta como el que comenta que va a llover. Es decir, con total naturalidad pero no por ello sin gracia alguna.

Cuando alguien tiene razón, aunque nos llevemos mal o tengamos ideas contrarias, no se la quito. No soy un insensato.

Es lo que de toda la vida hemos conocido en mi casa por «hablar sin tapujos» y «decir las cosas a la cara». Sin cortarse, pero preferiblemente sin pasarse. Es otro rollo, os lo aseguro. Se disfruta como nada, y las sonrisas florecen solas. 😉

Allá por 2014 comencé a entender esta actitud como sinceridad sin sincericidio gracias a mi adorada Eva. Un beso para ella.

Estimular tus sentidos y los de otras personas es fácil, si sabes cómo

A continuación reflejo una cita de un sitio web que habla de la sensualidad, y que encuentro bastante acertada.

La sensualidad incorpora los sentidos: vista, gusto, tacto, olfato y oído e incluso espiritualidad.  La principal función de estos es permitir que nos relacionemos con el mundo que nos rodea.  Pero si sabemos como utilizarlos se pueden convertir en el arma perfecta para despertar pasiones y triunfar en el difícil arte de las relaciones amorosas, pues una mirada sugestiva, un suspirar al oído o una caricia en el lugar adecuado, pueden decir más que mil palabras.

Como no tengo idea de si este sitio web o la entrada que cito sobrevivirá, prefiero reflejar aquí ese aporte.

Es un texto en el que nos dan ideas para revitalizar el deseo, así que parece centrado en las parejas de larga duración. Pero eso no quiere decir que no podamos aprender nada de ello si estamos solteros y buscando pareja, o tenemos una relación reciente.

A partir de aquí, sigo citando el texto y añado algunos comentarios (los epígrafes son propios):

Estimular la vista

A través de la mirada se pueden expresar todas las emociones posibles y producirlas también, por lo que saber qué efectos producen en las personas es muy importante para la sensualidad.

Totalmente de acuerdo por un lado, pero se me hace escaso por otro.

Nos hablan de expresarnos a través de la mirada, pero no de cómo podemos estimular al otro a través de la mirada. Desde nuestra apariencia física hasta nuestra vestimenta y adornos, incluyendo el uso de lencería y accesorios concretos, transmite algo a través de la mirada a quienes nos ven.

Uno de los ejemplos más famosos de estímulo visual son los chokers, esos collares muy ceñidos al cuello que estaban de moda en los 90 y han resucitado en los últimos años. Algunos de ellos son muy inocentes, pero otros son un código no verbal en la órbita BDSM.

Asombrar mediante el gusto

El gusto y lo que hagamos para estimularlo puede alimentar varios sentidos a la vez. Por ejemplo… ¿Qué te dice esta foto de Scarlett Johansson?

Besar es uno de los placeres más grandes de la vida en pareja. El intercambio de afecto que produce un beso es determinante para poner alerta a los otros sentidos. También debes prestar especial atención a tu higiene bucal: una boca mal cuidada o el mal aliento, arruina lo que los demás sentidos logran.

Es cierto que un buen beso hace maravillas, pero cuidar tu boca no es la única manera de estimular el gusto.

¿Alguna vez has intentado cocinar algo para esa persona especial? Es más, ¿intentaste ponerle el sabor especial de la abuela?

Si lo intentaste, seguro que me entiendes. Y si no lo has intentado, al mencionar el sabor especial de la abuela seguro que te queda claro.

Por otro lado, también están esos alimentos que por su química resultan afrodisíacos. Cosas como el marisco o el chocolate. ¿A ti te ponen? ¿Conoces a alguien que se ponga a tono con ellos?

Deleitar el tacto

A través del tacto exploras el cuerpo de tu pareja y encuentras zonas específicas en las que una determinada caricia puede producir una respuesta inmediata.

La piel está en todo el cuerpo, así que es nuestro órgano sexual y sensual más grande.

El tacto es una bomba de placer, pero el contacto físico entre dos personas puede ser peliagudo. No todos reaccionamos igual a una textura, a una intensidad o al contacto en una zona específica.

Por eso es que escogemos unos tejidos y materiales concretos para nuestra ropa, o para nuestra cama, y rechazamos otros. Y por eso es también que dejamos lo que nos parece más intenso para esos momentos de mayor calma, complicidad e intimidad.

Un buen amante sensual sabe cuándo es el momento para abrirse a la intimidad. 😉

Seducir al olfato

A mí, hablar de aromas me pone a pensar en la piel primero, en la ropa y el cabello después, y finalmente, en otros adornos... Como esas flores.
A mí, hablar de aromas me pone a pensar en la piel primero, en la ropa y el cabello después, y finalmente, en otros adornos… Como esas flores.

El olor natural de una persona puede desencadenar un vivo deseo en su pareja y además define la esencia de cada persona; es importante tener en cuenta que los olores fuertes no producen una respuesta positiva en la mayoría de las personas. Aquí es donde se puede jugar con el perfume, el olor natural, los aceites esenciales y esas cosas que pueden aportar a según qué situaciones. A tener en cuenta en especial para tu vivienda, que no esté plagada de focos de malos aromas.

Lo más normal es que hablar de seducir el olfato te haga pensar en tu perfume, tu champú, tu jabón o loción corporal, el detergente y el suavizante que usas o el ambientador que usas en tus espacios… Pero vamos a ir un poco más allá.

En esta entrada del 2022 hablamos sobre el olor de la amistad.

Es decir, sobre cómo nos guiamos por nuestro olfato para decidir si alguien es válido para ser nuestro amigo o no. Un pequeño detalle lo determina: lo semejantes que son nuestros olores corporales.

Si alguien te cayó bien o mal a primera vista, es probable que más bien fuese a primera olida. 😉

Endulzar el oído

Hay muchos sonidos que tienen un carácter extremadamente erótico: los gemidos, jadeos e incluso el sonido que produce un beso puede ser suficiente para excitar a su pareja.

Por desgracia, a la mayoría de las personas nos da reparo hacer cualquier tipo de ruido que suene a relajación o a placer. Gemir, suspirar o una risa traviesa son buenos ejemplos de ello.

Puede que se te escapen de vez en cuando, y que inmediatamente te avergüences de ello. Debido a ello, algunas prácticas de sexualidad somática, sexualidad consciente y sex coaching pasan por…

Sí, lo adivinaste. ¡Ponerte a hacer ruido!

Bueno, a eso y a atender a otros ruidos altamente sensuales… Como el roce de tu cabello contra la ropa y la piel de la otra persona.

En síntesis, hemos hablado hasta aquí de la sensualidad a través de nuestros sentidos externos

Y a modo de resumen, dejamos en claro que:

  • La sensualidad es una cualidad presente en todos, que nos permite estimular nuestros sentidos o los de otra persona.
  • No hay un único estímulo que funcione para todo el mundo. Algunos, incluso, llegan a ser desagradables o demasiado íntimos.
  • Se puede estimular cada sentido de maneras evidentes y también de maneras sutiles.
  • Normalmente relacionamos la sensualidad y el sentido de la vista con las miradas, pero también se trata de todo aquello que «nos da gusto verlo».
  • Al principio, lo único que nos preocupa del sentido del gusto es que nuestros besos sepan bien. Luego nos preocupamos también por enamorar al otro a través del estómago.
  • El tacto es a la vez el más completo y el más complejo de los sentidos. Es el que solemos dejar más para la intimidad. Y además, es el que estamos habituados a estimular más a menudo (incluso con nuestra propia ropa).
  • El olfato es tan potente que podemos hablar de amor y amistad a primera olida.
  • Y el oído se puede estimular con cosas tan sencillas como tu voz, tus ruidos y prestar atención a lo que sucede a tu alrededor.

Para leer sobre la sensualidad de nuestros sentidos internos, te recomiendo visitar la segunda parte aquí.

De momento me despido de ti, y te espero en la segunda parte.

Un abrazo y vuelve a La Vida es Fluir siempre que gustes.

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5 comentarios

  1. Me acabo de dar cuenta que el articulo que escribe esa vez para este blog… ya lo habías escrito.
    Creo que «Plaguie» sin darme cuenta…maldita sea!

  2. Me quedo con esta frase:
    Podemos definir sensualidad como “comunicación subliminal, una proyección erótica en la que indicamos que somos deseables”

    Para ello, propones hacer uso adecuadamente, entre otros, de:

    a) Vista: a través de un adecuado lenguaje corporal. ¿qué entenderías por adecuado lenguaje corporal?
    b) Tacto: un adecuado Kino.
    c) Oído: Soy de los que he olvidado el uso del sonido como arma mortal de seducción. (Voy a trabajarlo).

    Me gustaría preguntarte si por adecuado kino entenderías a cómo expones en el post de Háptica a un kino dividido en 2 partes: dominancia y confidencia.

    Abrazos.

    1. ¿Kino? ¿Qué tiene que ver el cine aquí? Hasta donde yo conozco, «kino» es el vocablo alemán para cine.

      Ya tuve la riña hace tiempo para aclarar que movimiento y tacto no son lo mismo, al igual que no lo son las raíces «kino» y «hapto».

      Adecuado lenguaje corporal… Basta con pensar en algo. «Regio». El pensar en ese vocablo conscientemente obra maravillas en cómo se mueve y gesticula uno.

  3. Tengo la intuición de que te agrada más o menos el sabor de los besos de una chica, al menos en una buena cuantía (se entiende que la higiene también juegue su papel), en función de tu compatibilidad genética. Y lo mismo para el olor. Hasta ahí la gente con la que he comentado esto está más o menos deacuerdo.
    Pero cuando empiezas a estrechar vínculos con una chica, y te va gustando más, parece como si el sabor y el olor te gustasen más. ¿Un engaño del cerebro al generar oxitocina que aparentemente cambia tu percepción para favorecer la reproducción de nuestra especie? ¿O es por la adicción que se va creando a esa persona?
    Supongo que esto también ocurre con los demás sentidos, pero por sus propias características se note más sutil…
    Por otra parte, me llama la atención lo de Sweetdream, parece algo realmente sencillo de aplicar. ¿Pero esos placeres a comentar principalmente serán los experimentados quinestésicamente no? A mí personalmente son los que más me gusta comunicar…

    1. Yo no me limitaría en respecto a los placeres. Todo placer, sea por imaginación o por percepción; es digno de tener en cuenta y mencionarle a alguien.

      El resto de cuestiones… Prefiero no intentar adivinar si los besos te saben mejor o peor porque te gusta la persona o porque hay compatibilidad genética.

      Sobre el tema del «engaño cerebral»… Puedes ver esos estudios que afirman que el amor viene del sexo en base a las sustancias que libera el acto sexual y el comportamiento cerebral al respecto.

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