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Principios: Rapport (acompasamiento)

Comenzando con la serie de los Principios de Seducción, y al tiempo continuando la serie del Lenguaje Corporal, hoy le llega el turno al acompasamiento. Este es uno de los sucesos más importantes en la interacción a nivel inconsciente entre personas.

Como introducción al tema diremos que el acompasamiento, como bien dice el término en sí, es muestra de una suerte de reflejo o imitación entre dos o más individuos, fruto de una sintonía que se ha establecido entre ellos.

Esto lleva a pensar a muchos que mediante esa imitación a nivel consciente, por parte de un cierto individuo hacia otros, se puede generar esa sintonía del mismo modo que si fuera el caso inverso (es decir, que apareciese la imitación como causa de la sintonía).

El acompasamiento ocurre entonces cuando el interlocutor (o uno mismo) se adapta a los gestos, las posturas y los ritmos de su acompañante, variando los mismos de una forma común y prácticamente refleja, mostrando así un cierto grado de sincronía.

Este es uno de los signos de observación atenta por parte de los participantes de una interacción. Sorprende saber que en especial en disciplinas como la PNL (Programación Neuro-Lingüística) lo estudian y teorizan sobre el mismo entre otros (acompañado por otras dos pautas a las que apoya: el calibraje y el guiado); y que es uno de los ámbitos a los que más detalle se le dedica.

Para mi gusto, las utilidades del Rapport radican en el hecho de que puede aparecer solo y de forma natural (véase cuando dos personas se copian los gestos, el tono de voz, la dicción, la pronunciación, el empleo del lenguaje, la velocidad al hablar, respiran y caminan sincronizados, y se colocan en posturas reflejas)…

Pero también puede ser usado de forma consciente y asi conseguir al mismo tiempo:

a) Comprender mejor la representación personal de la realidad para tu interlocutor.
b) Poder ofrecerle una respuesta «en su mismo idioma».
c) Conectar de una manera eficaz y menos invasiva, pero más profunda.

No obstante, no aconsejaría a nadie excederse intentando acompasar, calibrar o guiar a otras personas porque no solo se corren riesgos innecesarios e indeseados de convertirse en un manipulador o parecerlo, sino que las interacciones que se tengan dejan de ser genuinas y pasan a ser una farsa. Desaparece la conexión real.

Por lo cual, yo me limito a ofrecer la explicación y a confiar en vuestra integridad.

De acuerdo a los patrones para observar el acompasamiento, se tiende a tener en cuenta cinco vias de acompasamiento y retroalimentación, las cuales son:

  • Movimientos, postura y gestos.
  • Respiración (profundidad y ritmo).
  • Voz hablada (tempo, ritmo, pronunciación y tonalidad).
  • Vías de acceso ocular y frecuencia de parpadeo.
  • Patrones de lenguaje (visual, kinestésico, gustativo, olfativo, auditivo).

A menos que quieras acabar como una cabra, intenta no tratar de controlar todas estas vías al mismo tiempo, sino centrarte en las más relevantes. El acompasamiento se puede «forzar» para generar confianza y complicidad (y como he dicho antes, no es aconsejable por lo general aunque pueda ser de utilidad), y después variar tu propia expresión para comprobar si se ha establecido el acompasamiento.

Ahora bien, hay cosas a tener en cuenta. Vayamos por partes con cada una:

– Busca la comodidad al establecer el acompasamiento. Si la via a través de la que tratas de acompasarte no te resulta cómoda, confortable, por cualquiera que sea la razón, no sigas por ese camino y varía. Cambia a otro aspecto que te resulte más cómodo. En función de tu propia representación del mundo podrás encontrar unas vías mejores que otras, y por ello acompasarte mejor fijándote en unos aspectos por encima de otros.

Hago notar que existen múltiples detalles con los cuales acompasar, y que es útil no sólo por el hecho de que buscas comprensión, sino añadiendo las ventajas de poder acceder a perspectivas diferentes, hacer el momento más agradable, liderar conductas…

– El lenguaje habla más de lo que parece. No trae solamente detalles acerca de lo que la otra persona te quiere contar, sino que también, habla de cómo esa persona procesa dicho mensaje, y el sistema de representación que usa en el momento.

Una de las mejores formas de acompasar es devolver el sistema de representación de la otra persona. Esta información puede extraerse de los predicados, por ejemplo, o bien de las vías de acceso ocular.

Estas vías y su uso, se explican en bastantes lugares. Sorprendentemente el uso de las vías de acceso ocular nos lleva a variar nuestro sistema de representación y nos permite contemplar las cosas desde un sistema que normalmente no empleamos.

NOTA: el sistema de representación es otra de las teorías de la PNL, según la cual las personas tienden a crear su estructura mental de acuerdo a imágenes, sonidos o sensaciones; con una predominancia de uno de los aspectos sobre los otros dos.

Las vías de acceso ocular van unidas a esa teoría como apoyo a la misma, y sugieren que el enfoque de nuestra mirada mientras hablamos indica a qué sistema de representación se accede… Señalando además si estamos recordando o creando el estímulo representado.

Por otro lado también es mejor no acompasar según que conductas, en especial cuando funcionan en contra de nuestra propia moral, nuestras creencias, viola nuestros principios o incomoda al interlocutor. De la misma forma, podemos utilizar nosotros el cese del acompasamiento para indicar el final de una interacción o establecer límites.

– ¿Cómo saber si estoy haciendo las cosas bien? Bueno, como se ha señalado ya, variando cualquiera de los canales de acompasamiento y verificando si la otra persona te sigue, sabrás si lo has establecido. Si la otra persona te sigue la conducta, estás en rapport. De la otra forma, sabrás que no estás en rapport si no te acompaña en el cambio, entonces vuelve al acompasamiento tal cual venías haciendo.

Definición en la wiki inglesa: http://en.wikipedia.org/wiki/Rapport (el artículo es un poco escueto pero cuenta con enlaces a los artículos de la PNL, el lenguaje corporal, el contacto visual, comunicación inconsciente, ritmo respiratorio y empatía.

Espero que esto ayude a entender mejor el rapport y en concreto el uso del mismo en el ámbito del lenguaje corporal. Si consideráis que en cualquier cosa me he equivocado, quedado corto, tomado excesivas licencias… O que podéis aportar, que podéis ampliar, matizar o corregir algún desliz que haya cometido…

Adelante. Estoy aprendiendo, como vosotros. Abrazos y hasta siempre.

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Kheldar

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6 comentarios

  1. Estimado Señor Sergio Melich: su publicación ma ha sido de muchísima ayuda para comprender la definición del acompasamiento de manera muy práctica. Me toca estudiar el tema como parte de la materia Neuroligüística en una universidad de Paraguay y encuentro realmente un trabajo impecable en su artículo. Desde ya, sólo me quedan palabras de agradecimiento por su creación tan oportuna en el tema. Un abrazo en modo Pandemia.

  2. Muchísimas gracias por su aporte! muy bien explicado y sencillo! increible que al dia de hoy aun siga sirviendo a las personas, Saludos!

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