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Principios del Juego Fluído 1: Corazón de Agua

Los Principios del Juego Fluido: 1er principio – Corazón de Agua

Bienvenidos a todos una vez más a este espacio y a la serie Los Principios del Juego Fluido, hoy trataremos sobre el primero de los 10 que vimos en el artículo introductorio.

Comencemos por el resumen y explicación breve que dimos sobre ello en el artículo introductorio, para ponernos sobre raíles:

“Principio 1º: La superficie del agua sometida exclusivamente a la acción de la gravedad, es plana y horizontal, lisa y reflectante como un espejo. Está tranquila y en calma.

Mizu-no-kokoro (corazón de agua). El espíritu debe permanecer siempre tranquilo como la superficie de un lago en calma. La actitud tranquila que se debe adoptar frente al adversario, para percibir todos sus mensajes y actuar en el momento preciso. Cuando la mente está preocupada por miedo, rencor, cólera, etc. No capta bien los estímulos externos y reacciona anormalmente, por debajo de sus efectivas posibilidades.

Su aplicación: Al mantener siempre la calma y la actitud tranquila, podemos observar mejor la situación y reaccionar en consonancia para actuar en el momento indicado para ello. Al apartarnos de las preocupaciones, de los miedos, de los estímulos negativos y las creencias erróneas, captaremos bien los estímulos externos y podremos reaccionar al completo de nuestras posibilidades. Por tanto, procuraremos mantener siempre la calma y la tranquilidad como estado primario, además de las sensaciones de diversión y alegría.”

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Normalmente, ¿cómo funcionas mejor? Bajo calma o bajo presión externa o interna de cualquier clase, esas son las dos opciones que tienes. Tranquilidad es tu respuesta, apuesto.

Cuando estás tranquilo, te enteras mejor de las cosas casi con total seguridad, a no ser que estés tan tranquilo que te hayas embotado. Y si tienes que fijarte en factores externos a ti para saber que vas por buen camino, será bueno que te mantengas en un estado de reposo y tranquilidad, sin atender a más que compartir el momento y divertirte con ello sea cual sea la situación y lo que venga de ella.

Si nos ponemos a pensar en preocupaciones, tipo los ya famosos miedos y creencias erradas, o las emociones negativas, llevaremos a la mente a un estado alterado en que no captaremos bien las situaciones, y haremos cosas desaforadas, descalibradas, funcionaremos bajo el rendimiento habitual y quizás bajo minimos.

En qué podemos traducir esto:

Podemos llamarlo el comienzo de la actitud. No te tienes que preocupar de resultados, ni de llevarlo todo entre manos, ni de hacerlo todo correctamente y siguiendo una serie de pasos que si te saltas uno te lo cargas todo irremediablemente. ¿Te imaginas la cantidad de presión a la que eso te está sometiendo? Y más aún, ¿te imaginas lo que pueden llegar a hacer tu ego y tu orgullo para protegerse si las cosas no salen “como debieran” ?

A mí tampoco me gusta como suena. No me gustan las oportunidades que eso te puede hacer perder. Ni las que te puede arruinar de las que no perdiste.

Si tenemos un corazón de agua, y dejamos que todo fluya, seguro que podremos disfrutar de los momentos con total naturalidad.

Es importante insistir en este aspecto en la práctica, tanto en este principio como en los otros nueve, está implícita la intención de naturalizar y fluir.

Hasta aquí la explicación a tal respecto, pero recordad que cualquier clase de duda o comentario que surja podéis comentarlo libremente, así como ya hubo quienes lo hicieron en respecto al articulo introductorio.

Se intentará responder a esas dudas lo mejor posible atendiendo al hecho de que esto que estoy explicando, no es algo que haya interiorizado y por tanto pueda contar al pormenor, sino que son detalles que estoy exteriorizando y por tanto, a lo mejor lo que podría demostrar en un par de charlas enfrente tuya me cuesta más hacerlo entender en un texto entero.

Sin embargo, confío en que la gente que lee estas líneas es bastante sagaz y puede ver en el texto lo que trato de expresar y otras cosas que expreso sin verlas, además de las partes confusas del primero y de este mismo.

Me despido no sin antes señalar y recordaros que tanto los comentarios están abiertos para que sean planteadas las dudas, así como el feed disponible para que os suscribáis y recibáis aviso en vuestra bandeja mail de las nuevas publicaciones en la web.

Bienvenidos al Camino.

Kheldar

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2 comentarios

  1. Hola Querido Kheldar:
    Estoy comenzando a aplicar este principio en mi vida cotidiana, y entiendo la dificultad de explicar algo que aún tú estás experimentando.
    Pero bueno, considero que siempre me será de ayuda tu punto de vista o el de otros compañeros, y al mismo tiempo la mía te sirva a tí o a cualquier otra persona.
    Mi principal duda es sobre la parte de NO pensar en Miedos o Creencias erradas en aquellas situaciones en las que surgen.
    Sigo teniendo momentos en que estos fantasmas llegan a mí, sí con menor fuerza que antes, pero aún los siento, provocando esa sensación de inquietud interna, aumentando mi temperatura corporal y sintiendome incómodo o inseguro con, por ejemplo, el mantener la mirada a una mujer que me ha llamado especialmente la atención.
    La verdad es que son sensaciones bastante desagradables y que me generan ansiedad, es como si mi interior me castigara por no ser totalmente coherente con mi deseo de acercarme a esa mujer.
    Intento preguntarme internamente: ¿Que es lo que temes?¿Que te pasa?, pero no obtengo respuesta y paso un rato desagradable.
    ¿Crees que el camino es seguir preguntándome y sintiendo esas emociones para entender su raiz, o tal vez reprimirlas y lanzarme un poco al vacio, sin pensar y actuando en el momento?

    Bueno, eso es todo.
    Gracias de antemano.Un ABRAZO

    1. En lo que a esto se refiere, las preguntas que más te ayudan es «qué me obliga» y «qué me impide» este suceso. Lo que nos vemos obligados a pasar o hacer, y lo que nos es impedido hacer o, de nuevo, pasar. Ante las sensaciones, las preguntas adecuadas se basan en afinar aquello que las produce, en vez de intentar afirmarlas. Sería algo del estilo «¿qué es lo que me lleva a sentirme así?», o bien «¿qué está ocurriendo ahora que me pone en este estado?».

      También es cierto que en el momento, dichas emociones son lo bastante intensas como para poder nublar nuestra conciencia o nuestra percepción, con lo que en esos casos… El mejor proceder, podría ser el de archivarlas para su posterior evaluación, en frío y alejados del entorno y estímulo primario que pudo ser su causa.

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