|

Párate y respira

Sin haber terminado todavía el verano, aunque resten pocos días del mes de agosto… Me doy cuenta de que, indistintamente, el verano sigue siendo una época de prisas.

En cualquier momento del año, en realidad, funcionamos mecánicamente. Y lo que es peor, sin calma alguna… A toda prisa. Suena el reloj, lo apagamos a bofetadas, salimos de un salto de la cama y casi desayunamos en la misma ducha por ahorrar tiempo.

Todo para llegar a vete a saber dónde (algunos al trabajo, y otros a una cita con quien sea o con el compromiso de turno), cumpliendo con un horario y como suele decirse, haciéndolo a tiempo. De hecho, algunos intentan ser tan precisos en su puntualidad como los relojes atómicos. Y es escalofriante la tensión a la que se someten para lograrlo.

Ahora bien… ¿Y si cambiamos el chip en este sentido?

¿Y si nos preocupamos de hacer las cosas bien, en vez de hacerlas deprisa? A pesar de lo que parezca, es posible concedernos ese homenaje y obtener del mismo grandes beneficios para nuestra salud emocional, mental y social.

¿Te apetece que descubramos cómo? Acompáñame si lo deseas.

Desde mi participación en el programa The Sexual Life, que conduce mi amigo Steve Mayeda; tengo el hábito de pararme a meditar todas las mañanas acerca de qué propósito, idea o aspecto de mi vida voy a atender con especial detalle.

Muchas veces esto se extiende desde mi despertar hasta que llego a mi lugar de estudio (o donde quiera que tenga que estar, si es que tengo que ir a alguna parte).  Y de vez en cuando, a lo largo del día, vuelvo a comprobar cómo se está manifestando en mi vida aquello sobre lo que estuve meditando al principio del mismo.

Al terminar la jornada, y estando ya en mi casa, vuelvo a meditar para recapitular y poder ser consciente de cuánto he logrado acercarme a esa atención plena. Para ello, suelo preguntarme si ha habido cambios o ampliaciones en mi forma de experimentar dicha parte de mi realidad personal… Y dialogar conmigo mismo al respecto.

Esta es una de las perspectivas que manejo al respecto.

No sería hasta este verano, un año después de iniciar ese camino; que me abrirían las puertas a participar también en Ars Amorata Online University (el programa de Zan Perrion y Hans Comyn). Aquí descubrí un hábito similar, que llaman el Ritual Amorati.

Todas las mañanas y todas las noches, este ritual te invita a detener el overclocking (es decir, a desacelerar tus procesos, para el que no maneje esos términos) y a disfrutar del momento en calma. No forzarse a tomar ninguna acción y disfrutar en la contemplación de dos simples cuestiones… Pero muy importantes:

  • ¿Quién soy yo?
  • ¿Cómo quiero que sea mi vida?
Pause
(Photo credit: PSantiquian)

La idea de poner la propia vida en pausa y tomarse el tiempo necesario para conocerla y evaluarla (en el sentido de comprobar cuánto se asemeja nuestra vida actual a la vida que realmente deseamos para nosotros mismos), así como de tomarse la libertad de diseñar nuestro porvenir; se relaciona estrechamente con mi programa de Futurebuilding.

De hecho, la parte divertida es que estoy descubriendo excelentes complementos y refuerzos para el mismo, en ambas aportaciones. Hay una gran sincronicidad, y es un tema que me llena de felicidad… Por el mero hecho de haber encontrado esta perspectiva a través de mi propia evolución personal, y por llegar también a presenciarla (con su toque personal) en los trabajos y procesos que brindan dos personas verdaderamente admirables.

Ahora bien… Si te estoy contando esto, es por una sencilla razón:

Yo no soy una persona excesivamente paciente, ni tampoco suelo dejar que mi mente descanse. Quien me conoce bien, lo sabe. Mi mente trabaja más que los chinos en huelga. A veces, sin sentido y sin un rumbo preciso.

Me gusta mucho divagar, y me gusta mucho hacer construcciones de pensamiento cuyo único propósito es el de darle sentido a mi vida y a la de otros.

¿Cuál es el problema?

Encontrar la manera de simplificar el proceso

Aunque en un principio me parecía bastante complicado, y a veces incluso llegué a darlo por imposible… Ahora mismo sé que se puede. Y me gusta servir de ejemplo viviente.

Por ello, al mismo tiempo que animo a las personas que se involucran en mis servicios o me piden ayuda y consejo a que prueben ciertas cosas; yo también lo hago. Y compartimos lo que descubrimos hasta el punto que cada uno considera oportuno.

El detalle aquí es que, mientras contaba en los párrafos anteriores lo que yo mismo había probado en estos programas que menciono; he dejado las claves simplificadas del primer acto (y para mí el más importante): detenerse a tomar consciencia y buenas decisiones.

Repetimos las claves, para asegurarnos de que quedan claras: realizar un acto de meditación diario, con el objeto de darle un propósito al día y dotarlo de un tema central (por la mañana) y de comprobar cuánta relación hemos tenido con ese propósito y tema durante el día (por la noche). Durante el mismo, preguntarse quién es uno y qué quiere hacer con su vida. No apresurarse en darle respuesta a estas preguntas, antes bien, disfrutar del momento y de la pausa, y aprovechar para ser precisos y sinceros.

Al mismo tiempo, lo que cuenta es preocuparse únicamente del qué, y desentenderse del cómo. ¿El motivo? Zan lo explica bastante bien cuando indica que si te preocupas del qué, el cómo se hace cargo de sí mismo.

Pause
Pause (Photo credit: thruCJzEyez)

La razón psicológica es sencilla: donde pones tu atención, se dirige tu energía psíquica. O lo que es lo mismo, te mueves hacia aquello a lo que le prestas atención. Entonces, si tu atención está puesta en aquello que quieres lograr hacer con tu vida y tu persona, no hará falta que intentes figurarte la manera: la encontrarás de improviso, sin esfuerzos extraordinarios por tu parte.

De momento, me gustaría cortar aquí la explicación para empezar con la aplicación. De nada sirve contarlo si no vamos a vivirlo…

Te invito, si lo deseas, a probar todo lo que acabo de contarte y compartir tus nuevas experiencias con nosotros. Estaremos encantados de tener noticias tuyas.


Una invitación extra:

Si quieres mantenerte al tanto de mis avances, haz click en “Me Gusta” en la página de Facebook. Así podrás:

  • Recibir actualizaciones sobre mis libros, mi blog y otros contenidos.
  • Participar en concursos y otros eventos que organice.
  • Compartir tus intereses y crear relaciones con gente afín.

Para aumentar la calidad de tu Experiencia LVEF, puedes también:

  • Leer las entradas del blog para conocer y practicar la Alquimia Interior.
  • Invitar a tus amigos a esta plataforma para acompañarte en tu transformación.
  • Participar con tu opinión y sugerencias. ¿Cómo podemos ayudarte mejor?
  • Suscribirte al blog para recibir en tu bandeja un aviso con cada nueva publicación, y un PDF de regalo. Puedes hacerlo al final de este texto.
  • Contactar a través del Social Media. ¡Queremos saber sobre ti!

Por favor, si te ha gustado esta entrada, considera:

  • Puntuarla – Para que pueda conocer cuánto te ha gustado.
  • Comentarla – Para que con tu opinión sigamos creando inteligencia colectiva.
  • Compartirla – Para que otras personas puedan beneficiarse y disfrutarla.
  • Recomendarnos – Para seguir creciendo y avanzando junto a ti y los tuyos.

Muchísimas gracias por tu atención, compañía y colaboración.

Un abrazo, y vuelve cuando quieras.

Kheldar

 

Publicaciones Similares

5 comentarios

  1. Bueno, creo que esto me resuelve muchas dudas al respecto del Amorati Ritual. Para empezar, creí que escribir lo que quisiera, incluso si fuera muy imaginativo, era la forma adecuada para escribirlo a diario. Parece ser que solo escribí cosas al azar sin ningún tipo de enfoque preciso. Me fui con la finta de que como dice «no puedes hacerlo mal».

    Pero en realidad, creo perdí el sentido del mismo. Esas dos preguntas me dejan atónito. No sé que responder o cómo. Son bastante ambiguas. Y parece ser que más uno debe de plasmar lo que quiere en ese día. Meditar tiene muchas vertientes, una de las poco estudiadas tiene que ver con la contemplación del sufrimiento, su raíz y su erradicación. Este tipo es el que regularmente practico, pero por lo regular, la única cosa que se aleja de lo que es un deseo a una realidad es la acción. Y aquí es donde la cosa se vuelve abstracta y confusa…

    1. Lo que expongo aquí es mi forma de entender y realizar el mencionado ritual. No me pareció que su utilidad se mantendría si yo pecara de demasiado fantasioso. Lo que yo escribí son apenas cinco puntos: ambiguos, abstractos, y lo bastante amplios para abarcar toda mi vida. Así, además, tomaba relación con el resto de las propuestas y con todo lo que llevo hecho hasta ahora.

      En cuanto a la meditación diaria… Yo no necesito comprender la raíz del sufrimiento. Considero que aparece cuando las expectativas o el deseo no se satisfacen. Tal vez así peco de pseudo-hedonista, pero hasta ahora no he visto que nadie sufra por tener satisfacciones en la vida, sino precisamente por no verse satisfecho. Así que más bien me intento hacer amigo de la insatisfacción en tanto que la misma sea ineludible. Para todo lo demás… Decisiones, paciencia y perseverancia.

  2. Mientras se pueda hacer una cosa, hay que hacerla, siempre que esté en relación con el deseo de uno mismo. En cuanto a lo de la meditación no me expliqué como debí, pero lo que dices es algo parecido a lo que entiendo de lo mismo.

    Y en cuanto al ritual, bueno, creo que ahora en adelante le daré más certeza, aunque no tan estricta para que su esencia se mantenga más coherente. Creo que ahora entiendo su función natural: buscar lo que se quiere, pero respetando el equilibrio. En fin, a veremos como se torna todo esto.

    La perseverancia es necesaria, la paciencia indispensable, y la decisión… bueno, es la que une a estas dos. Si quieres algo, simplemente ve por ello, pero analizando sus razones.

Responder a Errol Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *