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Mi impresión del «efecto cadena emocional»

Hace un par de días tuve el placer de leer una entrada buenísima en el blog de David del Bass que habla del efecto cadena emocional en hombres y mujeres. Os aconsejo ir a leer el artículo para poneros un poco en situación, puesto que lo que transmito es la respuesta que le dí a ese escrito por mi propia cuenta.

Las interpretaciones de los compañeros al comentar partían del punto de vista «dinámica de seducción». Yo me limité a dar mi opinión desde el punto de vista «liberación emocional». Por eso es tan sustancial la diferencia entre esos comentarios y el mío.

No por tirarme flores ni nada parecido lo digo, pero me parece que la gente tiende a abandonar el crecimiento personal en pos de la mejora como seductores, y eso es tan malo como estar haciendo las cosas mal… O peor, porque lo haces aposta.

Mi respuesta fue la que sigue:

La respuesta a esto es “eso es lo que hay”.

Y la verdad es que “eso es lo que hay” cuando uno se enfrenta a prejuicios, condicionamientos, fachadas, máscaras de cortesía, ideas de que si algo no está bien visto por los demás no es bueno hacerlo tú tampoco, o que en determinados momentos no debes hacer algo aunque lo estés deseando con TODAS tus ganas.

Sobretodo, eso es lo que hay cuando disimulas las cosas. Cuando no reaccionas con autenticidad, sinceridad, confianza y honestamente, abriéndote a la posibilidad de que la otra persona pueda sentir que vas de cara con él/ella.

Por supuesto… La idea aquí ha sido la de hablar de cómo estas cosas repercuten no en la misma, sino en ocasiones sucesivas con personas diferentes. ¿Se puede evitar? Claro… Haz lo que no hiciste en las anteriores. Atrévete a desafiar tus límites. Descubre, juega, profundiza… LA VIDA ES FLUIR, y si no fluyes te ahoga la corriente.

Ya ni siquiera me preocupo en hablar de seducción, de la chica de la foto, de que la besara y de que no se acostaran. Simplemente, no se dejaron llevar y se cortaron de hacer lo que querían. El motivo no lo conozco pero tampoco me preocupa, a ellos debería preocuparles no obstante. Lo que hicieron fue desaprovechar su ocasión, simple y llano. Como dice el estribillo de una canción que me inspira:

“Pero si te sientes bien ¿que mas da que sea perfecto?
La vida es un fluir de incorrecciones, un directo.
Un fallo es avanzar hacia delante, una caída es un instante
de ver que hay que dejar correr el tiempo.
Porque si te sientes bien ¿que mas da que sea perfecto?
aprende a convivir con ello y disfruta el momento.
Errar es experimentar, probar en cada intento,
vivir lo malo y bueno y ver que todo sigue dentro.”

El problema es cuando en vez de FLUIR, lo que haces es ENFRENTAR.

Ahí vence lo que más fuerza e inercia tenga.

Kheldar

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