Memorias de mis primeros pasos en lo paranormal (2): Después del primer año

Bueno, había que continuar con esta historia. Se lo prometí a algunos de los lectores y compañeros, tiempo hace ya cuando nos pusimos a hablar de vampirismo psíquico y energético, rupturas del límite, y otras historias de este calibre.

En concreto me apetece hablar de cómo fue que me decidí por las ramas a las que dediqué mi tiempo y mis esfuerzos. Vamos a conocer un poquito más sobre ello.

En su día, empecé en estas historias como todo el mundo suele: moviendo un psiwheel. Esa palabra tan curiosa se usa para designar lo que no es más que un molinillo. Un papel doblado en equilibrio sobre la punta de una aguja. Con el tiempo, llegué a comprobar que mover el psiwheel es relativamente sencillo. Ahora bien, a veces cuesta más, a veces cuesta controlarlo y resulta errático y aleatorio, y a veces simplemente no puedes.

El asunto sería hacerlo de forma tal que estés seguro de que no lo mueve ninguna corriente de aire traicionera, ni siquiera tu propio aliento por descuido. Inicié a varias personas en esta práctica, y a día de hoy desconozco si continúan en ello… Pero me comentaron con sorpresa e ilusión sus resultados, que llegaban incluso al punto de casi asustarles.

Poco después intenté mover cositas más grandes. Lo más grande que moví fue un bolígrafo, y desde aquella vez no he vuelto a lograr mover nada que no sea un psiwheel.

Nota: al mismo tiempo que todo esto, como yo ya conocía y dominaba la que llamaban «técnica del psiball», aprendí a darle usos eficientes… Programar la energía para que haga ciertas cosas, concentrarla o disiparla, mantenerla el tiempo posible… La idea era aprender a reconocer y manejar mi energía interna. Además de aprender a hacer construcciones energéticas y tratar de abrir y despertar en cierta medida mis canales energéticos.

A estas alturas, cuando ya había pasado un año practicando estas historias… Me dió por curiosear con las kinesis elementales. En concreto probé las siguientes:

  • Tetrakinesis/geokinesis
  • Aquakinesis/hidrokinesis
  • Aerokinesis
  • Pirokinesis
  • Electrokinesis
  • Termokinesis
  • Atmokinesis

Y tuve mis ciertos resultados en cada una, que no voy a entrar a comentar para no levantar ampollas a los escépticos. Las que menos resultado me dieron fueron la electrokinesis y también aquakinesis (a pesar de pertenecer al elemento agua casi por completo, mi afinidad es mucho mayor con el viento). La tierra siempre se usaba como colector y purificador de la energía, pocas veces tenía otros usos… Me resulta nostálgico contarlo.

Finalmente, me volqué en la Aerokinesis. Y al final logré resultados tales como generar pequeñas corrientes de aire en torno a mis manos o enfriar el ambiente a mi alrededor (aunque esto quizás toca más con Termokinesis o incluso Criokinesis).

Para despedirme por hoy, y como dato gracioso: la gente solía decir que al masturbarse se perdía (o incluso desperdiciaba) la energía y que se agotaba inútilmente dificultando la práctica. Varias personas aparte de mi mismo, nos comentamos entre nosotros que era más bien todo lo contrario de hecho… Supongo que pocas personas lo reconocerían.

Pero en fín.. Después de masturbarnos (o de tener sexo), sentíamos una mayor cantidad de energía, además de que la notábamos irradiar de la palma de nuestras manos. En concreto, de la mano que habia perpetrado la fechoría, pero esto ya tiene que ver con la mano que más se usa, que suele ser por la que nos resulta más sencillo actuar también con la energía.

Si alguno de los lectores que me han pedido hablar sobre este tema, o cualquier otro (no importa quién, sólo su intención) quisiera conocer cosas concretas sobre estos asuntos… Que pregunte y se le responderá. Aún así, sería de agradecer que no se pregunten cosas para cuyas respuestas no se está preparado. Ya sea por escepticismo o desconfianza.

Espero con ilusión los comentarios de los interesados, y de quien no lo estaba también.

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2 comentarios

    1. Casi todo el mundo aprende primero a meditar, antes de nada. Te aconsejaría también una aproximación al Tai Chi, al Chi Kung, al Reiki o al Shiatsu; para que te acostumbres a trabajar con la respiración, la concentración y las energías sutiles. En ello te puede apoyar mucho la práctica del Yoga, que fomenta el autodescubrimiento y la adquisición de control sobre la atención, la postura, la respiración, el estado de conciencia y otras cuestiones.

      En este mismo blog hay una guía básica para iniciarte en la meditación, que puedes encontrar a través del buscador.

      Un saludo y gracias por tu visita. Vuelve siempre que gustes.

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