Lifestyle prêt-à-porter: el juego al que estamos jugando
Hoy quiero discutir sobre el negocio del lifestyle prêt-à-porter y sus implicaciones.
Cuando una persona se demuestra incapaz de definir su identidad ni su propósito por sí misma, y a la vez encajar en sociedad; la solución más obvia es «comprarse una vida». Lo cual es, además, el mítico chascarrillo y latiguillo de desprecio que usamos cuando alguien se mete demasiado en nuestros asuntos.
Vamos a desglosar esta expresión tan curiosa que me saco de la manga. La construyo uniendo dos préstamos lingüísticos:
- Lifestyle: el estilo de vida de cada uno. Queda más fancy… Perdón, más bonito en inglés.
- Prêt-à-porter: significa literalmente listo para llevar. En otras palabras; prefabricado. Nuevamente, queda mejor en francés.
Mi decisión de combinarlos es del todo intencional. Y ahora mismo se verá por qué.
Dando sentido al concepto de lifestyle prêt-à-porter
El prêt-à-porter es un concepto del sector de las prendas de moda; y se refiere a aquellas que son hechas en serie.
Los patrones usados para ello se repiten atendiendo a la demanda de los mismos. Es decir: cuanto más guste, más se vende.
Si te lo veo y me gusta, lo intentaré conseguir para mí. Frutos del consumismo.
Por supuesto, también hay un sector de lujo que ofrece prendas más exclusivas (del estilo de Chanel o de YSL); aunque también hechas mediante patrones.
Menos gente puede acceder a ellos; pero quienes sí pueden permitírselo siguen siendo semejantes entre sí.
El motivo detrás de mi peculiar broma interna es ese…
Vamos por ahí comprando moldes, prendas, ideas y hasta estilos de vida; lo que sea mientras sirva para encajar con otras personas, en definitiva.
Y menciono esto de la moda de lujo porque, si me descuido; podría dar a entender que usar patrones implica que los materiales empleados o el resultado final serán de mala calidad. Podría decírtelo señalando a Primark, por ejemplo; pero sería inducirte a una verdad sesgada. Estaría implicando algo muy lúgubre.
[piopialo vcboxed=»1″]Si construyes tu vida siguiendo las modas del lifestyle prêt-à-porter, te vas a pasar el tiempo apagando fuegos que podrías haber evitado en primer lugar. [/piopialo]
No tiene por qué ser el caso. Lo cierto es que cabe una gran posibilidad de que sea una mierda de vida; y que no siempre se cumple.
Pero cuando sí se da esa situación, y las cosas se joden más rápido de lo que deberían; lo achacamos a una falta de autenticidad… Igual que ocurre con una prenda del mercadillo. Y es que a veces gastamos doble por gastar mal en primer lugar.
¿Por qué me invento una nueva etiqueta y una definición para ella?
Es bastante posible que no me esté inventando nada; y que alguien más haya llegado a estas mismas conclusiones. Y si es así, seguro que nos movía la misma intención.
Quería hacer una distinción entre los estilos de vida prefabricados y los hechos a medida. Es decir, entre los que nos venden y los que nos creamos nosotros.
Más allá, quiero distinguir entre los que se venden actualmente en el mundillo al que apodo del lifestyle prêt-à-porter; y los que, por una razón o por otra, nos montamos por nuestra cuenta.
¿Qué sentido tiene para mí hacerlo?
Puede que ya lo sepas, pero soy gran fan de responsabilizarnos de nuestra historia personal. Y por eso estoy tan peleado con el lifestyle prêt-à-porter.
Da igual si nos equivocamos o no al elaborar un estilo de vida por nuestra propia mano. Si la cagada es nuestra, podemos asumir las responsabilidades y corregirnos.
Si no, igual que los soldados nazis; tendremos que decir que simplemente seguíamos instrucciones, esperar que nos crean y nos libremos por ello… Y buscarnos a otro que las dé mejores; por un motivo muy sencillo:
[piopialo vcboxed=»1″]Quien está acostumbrado a ser seguidor no quiere tomar el timón.[/piopialo]
Nuevamente me pongo tocapelotas, y tengo razones de peso para ello
Llevo todo lo que va de 2018 escribiendo acerca del propósito; y en unas semanas me pasaré a hablar acerca del estilo de vida. Voy siguiendo el calendario de trabajo y los temas que nos marcamos en la Comunidad Fluyendo.
Curiosamente, esta forma de escribir me ha reportado los mejores resultados que he tenido en los últimos tres años. Conecto mejor así con vosotros, al parecer.
Y cuando haga el cambio de bloque, quiero seguir presentándolo como hasta ahora. Diseccionando, sacando a la luz las partes que lo componen, buscando conexiones y sentidos… Etcétera.
Entonces, se me ocurrió que sería una buena idea escribir algo que conectase ambos conceptos. El propósito y el estilo de vida.
Al ponerme a buscar sus vínculos y sus cruces, me topé con algo muy interesante…
Resulta que la mejor manera que había para conectarlos es precisamente esta: señalar que hay un sector dedicado a fabricar plantillas de lifestyle prêt-à-porter.
Y resaltar que unos cuantos, cada día más; estemos hasta donde nos cala el sombrero con este tema… Como es lógico. Aunque algunos todavía se pregunten por qué.
Una cuestión que tiene fácil respuesta:
Porque nos agota mucho tener que seguir los moldes y los patrones ajenos si queremos encajar en su mundo y en sus definiciones.
¿Qué dices ahora de definiciones, Sergio?
Digo que, para ciertas personas, sucede algo peculiar. Si no sigues a rajatabla la doctrina o el patrón de turno; no eres ni siquiera un ser humano digno de respeto.
Así de claro te lo cuento, y es tan duro como suena.
Ya no sólo a nivel superficial, con temas como tus preferencias personales en moda, ocio y similares; sino también ideológicamente hablando.
A los fans de Justin Bieber o del reggaetón se les insulta mucho. De hecho, tanto como a las mujeres que voluntariamente rechazan la ideología de género y todo lo que implica; por poner un ejemplo fácil de reconocer.
Y tanto como se insultan entre sí «los de derechas» y «los de izquierdas»; o los fans de equipos de fútbol rivales… Hay ejemplos para dar y tomar.
¡Y ahora viene donde toco las pelotas pero bien!
Al caer en estas polarizaciones y en definir a las personas creando patrones basados en polaridades; estamos obviando lo más importante.
Ningún patrón es realmente distinguible de otro, salvo en unos mínimos detalles. Ni el más currado de todos ellos. Pueden ser todo lo transgresores que se quiera; pero siempre terminan remitiendo a una fórmula básica.
Y cuando son verdaderamente distinguibles, hablamos de aspectos que, por lo general; vienen de la personalización y del desgaste.
Barriendo un poco hacia mi puerta, y poniéndome como ejemplo…
Considero que he evitado bastante bien el lifestyle prêt-à-porter por ahora.
Diré para comenzar que yo llevo aprendiendo artes marciales desde siempre. Sin embargo, nunca he tenido el más mínimo interés por entrar a competir.
Por eso, siempre he acabado metido en escuelas con maestros que tampoco tienen el más mínimo interés por llevar a su gente a competiciones. Y por tanto, mi preparación difiere bastante de la de un artista marcial «deportivo».
¿Otro ejemplo?
Del mismo modo, a mí no me interesaba pasar por el sistema educativo a matacaballo y con más pena que gloria. Por ese motivo, decidí poner en pausa mis estudios formales y labrarme el camino que me trajo hasta aquí.
Hoy por hoy, La Vida es Fluir lleva funcionando desde mayo de 2010; y yo he terminado por graduarme en Pedagogía. Una profesión con un porcentaje del 90% de ocupación femenina.
Dentro de la universidad, además; me distancié muchísimo de las ideologías políticas y religiosas. Aunque eso no me impidió relacionarme abierta y honestamente con nadie, sí que me hizo tener más cautela.
Extremé precauciones especialmente cuando coincidí en una clase con personas cinco años menores que yo y vi el encasillamiento superlativo que manifestaban.
Me han llovido influencias de género, del Opus, comunistas y anarquistas a lo largo de 20 años de escolarización; entre otras tantas que no han sido tan evidentes ni tan vehementes. Pero no considero que necesite de ellas para simpatizar mejor con mis compañeros de estudios; y por eso no caí en la mecánica básica de asimilar e imitar para ser aceptado.
Y un ejemplo más, venga..
A su vez, antes de salirme del mundillo de la industria del ligue me consideraba ligeramente feminista. Al fin y al cabo, allí dentro la gente se pasaba mucho de rosca; y yo me dedicaba a recordarles que hay límites que son infranqueables y una decencia que no debe dejarse de lado.
Sin embargo, actualmente me separo de toda ideología (me da igual su tipo y su posición) que tenga un matiz dialéctico tan marcado.
No me interesa que me encierren en una lucha de clases, por más que pueda sentirse y hasta ser cierta para quien la vive y la defiende.
Mejor dicho:
[piopialo vcboxed=»1″]NO me importan nada los grilletes que cada uno escoja llevar… Porque no dejan de ser eso, grilletes.[/piopialo]
Por eso mismo, yo prefiero no comprarme ningún lifestyle prêt-à-porter
Tengo mucho cuidado con las influencias que acepto y sopeso al detalle las cosas que me llegan.
Tal como Diana dice, hay ciertas cosas que no dejo entrar en mi vida. Tenerlas no me aporta nada de bien, y solamente me provoca confusión y sufrimiento.
Y a veces, también a quienes me rodean. Especialmente si los hago chivos expiatorios de problemas y delitos que no son responsabilidad suya.
Así no empoderamos nada ni a nadie; salvo a quien se beneficia de tenernos amarrados a su correa y de soltarnos cuando le conviene.
¡Pero ese no es el único problema!
Como ya he mencionado antes, hay personas que han visto una oportunidad de negocio peculiar en esto.
Hay toda una industria centrada en lo que para mí es un negocio neurótico, de hecho. Es decir, una industria centrada en vender estilos de vida enlatados. Prefabricados.
Lleva operando conjuntamente a la industria de la autoayuda y el desarrollo personal durante unos 30 años, aproximadamente. Bebe de la ingeniería social y del creciente sentimiento de indeterminación y plasticidad de nuestra época.
Y como tal, se nutre de la desorientación que tenemos hoy en día a título general. Por eso mismo me gusta llamarla «el mercado de vidas», haciendo una broma que no deja títere con cabeza. ?
Conoce algunos ejemplos de lifestyle prêt-à-porter
Unos cuantos de ellos te hablan de convertirse en seductores, nómadas digitales, emprendedores o empresarios.
Otros te hablan del éxito sin más, y te dejan a ti sacar tus propias implicaciones. No les importa dónde lo persigues, sino que compres sus consejos para lograrlo… Sean estos como sean.
Y un tercer y preocupante nuevo sector está apareciendo para enseñarnos a ser hombres y mujeres hoy. Este entronca fetén con los de la identidad política y la religiosa (de maneras espectaculares, por cierto).
Por eso, voy a finalizar esta entrada recomendando un vídeo que me ha impactado bastante.
Te presento a Simon Sinek, si no lo conocías ya
Aunque este clip te parezca una mezcla entre un capítulo de la serie Black Mirror y un show de stand-up comedy; te aseguro que no te decepcionará.
Y de hecho, tal como dice su título, te ayudará a entender el juego al que estamos jugando desde los años 80.
Tiene subtítulos en español, para que no tengas excusas para no verlo.
https://www.youtube.com/watch?v=FgA2xJbZLJE
¿Qué tienes que decir al respecto?
Por supuesto, si publico esto en vez de mantenerlo como una charla más dentro de mis círculos privados, es por dos razones:
- Porque quiero crear conciencia de una situación como la del lifestyle prêt-à-porter.
- Deseo conocer tantas opiniones y posturas como pueda para equilibrar mis percepciones sobre la misma.
Ya sé lo que piensa la gente a mi alrededor. En cierto sentido, me limito a hacerles eco y erigirme en portavoz; cuando digo que estamos hasta el gorro de situaciones así.
También tengo claro que no soy el único que desea que conceptos como «autenticidad» y «esencia» se perviertan de este modo. Debido a ello, notarás que soy muy claro al respecto.
Como recordarás, a mí no me importa quedarme fuera de la rosca por sacar a relucir verdades incómodas.
Y por eso me permito el lujo de mantenerme lo más auténtico (puro y sin cortar) posible.
Ya no sólo porque, paradójicamente, gusto más así… Sino porque me gusta a mí mismo serlo.
Así pues, te invito a expresarte tan auténticamente como yo lo hago. Me da igual si simpatizas o no con lo que cuento aquí; mientras sepas comentar, expresarte y conducirte de una manera madura y respetuosa.
Te espero en los comentarios.
¡Hasta la próxima entrada!
Hola, Sergio
He leído detenidamente todo lo que nos cuentas en esta entrada y no es que quiera asentir como los borregos, pero es que estoy totalmente de acuerdo contigo.
Nunca en mi vida (y ya paso los 50) me he guiado por moda alguna, ni por tendencias, ni tan siquiera por sugerencias, a menos que estas tengan una base que pueda comprobar, con esto no quiero decir que tenga que ver para creer, sino solo que hay ciertos temas, que me llevan a eso.
Desde que salí del colegio (en mi país de origen, hice toda la educación en un colegio de monjas) hasta el día en que puse un pie en la universidad, decidían por mí. Desde entonces, ya no. Elegí estudiar lo que quise, me independicé económicamente de mis padres (no me fui de casa, solo me puse a trabajar) y me pagué los estudios, por una sencilla razón, si me daba por dejarlos (que no ocurrió, terminé una de las 3 carreras que hice) no quería que me dijeran todo lo que habían invertido en mí. Estudié en universidades estatales, en un tiempo muy complicado para mi país (no voy a disertar sobre la historia de Chile, solo debes saber que la democracia intentaba volver, después de 17 años de tiranía). Tuve compañeros de clase que vivián en paro, que no dejaban pasar protesta alguna, que no iban a estudiar en otras palabras, y nunca me dejé influir por nadie. Yo me costeaba los estudios y me dolía no utilizar la inversión y eso, no quería decir que no compartiera algunos pensamientos.
En política, he hecho de todo, desde mirar de la ventana de mi casa a, participar activamente en un partido político de mi país, eran periodos muy negros, y conseguí una práctica ahí justamente. Vi muchas cosas, buenas, no tan buenas y, definitivamente, muy malas por lo que, cuando se llamó a plebiscito voté en conciencia, no conforme a las órdenes de partido.
Y ahora, establecida en España desde hace 16 años, me casé con un español y tengo una hija adolescente. Mi matrimonio nunca ha sido convencional jajajaja, quiero decir, que lo menos que tenemos mi marido y yo, es seguir modas, tendencias, ni nada de nada. Estamos casados NO CAZADOS, que hay una gran diferencia entre un concepto y otro, por tanto, ambos tenemos libertad para tomar decisiones, aun cuando el otro no esté de acuerdo, porque es que además, respetar la libertad de cualquier ser humano, es para mí fundamental.
Creo que me he alargado mucho, solo redondeo la idea, diciéndote que llevo muchas entradas tuyas leídas y esta, sin duda, es una de las que más me ha gustado. Tal vez, porque con lo que has escrito, me has tocado la fibra al saber, que no soy el único bicho raro que piensa así. Un abrazo
Pues me alegra mucho que te haya encantado la entrada y que te hayas tomado el tiempo de dejarme una respuesta tan completa, y además tan abierta sobre tu propia historia. 🙂
Me ha encantado conocer un poquito más de la historia de Chile gracias a ti, y también saber de tu matrimonio no convencional. Y no sabes cómo me agrada que supieras destacarte cuando pidieron de ti que siguieras cánones a ciegas.
Siempre que desees acompañarme en este espacio, serás más que bienvenida. Un fuerte abrazo.
Hola. Me ha gustado mucho leer tu artículo porque soy de esas personas que no siguen los patrones establecidos y tampoco me gusta nada que se creen este tipo de patrones para diferenciar a las personas. Todas las personas somos únicas y tenemos que saber respetarnos entre nosotros. Saludos.
Me gusta que te guste, María. Efectivamente, sin respeto no vamos a ningún lado. Un abrazo y bienvenida siempre que gustes.
No se que pasa pero últimamente se pueda aplicar lo de que están todos cortados por el mismo patrón y hechos por la misma modista y no me equivoco casi nada… Hay momentos en los que veo que no encajo en los grupos ni por casualidad pero que se le va a hacer… creo que llega un momento en la vida en que encajar en esos patrones mi importa un pepino pero para ello hay que haber pasado por si encajar en ellos y por ende y los grupos y descubrir después que no te aporta nada.
Sí, Zoraida. Hay quien dice que uno madura de verdad cuando se atreve a ser simplemente quien es, sin disculpas por ello. Aunque no se encaje.
Por desgracia, un montón de las cosas de hoy en día están diseñadas para atacar a gente con el absoluto deseo y necesidad de encajar como sea, y en las edades más críticas para ello: desde la adolescencia temprana hasta el inicio de la madurez; y también cuando se tiene una crisis de identidad (paternidad, los 40, reinvenciones laborales, etcétera).
Ahora, cuando ves que todo ese circo solamente te aporta miseria y duda, te sales sin mirar atrás.
Me gusta mucho que hayas mencionado esto. Gracias por traerlo a la conversación. 🙂
Un abrazo y bienvenida siempre que gustes.
Hola! Tienes toda la razón en lo que dices aunque a mí no me pille en esas circunstancias. Desde pequeña me enseñaron a valorarme dentro de la diversidad como algo único. No puedo entender esas ansias febriles de pertenecer a un rebaño. Y sí veo que hay unas grandes carencias en las generaciones jóvenes que lo han tenido todo. A las que le hemos dado todo. A veces o siempre carecer de cosas materiales te enriquece como persona.
¡Buen trabajo!
Me encanta que te hayan educado de una manera tan clara y tan flexible a la vez. Lo único que te puedo mencionar es que esas ansias febriles son naturales, y de hecho son parte de nuestro instinto de supervivencia.
Si no encajas, no recibes sustento. Primero por parte de tu madre, luego por parte de tu familia entera, y finalmente por parte de la sociedad. Así pues, no encajar (o dicho de otra forma, ser incapaces de conectar con quien sea) significa la muerte… En muchos casos, más figurada que literal. Y en tantos otros, al contrario.
Todo lo demás es la perversión que la propia sociedad hace del instinto humano de supervivencia.
Sobre que las comodidades y la abundancia de opciones, oportunidades y permisividad han arruinado generaciones enteras y han desembocado en una sociedad plagada de blandengues incapaces de afrontar la realidad sin pasase el rato demandando e»spacios seguros» allá donde vayan, podemos hablar durante meses sin que se nos acabe el carrete.
En el equilibrio está la virtud…
Gracias por tu consideración y por tus aportaciones a la conversación. Bienvenida siempre que gustes.
Hola Sergio, más allá de tu análisis (muy certero y bien enfocado) te diré que a mí este tema me preocupa sobremanera y lo achaco en gran parte a las rrss y a las vidas que nos venden como reales. A mi parecer que un niño u adolescente caiga en esto me parece casi normal pero que una persona hecha y derecha emule o imite vidas creadas por otros me aterra y lamentablemente lo veo día tras día. Detrás de ciertas vidas perfectas hay mucho trabajo y mucho que no se ve y en vez de compararnos o intentar emular esto deberíamos disfrutar de nuestra propia vida y trabajar para mejorarla día tras día con nuestro esfuerzo y, sobre todo, con nuestras propias ideas. Un besazo
¡Hola Vanesa!
Te cuento lo mismo que a MJ: es instinto de supervivencia. Tanta necesidad de sobrevivir tienen los adultos como los menores. Y mira, para algunos es preferible tragar con estas mierdas que quedarse sin sustento.
De hecho, hasta que el sustento no peligra por seguir modas o ideologías irracionales no dejas de comulgar con ruedas de molino. Mira lo que pasó con Leticia Dolera y el escándalo que lo rodea.
En cuanto al trabajo tras las apariencias de las vidas perfectas… Que no te extrañe. Poder mantener ese tren de vida cuesta todo ese trabajo y más. De hecho, ese es el trabajo: tratar de llevar una vida perfecta. Y si me apuras, venderles a otros cómo llegar a vivirla. xD
Un fuerte abrazo, otro besazo para ti también y bienvenida siempre que gustes.
Hola Sergio que tal estoy de acuerdo contigo no me gusta acomodarme en el molde de otro así sea que nunca encaje en el lugar siempre pienso en que hay muchos estereotipos que romper, sería genial disfrutar de lo que uno hace sin tratar de imitar a otros sino mantener la esencia de cada quien nada mejor que eso. Saludos
A veces lo más interesante es crear nuestros propios moldes y definiciones. Con esos estamos seguros de que no habrá rozaduras ni estrecheces. 🙂
Un abrazo y bienvenida siempre que gustes.
Hola Sergio
Viendo el concepto que planteas, se me antoja un tanto coñazo una vida así, intuyo que requerirá mucha paciencia y derroche de dinero, por lo tanto, con el concepto fundamental estoy de acuerdo. Por otro lado, creo ( o mas bien quiero creer) que cada cual escoge llevar, o mostrar la vida que lleva (ahora que está tan de moda publicar todo lo que haces en las redes sociales) como mejor le parezca. En cualquier caso ese tema no me quita el sueño. Con esto quiero decir que, cada cual que «venda» la vida que quiera, otra cosas es que, yo, como consumidora, se las quiera comprar.
Un saludo
Es que es un tanto coñazo una vida así… Siempre pendiente de captar las modas del momento a tiempo y de formar parte de la vanguardia. Siempre rezando por no haberte subido al carro tarde, o al tren equivocado. Y siempre preocupándote de compensar como sea el derroche, porque todo lo que emprendes es caduco y muy volátil.
Yo a estas alturas lo que creo es más o menos lo mismo que tú, pero con un toque más tocapelotas. En mi casa solemos decir que cada cual es libre de joderse la vida como quiera. El resto del dicho es como el que has dejado tú al final: otra cosa es que yo quiera ir por el mismo camino que ellos.
Un abrazo y bienvenida siempre que gustes.
Esto de crear tu propio camino es una aventura fabulosa y definitivamente uno se va encontrar con personas que están siguiendo a otras como borregos y otras que intenta salirse como pueda.
Lamentablemente, no es así para todo el mundo. Algunos son más de seguir a otros y se sienten bien con ellos, de hecho si no siguen a nadie se sienten abandonados y perdidos. Pasa y es triste descubrir que en algún momento puedes ser así.
Las personas que buscamos otro camino y que intentamos escuchar a todos, pero no seguir a nadie evitando precisamente caer en una «secta» o algo peor incluso. No es fácil cuando la sociedad se demarca precisamente por seguir el «ejemplo» de otros y ser fiel a esas premisas que te harán llegar más pronto, más rápido y mejor a donde sea que vayas a ir.
Promesas que como muchos hemos visto solamente causan decepción, mal cuerpo, malas experiencias, comparaciones nada sanas y en fin, personas más dañadas que sanas en una sociedad que cada vez se interesa más por si mismo que por el grupo.
En fin, mucho trabajo tenemos por delante, pero sobre todo este tipo de artículos nos ayudan mucho a ver hacia dentro y reflexionar lo que queremos y cómo queremos trabajarlo en nuestras vidas 🙂
Lo entretenido que tiene crear tu propio camino es precisamente eso: poder escuchar a todo el mundo y escoger con qué y con quiénes te inspiras.
Si te intentan trazar el camino y el destino a la fuerza, es cuando vienen los problemas. Y más aún si también te imponen el ritmo. Por eso no me extraña nada que surja gente que se queja de que los que van de gurús y grandes mentores les tomen por gilipollas por andar echándose mierdas los unos a los otros y compitiendo por decirles cómo tienen que hacer las cosas si quieren triunfar.
El resultado, como bien dices, ya lo hemos visto. Seguidores acérrimos, sí; pero muchos más detractores… Entre los cuales, más de un seguidor al que se le cae la venda. 😉
Sigamos juntos la aventura. 🙂