Superando la ansiedad al aproximarse y otras dificultades a la hora de ligar
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Entendiendo la ansiedad al aproximarse y consejos para evitarla, por Roadrunner

Hoy os traigo a otro debutante al blog para que nos hable sobre la ansiedad al aproximarse de una forma realista y sin pajas mentales.

Se trata de alguien cuyo aporte en cierto foro me impactó bastante. Fue por su diferencia a la hora de tratar un tema tan común como era el de la «ansiedad de aproximación».

Os dejo su escrito acompañado de un preámbulo propio.

Presentemos ese concepto de «ansiedad de aproximación» del que tanto hablaban en esos foros…

Antes de pasarle el micro a Roadrunner, hablaremos un poquito sobre esa ansiedad de aproximación (también llamada ansiedad al aproximarse o ansiedad del abordaje en mis antiguos círculos seduccioneros).

Por supuesto, vamos a intentar hacerlo sin pajas mentales… Como es común en esta casa.

A menudo encontrarás personas a las que no les gusta o no les interesa acercarse a desconocidos ni dar el primer paso en una interacción. Y en contra de lo que puedas pensar, hay múltiples razones para que esto ocurra.

En algunos casos, que son los que interesan al amigo Roadrunner, se trata de personas que quieren acercarse a otras pero no se sienten capaces.

Por qué algunas personas sienten esa ansiedad al aproximarse y otras no

Cuando te paras a observar y preguntar, te dicen que les da miedo el ridículo, el rechazo, lo desconocido, ¡y hasta que las cosas puedan salir demasiado bien!

También te hablan de que se sienten torpes expresando sus ideas, sus sentimientos y sus apetitos; moviéndose y comportándose en una interacción, o cualquier cosa del estilo.

Te suelen hablar de timidez, de introversión y hasta de autodesprecio. No se consideran suficientemente interesantes y valiosos como para llamar la atención de nadie. Se ven fuera de liga demasiado a menudo.

Y eso claramente juega en tu contra si de verdad tienes el deseo de acercarte a alguien.

A veces, la ansiedad al aproximarse viene de lo que otros llaman «obsesión por quedar bien»

Personalmente, quedar bien no es algo que me haya preocupado nunca.

Tengo muy gratos recuerdos veraniegos, en los que agradezco que mis amigos me pusieran de punta de lanza cuando querían conocer gente nueva.

Les interesaba entrar en contacto con otros grupos de la zona. Muy a menudo eran grupos de ingleses, de alemanes, de holandeses, de suecos, de irlandeses y de todo lo que te puedas encontrar en una zona de playa española.

Es decir: lo más normal era que hablasen poco español, y en mi grupo yo era el que mejor hablaba inglés… Je. Sucede que eso da algo de caché (y mucha diversión) a veces.

Así que no fueron pocas las veces que hice más grande el grupo y que alguien ligó gracias a mí.

¿Se nota que mi rollo es aprovechar mis cualidades sin reparo ni vergüenza?

Incluso si eso implica que me llamen ególatra y me digan que no tengo abuela, sí señor…

Además, como le gustaba decir a uno de mis profesores, nunca tuve miedo a usar el spaghetti English. Nunca he sabido qué quería decir exactamente con eso, pero pasa una cosa muy curiosa.

A base de observarme a mí mismo, deduje que es el tipo de lenguaje y el estilo de comunicación que usamos cuando sabemos lo que queremos decir pero no tenemos claro exactamente cómo se dice.

Así pues, y al menos para mí, cuando hablamos un «idioma espagueti» es porque terminamos mezclando de todo con tal de hacernos entender. Ya sean distintos registros, variaciones regionales, frases hechas o canciones; e incluso haciéndonos entender hasta por señas cuando las palabras no llegan.

¿Te sirve esto como ejemplo de soltura y frescura?

Si lo anterior no aplica para ti porque no te verías capaz de algo así, no te preocupes.

En este punto, ya puedo pasarle el testigo a Roadrunner.

Aunque, por supuesto, le voy a dar un poco de chapa y pintura al texto para que quede digno de este blog y de las personas que lo frecuentan.

Mi toque en su texto se va a notar sobre todo en el hecho de sacarlo del zulo seduccionero y en hacerlo identificable tanto para mujeres como para hombres.

Sin más dilaciones, ¡ahí os va!


Entendiendo la ansiedad al aproximarse, por Roadrunner

¡Afortunados aquellos a los que les importa un bledo la opinión de los demás!

Pero si no es el caso para ti, aquí van unos consejillos.

Mucho se ha escrito sobre el tema, así que recopilo a continuación algunas de las cosas que más me ayudan a superarla o minimizar su impacto.

No hay nada que sustituya a la práctica, pero hay algunas cosas que se pueden hacer antes de dar el primer paso.

Como siempre, agradezco cualquier comentario, aportación, etc.

Valórate a ti mismo

Tal como ha dicho Sergio, valorarte a ti mismo adecuadamente es el mejor punto para empezar estos consejos.

Si dudas de ti, tanto como si rechazas y escondes partes de ti, terminas por deshumanizarte y por hacer incómodo el estar en tu presencia.

Por eso, comienza hoy mismo a reconocer todo lo bueno que hay en ti y disfrútalo (aunque esto parece sacado de un anuncio de L’Oreal).

(Nota de Sergio: fíjate también en esas cosas que no te gustan y en las que crees que no le gustarán a nadie, porque te vendrá bien tenerlas en cuenta si acaban saliendo a colación.. Más adelante explico un poco más sobre esto en otra nota.)

La entrada es lo de menos

No importa lo que se dice, sino como se dice.

Además, ¡la otra persona probablemente no se acordará de lo que le has dicho exactamente!

Su mente está demasiado ocupada en descifrar tus intenciones, en observar tu lenguaje corporal y en pensar una respuesta para la situación (o para lo que crea que acabas de decir).

Pasa rápido a otra cosa y ya está.

No sobrevalores lo que estás haciendo

Esto no se trata de clavar la entrevista para el negocio de tu vida ni de recibir un Nobel.

Se trata de conocer a alguien y divertirse haciéndolo.

No te sabotees pensando que es muy guapa, que puede ser la chica de tu vida, cosas así. De entrada, lo único que quieres es mantener una conversación, nada más. Ni siquiera la conoces, quizá no merezca la pena conocerla…

Prepara la interacción

Piensa en el proceso de la interacción que está a punto de suceder.

No es lo mismo encarar una entrevista de trabajo que una cita. Si la cosa va de seducción, crea tu material, ensáyalo, grábate en video, lee libros y foros de seducción… (todo esto sin pasarse).

(Nota de Sergio: personalmente, pasaría de eso de leer libros y foros de seducción porque tienden a meterte ideas raras en la cabeza. Puedes acabar albergando una disonancia cognitiva del calibre de odiar al mismo sexo con el que deseas relacionarte.

Si lo que deseas es crear tu propio material de seducción, comienza por aprender sobre tu legendario personal y descubrirás cómo contar la historia de tu vida de la forma más honesta y atractiva posible.)

Prepararte tiene dos efectos beneficiosos sobre la ansiedad de aproximación:

  • Te ayuda a conocer mejor la situación en la que te vas a poner. Realmente qué es lo que te produce la ansiedad, ¿el miedo al rechazo o el miedo a no saber qué decir y quedarte paralizado? Ahí está el valor de tu preparación: justo en el momento en que la conversación decae, puedes sacarte algo de la manga.
  • Refuerza la sensación que ya tienes de que no eres el típico tío. Has hecho un esfuerzo previo para mejorar tus interacciones, y probablemente estás ofreciéndole a la otra persona una conversación de mayor calidad que aquellas a las que está acostumbrada.

Tu cuerpo es tu mayor aliado…

Y también es tu mayor enemigo cuando te pones nervioso.

Esto te va a sonar un poco a chino, pero la ley de la causa y el efecto funciona en ambos sentidos.

(Nota de Sergio: aquí nuestro amigo se refiere a la cadena de retroalimentación que hay entre el cuerpo y las emociones. Hasta cierto punto, puedes controlar tu estado de ánimo tan sólo con tu manera de moverte, de colocarte, de mantener una postura, y de expresar una idea.

Este concepto va en la misma tónica que llevan quienes te enseñan a relajarte y a tener orgasmos únicamente a través del control de la respiración.)

Aprovecha la cadena de retroalimentación cuerpo-emociones a tu favor

Si estás nervioso, se nota en tu lenguaje corporal. Pero si tu lenguaje corporal es el adecuado, eso hace que estés más relajado y animado.

(Nota de Sergio: a veces, la tensión por encontrar y mantener el lenguaje corporal adecuado provoca más angustia y preocupación que relajación y buen ánimo. Aconsejaría no obsesionarse con esto.)

Si no estás sonriendo, sonríe. Si tu cuerpo tiende a empequeñecerse, expándelo. Relaja los hombros, relaja la mirada, inclina ligeramente tu cabeza hacia arriba, y suéltate…

Haz una relajación por movimientos descontrolados, o ponte a bailar (especialmente si estás en una discoteca) y utiliza el baile para relajar el cuerpo.

Antes de que puedas pensarlo, es posible que la interacción ya haya comenzado

(Nota de Sergio: aquí Roadrunner mezcla dos ideas diferentes que podemos considerar aparte la una de la otra. La primera queda inconclusa, así que la reflejaré yo: una interacción no siempre consta de una conversación.

Entonces, y para que nos entendamos claramente, todo lo que percibas de los demás y lo que perciben los demás en ti es una interacción en sí misma, pues hay un estímulo (la percepción) y una respuesta (que cada uno elabora a su manera y a su gusto por lo general).

Otra cosa es relacionarte o no con esas personas que percibes y te perciben a ti; lo cual puede verse influenciado en cierta medida por esas percepciones de las que estábamos hablando.)

Volvemos al texto de Roadrunner y a su primera idea de este punto

Solamente el 7% de un mensaje se transmite mediante el lenguaje verbal.

(Nota de Sergio: Sí, esta era la primera idea inconclusa. ¡Sigamos!)

Además, en un gran número de casos, son las otras personas las que comienzan la interacción y no necesitas tomar la iniciativa (por ejemplo, cuando te miran, te sonríen, se aproximan a ti o se ponen a bailar junto a ti).

Mucho antes de que abras la boca, el proceso de la seducción ya ha empezado.

A menudo basta con mantener su mirada y sonreír.

Si eres hombre, a veces notarás que una chica aparta su mirada después de mirarte fijamente.

(Nota de Sergio: el modo de mantener y de apartar la mirada puede darte pistas de si le interesas o no a otra persona, pero no te obsesiones con interpretar eso en una mirada. Puede ser problemático.

De hecho, es fácil notar que la otra persona tiende a romper el contacto visual primero si tú tienes costumbre de mantener las miradas; y eso no da pistas de nada. Mejor seguir invitaciones más claras.)

Ellas, exactamente igual que nosotros, probablemente te sigan manteniendo en el objetivo cuando dejan de mirarte si de verdad les has llamado la atención.

En su caso tiende a ser buena señal, ya que su visión periférica está mucho más desarrollada que la nuestra. No lo interpretes como un gesto de rechazo, es todo lo contrario. Y si te vuelve a mantener la mirada… a qué esperas tío?

No pienses ni asumas por los demás

Atarte una soga al cuello es algo que deberías evitar a toda costa.

Aunque creas que se notan los síntomas físicos de tu nerviosismo o que tu voz no es atractiva, compruébalo.

Grábate en video (o emite en directo) si no lo has hecho nunca. ¡Apuesto a que lo que ves es mucho mejor de lo que esperabas!

Rara vez la gente se da cuenta de si estás nervioso, y además probablemente ellos esté tan nerviosos como tú, si no más que tú, cuando entréis en contacto.

No hay interacciones negativas

Para ti, solo hay dos tipos de interacciones: las positivas y las que no existen.

Esto es aplicable a todos los ámbitos de la vida.

Si una persona que te gusta se molesta contigo o no te hace caso, despídete con un “ha sido un placer”.

(Nota de Sergio: en este punto concreto voy a sustituir algo que puso Roadrunner originalmente, porque es un pajote mental de calibre. Dejaré la sustitución fuera del paréntesis tras una aclaración sobre lo que estoy sustituyendo.

Que más personas te vean acercarte a alguien en una discoteca no tiene per sé un impacto positivo en cómo se te percibe. De hecho, puede ser más negativo que otra cosa. Y más siendo hombre, ya que es muy fácil pensar «otro picaflor que va probando suerte con todas las que puede».)

No cortes el contacto volviéndote un fantasma y haciendo el vacío. ¡Hay una forma más madura!

Justifica por qué has decidido alejarte, y da detalles si te parece oportuno. Por supuesto, si quiere arreglar las cosas contigo y no ha hecho nada especialmente jodido para causar tu alejamiento, dale la ocasión.

Tomar distancia y poner la responsabilidad de la reconciliación en la otra persona es liberador. Además también será una oportunidad para descubrir más acerca de sus intenciones y de los motivos por los que te busca.

Y si no sucede, no te preocupes. Hay muchas más personas interesadas en compartir tiempo de calidad contigo.

Reconoce también sus esfuerzos

(Nota de Sergio: aquí estaría genial que nuestro amigo hubiera dicho que las otras personas también están luchando contra sus propios demonios al relacionarse contigo y con el resto… Pero no lo hizo.

En vez de ello le dedica un guiño al coqueteo y a la seducción de las mujeres hacia los hombres.

De hecho, la seducción es un instrumento femenino que los hombres lograron hacer funcionar también para nosotros a nuestra manera. Pero eso es una conversación para otro día…

Así que por hoy, señoritas, sencillamente os pediré que apreciéis nuestros esfuerzos cuando nosotros también estemos intentando llevarnos bien con vosotras, gustaros y cosas así.)

¿A qué se refiere Roadrunner con esto de reconocer sus esfuerzos?

Ellas son seductoras natas y les encanta seducirnos.

Piensa que a menudo, sólo por estar ahí, ha hecho su parte. ¿Te has parado a pensar en la cantidad de tiempo y dinero que emplean ellas en prepararse antes de salir?

Ella agradecerá que aprecies estos detalles, incluso si no lo demuestra abiertamente. Y según avanza el proceso de seducción querrá seguir seduciéndote, por eso no es bueno demostrar demasiado interés demasiado pronto, porque la aburres.

Fomenta tu creatividad

Si estás a gusto con una forma de iniciar una conversación o con una cierta historia, úsalas; pero no pienses que es lo único que puedes decir.

No existe una conversación adecuada a un contexto determinado.

En principio, todo vale. No te obsesiones con sacar temas concretos y te irá bien.

(Nota de Sergio: otra vez secuestro el texto para hacer una puntualización y una sustitución. Roadrunner se mete en el contexto discotequero y dice que a las chicas les encanta que uno les sorprenda. Y tiene razón en parte.

A todos nos gusta tener conversaciones que nos sorprendan y nos estimulen, pero la cosa no va por el camino que él sugiere.

No se trata de pensar en las palmeras de Hawaii ni en lo que te dé la gana, sino de prestar atención a la otra persona y tirarle del hilo sabiamente. ¡Esa es una de las estrategias de conversación que explicamos en Relaciones Auténticas, por cierto!)

Y finalmente… Aléjate de las motivaciones externas (un último detalle cortesía de Ícaro al que también le voy a repasar chapa y pintura):

Olvídate de ponerte como objetivo el gustarle a nadie.

Eso no puedes controlarlo, y únicamente aumentará tu ansiedad.

En lugar de eso céntrate en tus motivaciones intrínsecas para interactuar con una persona. Cosas del estilo conocerla mejor (si hay un interés real por tu parte) y darte a conocer (si el interés fuera recíproco).

Eso sí puedes controlarlo, hacerlo o evitarlo está en ti por completo y no depende apenas de factores externos.


Aquí termina este texto sobre la ansiedad al aproximarse a otras personas

Aunque, por supuesto, viene acompañado de una conclusión.;)

Cuando participaba a diario en foros y grupos dedicados a la industria del ligue veía preguntar por este tema a diario. Se cerraba un hilo y surgían doce más.

Cada persona que la siente cree que su ansiedad de aproximación es única, ¡y no es así!

De hecho, a menudo estas personas ni siquiera sienten ansiedad, sino rechazo visceral.

No se sienten representadas realmente por lo que están haciendo, y se fuerzan en busca de cumplir una promesa (ser más sociables, ser más alfa, o algo así por lo general).

Y la única certeza aquí es que comparten un factor común algo desagradable de mencionar: que su autoestima está condicionada a resultados y a la validación externa.

¿Reconoces el patrón? Te doy otra pista importante:

A menudo son el tipo de personas que se burla del consejo de «ser uno mismo».

Te dicen y te sostienen en la cara que ser ellos mismos no les ha servido para nada de lo que desean (lo cual tiende a ser una o varias de estas tres cosas: ser populares, ligar con cualquiera, y ganar dinero en abundancia).

Y por eso son tan susceptibles de comprar cualquier promesa de éxito social, sexual y profesional que se les ponga por delante.

Algo que se podrían ahorrar, por cierto, si tan solo se interesasen más por sí mismos y por aquellos que les rodean.

Cuando existe verdadero interés y el acercarse tiene sentido, la ansiedad se diluye hasta casi desaparecer

Y para ello no necesitas meterte a vendedor a puerta fría ni a captador de socios para una ONG…

Necesitas dejar de forzarte a tratar de forzar las conexiones con los demás.

Si leerlo suena enrevesado, ¡imagínate experimentarlo!

Lo único que comentaría aquí es que los temas del interés y otras cuestiones, dependen y mucho de las situaciones y de las personas.

No puedes gustarle a todo el mundo y la habilidad social no es una ciencia exacta.

Procura tenerlo en cuenta y te ahorrarás miseria y sufrimiento.

Por demás, el escrito del compañero Roadrunner es una buena forma para que todos nos preocupemos de romper un poquito el cascarón de maneras agradables y relajadas.

¿Te animas a dejarme por aquí tus experiencias con las aproximaciones y con la ansiedad social?

Ya sabrás que los comentarios enriquecen el debate y lo hacen más interesante.

Espero con ansia tu aportación. ¡Seguro que será genial!

Y hasta aquí esta entrada. Nos vemos en el próximo artículo.

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Un comentario

  1. WTF me ha gustado, porque no sorprende. Es justamente lo que sucede ni más ni menos,
    por comentar algo diria que una de las cosas mas importante es verse desde fuera,
    para mi un ejercicio casi inexistente hasta hoy (tristemente). Un punto fuerte es unir tu yo con tu exterior, y eso no debe fallar amigo

    Y si pudiera añadir algo diria que:
    no te muestres mas activo que ella, juega muchas mas veces a tu favor el ser alguien mas frio mas calculador, o por lo menos estar muy tranquilo en la interaccion. Manten un ritmo relajado pero activo, con altibajos para no perder atención. A veces incluso es mejor no hacer nada, dejar que ella lo haga o simplemente disfrutar de la sensacion de tener alguien al lado y sentirlo (parecen mariconadas cuando no se han disfrutado nunca)

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