Ansari habla sobre tener un hijo en su monólogo Buried Alive
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En busca de la píldora anticonceptiva para hombres y otros métodos viables para ellos

Vamos a darle contexto a este escrito sobre la píldora anticonceptiva para hombres y otros métodos de control más agradables y seguros. Estoy seguro de que te va a gustar que traiga este tema al blog y le demos candela a esta discusión.

Allá por 2015 se me ocurrió publicar una entrada llamada Cuando casarse y tener un hijo se vuelve tu peor pesadilla, en base a varias ideas que Aziz Ansari lanzaba desde su monólogo Buried Alive (Enterrado Vivo en español). Es un show de comedia dedicado sobre todo a la paternidad y las relaciones de hoy en día.

Ansari habla sobre tener un hijo en su monólogo Buried Alive
Esta era la imagen destacada de dicho texto, que me pareció oportuno reutilizar aquí. Desde aquel show de 2013, Ansari publicó un libro en 2015 junto a Eric Klineberg (titulado «Romance Moderno: una investigación»). No teme entrar en temas polémicos, como demuestran sus rutinas, lo cual hace de manera creativa, divertida y reflexiva.

Una de las cosas que más han surgido desde entonces en mi entorno es la idea de la responsabilidad anticonceptiva; incluyendo, claro está, un debate eterno sobre quién debería hacerse responsable y por qué. Algunas personas incluso se quejan y maldicen porque aluden que el peso de esto recae casi exclusivamente en la mujer, incluso aunque existan o se proyecten cosas como la píldora anticonceptiva para hombres y otras soluciones anticonceptivas masculinas.

Se tiene como hito en la historia (y de la segunda ola del feminismo, nada menos) el haber logrado la libertad en la salud sexual y reproductiva; en base a contar con la posibilidad de usar profilácticos y otros métodos anticonceptivos y, dado el caso, poder abortar en condiciones de seguridad e higiene suficientes. Y, si bien es cierto que, dentro de toda esta vorágine, se celebró que la píldora anticonceptiva permitiese a las mujeres decidir por sí mismas cuándo querían quedar embarazadas; en la actualidad ha perdido gran parte de su lustre anterior.

Quizás también se está viendo tan mal este panorama porque la dirección de la investigación anticonceptiva se ha centrado en gran medida en la mujer, por el simple hecho de que ellas son quienes afrontan el mayor riesgo al quedar embarazadas… Y eso hoy en día, en una sociedad en la que pocos quieren hacerse responsables de sí mismos y más bien prefieren diluir la carga de la responsabilidad, no cae bien del todo.

El debate del cuidado anticonceptivo me aburre cuando se convierte en una guerra de tomahawks

No me interesa señalar responsabilidades a nadie como arma arrojadiza. Eso no resuelve nada.

Mi opinión personal es que ambos miembros de una relación han de tener información y opciones suficientes y de calidad. ¡Tan sencillo como eso!

Por esto existen los servicios de planificación familiar. A partir de ahí, cada cual puede y debe tomar decisiones encaminadas a cuidar de su salud y la de su pareja.

También es por eso que apoyo que las mujeres quieran que sus anticonceptivos les brinden una opción que no presente riesgos para su bienestar; y que los hombres gocemos de opciones que tampoco nos sean perniciosas a nosotros.

De hecho, en 2018 participé en un debate en Facebook originado en torno a una noticia sobre la píldora anticonceptiva para hombres. Fue relevante para mí porque pude conocer una impresión generalizada gracias a observar lo que comentaban allí.

Te comparto las dos opiniones más relevantes, frecuentes y mejor valoradas que se lanzaron en ese debate:

  • Hay muchos hombres deseando tener varias opciones saludables (y menos tajantes que la vasectomía, a pesar de que sea un procedimiento semi-reversible).
  • Una amiga mía comentó diciendo que vería más que normal que aquello que las mujeres no quieren para sí mismas tampoco lo quieran los hombres para sí.

Y no pude sino darle la razón, porque es evidente que nadie quiere efectos secundarios nocivos.

Más adelante te cuento los riesgos de la píldora anticonceptiva para hombres que se ha conseguido desarrollar en fechas recientes, y que todavía no se ha aprobado; para darle más luz a este punto. De momento empezaré hablándote de mis pesquisas en este ámbito.

Por eso me dio por investigar qué se está haciendo para que nadie tenga que afrontar tantos riesgos

Hace tiempo que ando investigando posibilidades anticonceptivas masculinas, y varias ideas que han surgido en torno al tema me dejan rascándome la cabeza.

Por ejemplo: la que llaman «la píldora de las sábanas limpias»… Que sólo por la anécdota con el nombre, yo mismo usaría si es segura.

Esta es una idea de los doctores Nnaemeka I.B. Amobi, Christopher Smith y John Guillebaud, que consiste en crear un fármaco que relaje los músculos situados alrededor de los conductos deferentes.

El resultado: se produce un «orgasmo seco» gracias al hecho de que estos músculos no pueden impulsar el semen fuera del cuerpo. En ese sentido, es como el tantra masculino para vagos y cagaprisas.

La idea, que necesita de unos 400.000 dólares para ser investigada según sus autores, permitiría que tomemos una pastilla pocas horas antes del acto y que recuperemos el funcionamiento normal tras unas 24 horas. Más conveniente que varios años de práctica del control de esos músculos, ¿verdad?

También está el interruptor de los cojones (y nunca mejor dicho)

Con esto me refiero al interruptor que proponía el aleman Clemens Bimek, que imita los efectos de una vasectomía sin llegar a serlo. Aquí te muestro una imagen conceptual:

Ya ves que, además de la píldora anticonceptiva para hombres, nos planteamos cosas similares a las que ya se hacen con ellos.
Ya ves que, además de la píldora anticonceptiva para hombres, nos planteamos cosas similares a las que ya se hacen para nosotros. ¡Una razón más para tocarnos, por si ya había pocas!

Ahora, dime seriamente… ¿Te instalarías un interruptor en los huevos para cortar el flujo a los espermatozoides a tu voluntad?

Esta idea dio la vuelta al mundo a principios de 2016, pero todavía no se ha visto realizada. En la web del autor afirman que es una opción para toda la vida, sin hormonas, sencilla y de confianza. Y por si fuera poco, 100% vegana.

¡Para acabar de redondearla!

Otra opción similar a la anterior es la inyección anticonceptiva masculina

Y no, no te hablo de un método hormonal, aunque también lo hay; porque hemos establecido ya que no queremos jugar con nuestra salud… Y resulta que la inyección hormonal, tanto masculina como femenina, tienen efectos secundarios notables y se tienen que repetir con bastante frecuencia.

Por otro lado, se considera que los anticonceptivos más eficaces son los que ofrecen mayor duración y requieren de menos revisiones e intervenciones médicas para su administración y control. De ahí que favorezca hablar de un procedimiento que, de nuevo, imita la vasectomía por otros medios.

Ante esta mención, seguro que te preguntarás dos cosas: ¿Cuáles medios? ¿Y son reversibles o me quedo así para toda la vida?

Así que te respondo hablándote de Vasalgel, que es un procedimiento que se espera esté disponible hacia 2020:

  • Se inyecta un hidrogel sintético en los conductos deferentes (en ningún caso sobre el propio pene, huelga decirlo) que bloquea el paso de los espermatozoides y permite el paso del resto de la emisión seminal. En 15 minutos, todo resuelto, ¡igual que con la vasectomía!
  • Con otra inyección (de bicarbonato de soda esta vez) se disuelve el compuesto de hidrogel y los conductos vuelven a ser plenamente funcionales.

Por supuesto, este no es un método que impida la transmisión de enfermedades, por lo cual se aconseja el combinarlo con métodos de barrera.

Para la gente curiosa: este método está basado en otro desarrollado nada menos que en India

¿Sabías que existe un método llamado inhibición inducida reversible de esperma?

Pues sí, es un método real que se encuentra en fase 3 de su estudio de validación y aprobación… Aunque sufre retrasos en el mismo debido al bajo número de voluntarios que reciben. De hecho, el método anterior corresponde a la patente estadounidense de este mismo método.

Esta variante funciona esencialmente igual que la anterior:

  • Mediante una inyección se introduce un polímero en los vasos deferentes cuya acción, en este caso, es espermicida. Según el método original, el compuesto se disolvería por sí mismo pasado un cierto tiempo (de al menos 10 años, según el doctor Sujoi K. Guha, el inventor del mismo), desbloqueando de nuevo el conducto.
  • Hay dos versiones del compuesto que este doctor inventó, y que por eso lo menciono: la versión normal, y la versión «smart». Esta última le añade óxido de hierro y partículas de cobre al compuesto original (que constaba de 60 mg. de estireno anhídrido maleico con 120 µl de dimetilsulfóxido).

Estas adiciones le dieron al compuesto propiedades magnetoelásticas y antiaglomerantes, además de servir para hacerlo trazable mediante rayos X e imagen magnética. A ello se suma la facultad de facilitar el proceso de extracción, pues bastaría con aplicar microondas de manera externa para licuar el compuesto y excretarlo.

Dile adiós a las discusiones en la cama tomando decisiones útiles y saludables. Acude a los servicios de planificación familiar y cumple con tus revisiones periódicas, por tu tranquilidad y la de tu pareja.
Dile adiós a las discusiones en la cama tomando decisiones útiles y saludables. Acude a los servicios de planificación familiar y cumple con tus revisiones periódicas, por tu tranquilidad y la de tu pareja.

Por supuesto, también existen opciones más comunes, aunque menos del agrado público… Como la píldora anticonceptiva para hombres y otros métodos hormonales

Estos serían los que yo llamo «métodos infames» o «de mal necesario», tan queridos por unos y odiados por otros.

La razón es sencilla: lo mismo que no sirven y gustan a algunas personas, a otras les salvan la vida y les ayudan a regular su organismo. Literalmente. Sin embargo, también hay personas que más que reguladas, se sienten alejadas de su ciclicidad. También literalmente.

En el caso de la anticoncepción masculina, ya hay gente disparando salvas porque se ha anunciado que ya existe la píldora anticonceptiva para hombres.

Como, de hecho, existe también la inyección hormonal anticonceptiva y el implante hormonal para hombres.

En todos esos casos hay riesgos de salud asociados que hacen dudar hasta a las mujeres de sus beneficios. Riesgos que, en contra de lo que afirman ciertos outlets; van más allá de «no poder soportar el acné, el dolor en la zona y los cambios de humor».

El caso es que el panorama no pinta bonito por el momento, y por eso hay tan pocos voluntarios para la píldora anticonceptiva para hombres, las inyecciones anticonceptivas y cualquier método que sea hormonal…

A pesar de lo que determinados medios afirman a través de su sesgo ideológico, no tiene nada que ver con discriminación alguna.

Se dieron riesgos de salud que no compensaban los beneficios observados, simple y llanamente. En esas condiciones, cualquier estudio es inmediatamente cancelado y el medicamento testado en el mismo es rechazado.

En esta nota de la sección Maldita Ciencia de maldita.es nos aclaran algunas de estas cuestiones haciendo referencia al estudio viral de 2016 y a uno más reciente, ambos sobre la píldora anticonceptiva para hombres. Y cito desde allí:

En resumen, un anticonceptivo masculino fue rechazado en 2016 en la fase II porque sus posibles beneficios no compensaban su elevada tasa de efectos secundarios. En 2018, otro anticonceptivo ha pasado la fase I con escasos efectos secundarios, pero debe pasar varias fases más antes de ser comercializado.

Por esto es que se pide que dejemos los sentimentalismos y seamos objetivos en ciencias. Para que podamos llegar a avances realmente significativos.

Se dan condiciones que no son aceptables ni por todo el oro de Moscú, aunque animan a seguir investigando más que a dejarlo estar

Las taras que hacen indeseables estas opciones para los hombres vendrían del hecho de que los métodos hormonales, por lo general, reducen la acción de la testosterona natural en el organismo como mecanismo base para reducir la producción del esperma.

Lo más normal es que induzcan una testosterona sintética en combinación con otros compuestos, como la progestina, para balancear los efectos de tal sustitución en el organismo y reducir aquellos que sean nocivos.

Para quienes no los conozcan, aquí listo los efectos secundarios negativos que se han observado en los estudios clínicos de este tipo de métodos (extraídos de este estudio):

  • Aumento del riesgo de sufrir accidentes y enfermedades cardiovasculares.
  • Reducción del «colesterol bueno» (colesterol HDA) dentro del organismo.
  • Trastornos del ánimo (incluyendo hostilidad, conducta agresiva y conducta depresiva) y cambios en la libido.
  • Aparición de trastornos respiratorios y exceso de sudoración durante el sueño.
  • Deficiencia de andrógenos, derivada de un mal funcionamiento del método de administración.
  • Daños en el hígado.
  • Aumento de peso.
  • Dolor muscular y esquelético.
  • Aparición de acné y piel grasa.
  • Disfunción eréctil y pérdida de la espermatogénesis (conllevando la no reversibilidad del tratamiento).
  • Un participante de un estudio de 2016 sobre la píldora anticonceptiva se suicidó y otro más lo intentó sin lograr culminarlo, lo cual se sumó a otros motivos para cancelar dicho estudio.

Dicho esto, te imaginarás por qué no se cancelan del todo los estudios de este estilo.

Y es que hay una aprobación bastante notable por parte de los potenciales usuarios y de sus parejas, en caso de que se encuentren opciones viables y saludables.

Afortunadamente, hay mecanismos que regulan todo este berenjenal

Ahora bien, es importante tener en cuenta que el camino a la comercialización de cualquiera de estas alternativas es largo y requiere de muchos pasos.

Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un protocolo más que exigente para permitir que estos procedimientos y medicamentos vean la luz.

De hecho, así es como se consiguió que la anticoncepción hormonal para mujeres sea un tratamiento mucho más seguro y se hayan reducido los efectos nocivos con los que comenzó este tipo de tratamiento. Realizando estudio tras estudio y aprendiendo a ajustar las dosis para encontrar la combinación ideal que otorgue más beneficios y menos riesgos.

Así pues, con un poco de suerte, las investigaciones en este campo darán con un mecanismo de acción que no ponga en riesgo la salud de nadie a cambio de cumplir con una cuota de avances políticamente correctos… Y quien sabe, puede que hasta el anticonceptivo universal del que también se ha oído hablar ya.

Eso sí, como en todos estos casos, sucederá si las farmacéuticas quieren invertir en ello, claro está. Porque, obviamente, a las empresas que fabrican y venden estas cosas, les sale más rentable que tengas que pasar por caja una vez cada poco tiempo. ?

Cerraré el texto invitando a quienes lo deseen a visitar Male Contraceptive Initiative, la web de una organización dedicada a recopilar información de confianza sobre el desarrollo de métodos anticonceptivos para hombres y a informar sobre salud sexual a los mismos. ¡Buen nivel de inglés requerido!

Y ahora, ¡llegó tu turno de expresarte!

Me gustaría que me informes de tus aventuras y desventuras en este terreno de la salud sexual y la prevención de embarazos no deseados.

También me gustaría que me digas si te apetecería usar una píldora anticonceptiva para hombres, sea del tipo que sea, si se consigue crear opciones seguras.

O, claro está, si tienes conocimientos médicos suficientes como para complementar lo que he compartido aquí y corregir los errores que haya podido cometer (por los cuales me disculpo, pues son de buena fe); te agradeceré si lo haces y así puedo aprender más gracias a ti.

Y por supuesto, como de costumbre, te pido que cualquier contribución a los debates en esta casa la hagas desde el respeto y sin alimentar la guerra de los sexos.

No me interesan ese tipo de aportaciones ni siquiera por su alto potencial para viralizar este texto y recibir miles de visitas… Simplemente porque no traerían a la clase de público que deseo congregar.

Hasta la próxima entrada.

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