Diario de un Seductor, Kierkegaard (extracto)

Como tal, simplemente es un extracto del prefacio del libro. Me voy a abstener personalmente de hacer comentarios en este tema; solamente colocaré el extracto. Espero que podáis ver en ello lo que quisiera transmitir siempre a todo el que me lee… Y otros transmitieron antes que yo.

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El título del libro no me llamó demasiado la atención. Imaginé que se trataba de una recopilación de fragmentos y párrafos sacados de diferentes obras, hipótesis que creí lógica pues sabía que estudiaba asiduamente. Sin embargo, el contenido era completamente distinto: un diario personal, redactado con muchísima minuciosidad.

Cuando yo lo conocí, no supuse que su vida necesitara un comentario, pero, después de lo que había podido ver, era imposible negar que el título fue elegido a conciencia por un hombre capaz de mirar por encima de sí mismo y de la situación.

El título armonizaba perfectamente con el contenido.

El fin de su existencia era vivir poéticamente y en la vida había sabido encontrar, con un sentido muy agudo, lo que hay de interesante y describir sus sensaciones lo mismo que si se tratara de una obra de imaginación poética. Por esto, este diario suyo no está rigurosamente de acuerdo con la verdad y no es una narración; podríamos decir que no se halla en el modo indicativo, sino en el subjuntivo. Seguramente debieron escribirlo poco después de los hechos, pero posee una eficacia tan vivamente dramática que hace revivir ante los ojos de nuestra mente, y para nosotros, el huidizo instante.

No cabe la menor duda de que el diario tuvo el único propósito de un interés particular del autor. Si consideramos el plan general de la obra, lo mismo que sus pormenores, no puede suponerse que fuese escrito con finalidad literaria o con destino a la imprenta.

Y no es que temiera la mirada indiscreta de los profanos; a todos los apellidos se les ha dado una apariencia demasiado extraña para que puedan ser auténticos. Sin embargo, creo sinceramente que ha conservado los nombres propios, para que más adelante pudiera identificarlos, pero que los demás se vieran engañados ante los apellidos. Al menos esto ha ocurrido con la jovencita, a quien yo conocí y de la que habla particularmente el diario: Cordelia… En efecto, se llamaba Cordelia, pero su apellido no era Wahl.

¿A qué se debe entonces que, a pesar de esto, el diario mantenga su carácter poético?

No es difícil responder: se explica por la naturaleza poética de quien lo escribió; naturaleza, por así decir, ni bastante pobre ni bastante rica para distinguir con precisión la poesía de la realidad. El espíritu poético era el signo más que él añadía a la realidad.

Ese signo más consistía en lo poético de que él gozaba, en una poética situación de esa realidad; cuando de nuevo la evocaba como fantasía de poeta, sacaba partido del placer. En el primer caso gozaba en ser un objeto estético, y en el segundo disfrutaba estéticamente de su propio ser. Hay que señalar que en el primer caso, de forma egoísta, él gozaba en su interior de todo cuanto la realidad le concedía y, en parte, de aquellas mismas cosas con las que impregnaba la realidad; en el segundo, elevaba la realidad a una concepción poética.

Por eso mismo, un resultado del primer aspecto es el estado anímico en el que se forjó el diario, como fruto del segundo, hasta que maduró; pero no debe despreciarse la observación de que, en este caso, las palabras deben entenderse en un sentido ligeramente diferente al otro. Y de este modo pudo percibir siempre la poesía en el doble modo en que su vida transcurrió y a través de esta misma forma.

Más allá del mundo en el que vivimos, en un fondo remoto, existe otro mundo, que, respecto al primero, está en la misma relación en que la escena que, a veces, vemos en el teatro se encuentra con la escena real.

A través de unos velos muy finos nos parece ver otro mundo de velos, más finos y más etéreos, de una intensidad distinta a la del mundo real. Muchos hombres que aparecen corporalmente en el mundo real no tienen su morada en éste, sino en el otro. Sin embargo, cuando un hombre se aleja, cuando un hombre casi desaparece del mundo de la realidad, depende de un estado de enfermedad o de salud.

Y éste era el caso de ese hombre, que, sin haberlo visto antes, tuve la ocasión de conocer.

No pertenecía al mundo real, y sin embargo tenía muchos lazos con él. Continuamente se metía dentro, y siempre, cuanto más se abandonaba, más salía de él.

Y no era el Bien lo que le tenía alejado, ni tampoco el Mal; no puedo afirmar nada en contra de él, en ningún aspecto. Padecía una exacerbatio cerebri, por lo que la realidad no le servía de estímulo más que de forma esporádica. No se alejaba ele la realidad por ser demasiado débil para soportarla, sino demasiado fuerte.

Y precisamente su fuerza era su enfermedad. En cuanto la realidad perdía su poder de estímulo, se sentía desarmado, y de ahí su mal. Y él tenía conciencia en el instante mismo del estímulo, y en esta conciencia consistía el mal.

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6 comentarios

  1. «…Fruto del primer estadio es esa disposición de ánimo de la que surgió el diario como fruto del segundo estadio, y, en este caso…»

    aparte de ésto, me parece soberbio. 5/5.

    1. Curiosamente esta igual de bien explicado en el manuscrito del que dispongo yo… De una forma más correcta y menos liosa que una traducción amateur que fue la que utilicé para trasladarlo aquí. Por eso, he efectuado una corrección.

  2. Kheldar, qué reseña de este libro tan memorable… Me recuerdo a mí mismo después de leer este libro que si algo no era poético, no era digno de llamarse seducción.

    Otra cosa, sé que este no es el medio más apropiado, pero FELIZ CUMPLEAÑOS. Será bueno que nos reunamos alguno de estos días como antes. Todavía te debo mi artículo, no creas que cuando paso por aquí no me doy patadas por ser tan incumplido.

    Éxitos con tus proyectos, LML

    1. Gracias por el comentario, Leo.

      Es cierto que hace mucho tiempo que no tenemos una reunión en condiciones, habrá que solventar eso! Respecto al artículo, cuando tengas el tiempo y la inspiración de tu parte hermano, que asi las cosas funcionan mejor.

      Un abrazo

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