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De colegueo a «algo más»

Es curioso, todos nosotros conocemos alguna persona con la cual hay química, hemos empezado por un nivel de comodidad aceptable en plan colegas. Puede que otros dirían que estamos soloamigueados, pero puede que se trate de soloamigueo inverso, créditos a Aquiles por su acuñado.

Normalmente en este mundillo se dice que caer en la zona de amigos, es algo de lo que es cojonudamente difícil salir, pero bueno… No necesariamente tiene por qué ser así. Variar la situación es lo esencial que hay que hacer.

Cosas a tener en cuenta para hacerla variar:

Una nota antes de empezar. Estas cuestiones son ineficaces en tanto que no hayas caído en convertirte en un perrito faldero de la persona en cuestión.

– Disponibilidad: Muchos dedican su tiempo a intentar localizar y estar en contacto con la persona que les interesa, consiguiendo así desgastes y agobios a cascoporro. Es mejor racionar un poquito y abusar menos de la compañía y las conversaciones.

Tu disponibilidad estará limitada. Te conviertes en un bien escaso. El tiempo a tu lado se debe disfrutar y aprovechar. Esto no significa que desaparezcas del mapa y no te dejes localizar, sino que dispongas de tu tiempo para ti mismo.

– Aprende a decir NO: Si te has acostumbrado a cumplir sus demandas y exigencias a modo de «favores para comprar su tiempo y su atención», deberías irte dando cuenta de que eso sólo te va a convertir en su recader@ particular.

A veces basta con poder decir que no a las cosas que te demandan, te proponen o simplemente a lo que no te apetece hacer con esa persona. Pero no todos lo hacen.

– Tensión Sexual: La mayoría de las personas se capa intentando parecer inofensivo sexualmente para no espantar a las personas a las que se acerca ni a quienes le rodean. Así que vamos a cambiar esto… No hasta el punto de parecer un maníaco sexual, pero sí hasta el punto de que no parezcamos castrados y estériles.

Aprende a marcar el rol de hombre/mujer, estimula, usa dobles sentidos y búscalos en sus palabras, confunde a propósito. Usa también tu expresión no verbal: postura corporal, tono de voz y dicción, y pasa a lo siguiente, que es…

– Pierde el miedo al contacto físico: Muchas personas son incapaces de mantener la proximidad y el contacto físico regularmente. Sienten la necesidad de rodearse de una burbuja de espacio personal para sentirse cómodos o seguros.

Abandona esa costumbre de no acercarte ni tocar a las personas, al menos hasta el punto donde sepas que no incomodas. El no tener contacto con esa persona es una de las barreras que más te frenan para construir el siguiente paso.

– Complicidad por un tubo: Una vez con la tensión sexual, con los «malentendidos», y con el contacto físico de por medio, el tiempo que paséis juntos puede estar plagado de complicidad. Usa esto en tu favor.

No tengas miedo de sonreirle, de tener vuestros guiños, de que haya frases que tengan un significado especial para vosotros aunque sean normales para el resto. Improvisa con esto, ahí está su gustillo.

– Que quiera tener más: Es darle la vuelta a tortilla con una maña que las mujeres han estado usando durante siglos… Dejar el buen poso, las ganas de más, la dosis de droga que te vuelve adicto y hace que pidas más.

Esto se aplica a dos aspectos. Que quiera tener más de lo que le estás dando, y que quiera tener más momentos contigo. Es decir, hay que dejar el deseo de más. ¿Cómo?

– El mejor momento: Los buenos jugadores saben retirarse cuando están en el punto alto, antes de que la racha comience a decaer. Siempre habrá momento para retomar las sensaciones en el punto en que las dejaste y continuar desde ahi.

Sin embargo debemos reconocer también que hay situaciones en las que no merece la pena tanto esfuerzo para que no haya resultado. Desde luego, esto no deja de valer la pena si no consigues pasar del colegueo al «algo más» que buscas. La imágen que tendrán de ti las personas se verá probablemente afectada para mejor. Prueba y me cuentas! 😉

Son consejos muy básicos, quizás hasta genéricos, pero a veces hay que ser el Capitán Obvio para que la gente se de cuenta de algo, y comiencen a ser conscientes.

Con todo esto ya mas o menos, raro sería que no te hayas decidido a intentar, como poco, que salga el beso y que la cosa avance desde ahí.

PD: Con esto empiezo también una serie de artículos en los que trataré detalles sobre la tensión sexual, el lenguaje corporal y no verbal, kinoescalada y contacto físico, y detallitos al azar que decidiré sobre la marcha. Saludos!

Kheldar

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