Bloguero lo será tu padre
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Bloguero lo será tu padre

Ser o no ser bloguero. Esa es la cuestión.

Y a partir de ahí, una pregunta: ¿El hábito hace al monje? ¿Uno nace o se hace bloguero?

Comenzaré por recalcar, una vez más, que me gusta hablar de las cosas que vivo y experimento directamente. Y en este caso, hablaré de mi experiencia siendo bloguero desde hace años, con ese estilo tocapelotas que tanto adora mi público.

Recordad que durante este segundo trimestre de 2018 estaré tocando las narices con los estilos de vida. Y como es el que más cerca me pilla, empezaré con el mío propio. 😉

Hoy me levanté especialmente puñetero con esas personas que me dicen que «soy bloguero» a bocajarro; ya que en la mayoría de ocasiones, por mucho que lo hagan desde su inocencia y con toda la ilusión del mundo, confunden el hecho de tener un blog con ser bloguero.

Vamos a hacer una pequeña reflexión conjunta con esa diferencia entre tener y ser, que ya va haciendo falta. Como muestra, este post de mi propio Facebook:

Es decir: lo que hoy vengo a contarte es que el bloguero es el huevo del que sale un dinosaurio… Y el que se abre un blog para tener presencia digital y ganar marca personal y visibilidad para su negocio sería la gallina.

Un fruto de la evolución que conserva y adapta un buen medio para desarrollar vida, si quieres verlo así.

El trasfondo inicial de esta historia

Hoy en día se da esta confusión por asimilar a las personas con los medios que empleamos para comunicarnos. Al fin y al cabo, todos queremos sentirnos parte de algo.

Si usas YouTube, te llaman youtuber. Escribes en Twitter, entonces twittero. Que estás en Forocoches, pues forocochero.

Creo que puedes seguir con la permuta sin mi ayuda.

Y del mismo modo, si tienes un blog…

Pues te llamarán bloguero. Tan sencillo como eso.

Aunque lo que teníamos antes era conocido como magazine (o fanzine, o incluso zine a secas según fuera el caso); la denominación cambió cuando se lanzó un servicio llamado Blogger, que fue adquirido por Google en 2003.

Hoy en día, por cierto, me puedo dar el lujo pedante de citar a la Real Academia de la Lengua Española:

bloguero, ra

De blog y -ero.

1. adj. Perteneciente o relativo a los blogs o a los blogueros.

2. m. y f. Persona que crea o gestiona un blog.

Vemos entonces que, al menos según el uso de estos términos en sentido de pertenencia o de relación; si tienes un blog eres un bloguero.

Ahora, que lo seas para las personas que le buscan el sentido a todo…

Ah, amigo… Ese es otro cantar.

¿Qué es un bloguero de pura cepa para un vieja escuela como yo?

Ya he comentado antes que, en esto de bloguear; tengo los pies negros de caminar por la tierra cuando todavía estaba caliente.

También he mencionado que los blogueros antes no pensábamos apenas en ganarnos la vida por este medio.

Nuestro interés común era compartir y conectar.

A través de ese sencillo pero jodido impulso irrenunciable; acabamos por crear comunidades con personas que tenían gustos y tendencias similares a los nuestros.

En el caso de muchos de nosotros, fue entonces cuando caímos en cuenta de que tenemos algo que ofrecer a nuestras comunidades. En que ahí cabía pensar en aportar valor a cambio de algo, porque tenía sentido.

El bloguero no vendía hasta que tenía dos cositas: ¡confianza y trayectoria!

Para un bloguero de raza; antes de plantearte venderle nada a nadie te molestabas en tener una relación con esa persona.

A este modo de relacionarse, algunos le llaman “volver a crear tribus”. Y la razón es obvia: todos compartimos una misión, una visión y unos valores que nos permiten recorrer juntos el camino.

En consecuencia, nuestras bandejas de correo no se parecían en nada a lo que son ahora: el primo virtual de las teletiendas de madrugada. Porque nos portábamos de otra manera.

¿Qué cosas vende una persona con espíritu bloguero y cómo lo hace?

El mercader es quien se preocupa por ajustar al máximo el tiempo que te dedica y el valor que te entrega a cambio de tus recursos (principal y casi exclusivamente dinero).

Un bloguero es más expansivo, aunque si te tiene que poner un coto también lo hará.

El bloguero piensa más en dar tanto como pueda, porque no siente que pierda al hacerlo; y admite múltiples formas de compensación.

Nosotros buscamos la integración. Colaboramos para lograr un cambio significativo en la forma de vivir, de experimentar, de aprender, de crear y de relacionarnos.

Y si no existe el movimiento al cual deseamos pertenecer, pues lo creamos.

¿Qué hace pues el bloguero cuando se convierte en gestor o en líder de una comunidad?

Encuentra la manera de generar y mantener espacios, momentos y medios para conectar a las personas unidas por esta visión compartida que divulgamos y nos apasiona.

Nuestro estilo de aporte por lo general se basa en tres actos:

  1. Liberar contenido constantemente para generar las conversaciones que nos interesa mantener.
  2. Compartir soluciones y aprendizajes con nuestros afines mediante productos y servicios de pago (y ojo, porque no siempre se cobran en dinero).
  3. Tratar de hallar la respuesta a aquellas dudas o problemas para los que no encontraste una solución y te tocó crearla o improvisarla.

De ahí que haya un mercado de infoproductos y otro de eventos y formaciones.

Dicho esto, seguro que ya tienes en mente a más de un bloguero purasangre…

Alguien que prácticamente siempre tiene algo que compartir con el mundo, basado en sus pasiones e intereses reales.

Que escribe como y cuando quiere, y se le nota en cada parte de sus textos. Deja traslucir cómo se siente, qué le está pasando y lo que opina sobre tal o cual cosa.

Se ilusiona por dar con su propia garra, su propia esencia y su propia voz; y las busca con palos de ciego. Ensayando todo lo que se le ocurre hasta que se encuentra a gusto.

Y cambia lo que toque, cuando se hace patente que ahora se ve desde otra perspectiva a sí mismo.

¡De ahí es de donde surgen las bitácoras digitales, precisamente!

De personas que tenían un interés marcado por un cierto tema y decidieron expresarse al respecto. Así surgieron los primeros zines.

Sin embargo, algunas personas creaban algo más parecido a diarios virtuales. Los llamaron «weblogs», y al cabo de un tiempo acabaron por ser conocidos simplemente como blogs gracias a que alguien decidió truncar la palabra.

Antes de que apareciesen estas plataformas; las comunidades de usuarios giraban en torno a listas de correo, boletines informativos y foros de hilos temáticos.

También aparecieron algunas redes sociales basadas en publicar fotos, ilustraciones, música o pequeños clips de vídeo junto a piezas de texto; pero la mayoría ya se han extinguido.

No obstante, ninguno de estos soportes pide de tu parte que te expongas tanto como un blog.

De hecho, por su naturaleza te llevaban a ser bastante precavido y compartir prácticamente todo mediante seudónimos y alter egos.

Ello no impide que seas tan franco, abierto, directo y transparente como quieras… Pero en muchos casos se entendía como una falsa valentía.

De hecho, hay una canción de Saratoga (un grupo de heavy metal), que habla de quien se dedica a «calumniar sobre Barcos de Cristal». También hay múltiples menciones en temas de rap a los «cobardes foreros».

Por ello, a partir de cierto momento se fomentó la «netiqueta»

Pero ojo, tanto para los blogueros como para los demás usuarios de Internet.

Al fin y al cabo, los medios digitales se convirtieron rápidamente en un medio por el que se difunden meras opiniones como si fueran hechos contrastados e incontestables.

Y ello tiene serias consecuencias sociales y políticas.

Este último detalle es algo que Barack Obama criticó muy seriamente.

Dijo que si la sociedad actual se dirige a favorecer a la blogosfera (y me imagino que por extensión a las redes sociales) por encima de medios que controlan y comprueban los hechos con mayor seriedad; lo único que conseguiremos es que todos acabemos gritándonos los unos a los otros a través del vacío, pero sin una pizca de comprensión mutua.

Algo que, viendo según qué panoramas; me parece más cercano de lo que me gustaría admitir siquiera.

Entre tantos hoax, clickbait y demases, hemos abierto una nueva puerta para ser dirigidos como masa. Eso sí: sin voz propia, y cacareando las consignas que mejor calaron en nosotros.

Por otro lado, también tiene su vertiente positiva.

¿Por qué un blog autogestionado en vez de otras plataformas?

Porque puedes ver opiniones muy diversas y polarizadas en cada uno de los distintos soportes, pero no deja de apreciarse la mentalidad de grupo en todos ellos.

Siempre hay una tendencia o una dirección en la que todo converge.

Al fin y al cabo, en estas plataformas hay una serie de «normas de participación y convivencia» a las que debes de amoldarte. Por lo general y no puedes ofrecer tu opinión pura y sin cortar, ni compartir según qué tipo de contenidos sin temor a amonestaciones o a la expulsión directa.

Sin embargo, en tu propio blog no hay mas censura que la que tú te impones.

Un factor muy importante, dado que permite simpatizar contigo y comprenderte mejor.

Con los blogs se alcanza una cierta neutralidad en la red, ya que permiten darle cabida a todas las posturas y todos los tipos de contenidos.

Y por eso fue muy criticado y hasta rechazado por los blogueros de antaño que se nos quiera imponer una netiqueta o un código de conducta.

Para algunos, no hay distinciones entre eso y la represión o la censura. Para otros, la libertad de expresión no es excusa para decir lo que quieras sin consecuencias por ello.

Como verás, los términos medios son innumerables… Y el debate, casi interminable.

Así pues, cambiamos de tercio.

Ya he resuelto un problema, una necesidad o una situación para mí mismo. ¿Será posible que haya otros que quieran mi ayuda para lograrlo?

Más o menos esta fue la pregunta inicial para la gran mayoría de nosotros.

De hecho, fue la mía cuando rompí del todo con las pajas mentales de la industria de la seducción para hombres y me negué a seguir debatiendo sobre consejos tóxicos.

Eso sí, también te seré muy sincero en esto. A pesar de haberme hecho esa pregunta; no creo que el blog sea el mejor medio para dar respuesta a según qué problemas o necesidades.

Hay ciertas cosas que precisan de un contacto más humano y menos en diferido. Seguro que me captas.

¿Y qué tenías tú para ofrecer ya en 2004, Sergio?

El problema que resolví fue que no me creía y cuestionaba todas las cosas que me llegaban sobre el tema; en vez de agarrarme a ellas como si fuesen la última brizna de hierba que me sostiene antes de caer al abismo.

Es decir: tenía (y tengo) la capacidad de mantener la claridad frente a su propaganda.

Una curiosa ventaja que me permitió ayudar en su día a cientos de hombres que se veían afectados por creerse demasiado los alardes de autobombo y las masturbaciones mentales que leían en foros, blogs y libros de dicha temática.

¿Pero de verdad había gente que quería conocer tu opinión, seguir tus publicaciones o pedirte consejo hace 14 años, cuando tú tenías apenas 12?

De hecho, sí.

Como mencionaba unos párrafos antes, el foco de interés de un bloguero de antaño estaba puesto en conectar con los demás. Por otro lado, para mí siempre ha sido sencillo cautivar y llamar la atención a base de conversar; así que esta opción me venía como anillo al dedo.

Empecé dando consejos a gente joven en foros que nada tenían que ver con el tema.

Como es obvio, acabé llegando a foros especializados poco después y conectando con gente más diversa en términos de edad, cultura, preferencias personales y estilos de vida.

¿Por qué querían escucharte, en tu opinión?

Si te metes en un blog o una plataforma especializada en algo y te paras a observar; no te costará nada detectar el modo en que quieren conducirte hacia un curso de acción y hacia una lectura concreta de la realidad.

No es muy distinto de observar la tendencia ideológica de un diario de noticias, por cierto.

A pesar de mi edad, tenía una ventaja estratégica: tengo un ritmo propio.

Resumiendo mucho: no me podían afectar apelando a mi ego, mis carencias o mi dolor; ni tampoco a mi identidad como hombre.

Ya. Y… A ver, aclárame esto: ¿para qué querría nadie hacerte dudar de ti mismo, Sergio?

Pues para venderme técnicas, métodos o sistemas “100% efectivos y probados para conquistar a cualquier mujer que desees”.

No me lo creía entonces viniendo de estos “seductores irresistibles”, y no me lo creo tampoco ahora por parte de quienes quieren venderme sus “vías infalibles para lograr el éxito”.

Ni aunque sean expertos en crear una visión revolucionaria.

Pero entonces, ¿por qué tanto bombo con el tema del blog?

Precisamente porque es la promesa encarnada de la nueva vida revolucionaria.

De entre todas las cosas que se pueden hacer para atraer a una comunidad; crear un blog es la más sencilla en términos de eficiencia logística y curva de aprendizaje del uso.

Aparte, igual que sucede con el alcohol y las drogas; un blog es la puerta de entrada hacia otros tipos de soportes para crear y distribuir tus contenidos.

De hecho, es posible que ya hayas visto textos del estilo de «por qué tener un blog es lo mejor que puedes hacer para vivir de tu pasión» y cositas del palo… Y por eso mismo voy a darte una sorpresa.

Puede que ser bloguero simplemente no sea lo tuyo, ¡y que no te sea necesario siquiera!

Me atrevería a decir que un porcentaje bestial de los profesionales que quieren ganarse la vida por internet o en plan nómadas digitales tienden al blog porque se lo están recomendando.

Si no, podrían escoger perfectamente cualquier otro medio como principal escaparate para sus andanzas por el mundo.

De un tiempo a esta parte, están proliferando las personas que basan sus propios negocios digitales en venderte la necesidad de crear un blog y gestionar a través del mismo tu marca personal.

Y anexo a ello, también se nos vende el estilo de vida bloguero. Por supuesto, cada vendedor nos lo plantea con su fórmula particular para «triunfar» por esa vía.

Sin embargo, no todo el mundo tiene algo que contar ni vocación de cuentacuentos…

E incluso los que consideramos tener algo que contar no siempre tenemos ganas de hacerlo. El impulso creativo no se puede forzar a base de hacer callo.

Recuerda que hablamos de diferenciar entre dos tipos de personas que, simplemente; quieren tener un medio de interacción con el mundo; por motivos muy claros para cada cual.

Por eso hay personas que van por la rama de negocios, y se les antoja que un blog es el canal de interacción más interesante.

Bueno, por eso y porque puede ser una solución excelente si te empapas del espíritu bloguero.

Pero, Sergio… ¿Por qué querría nadie complicarse tanto solamente para ganar dinero en Internet?

Porque a los humanos nos pasa mucho eso de culo veo, culo quiero.

Es decir, si muchos se empeñan en mostrar que crear un blog «es lo que funciona» para generar marca personal y buenas conexiones; en consecuencia habrá una estela de gente que les siga el rollo.

Y coreando un dicho que hizo popular en su día Sacha Baron Cohen en su papel de Ali G…

Cuantos más vengan, más vendrán

Ha pasado y seguirá pasando: blogueros, youtubers, nómadas digitales y demás.

El mundo tiende actualmente al tribalismo y a la eliminación de las dificultades logísticas a través de la presencia virtual.

En consecuencia, muchas personas reclamamos el derecho a deslocalizar nuestros medios de producción; ya que solamente necesitamos nuestras mentes y manos, un aparatito y buena conexión a internet.

Sin embargo, no te creas que ser bloguero es la panacea del triunfo virtual

Hay bastantes opciones, y Diana y yo daremos una pincelada bastante grande sobre el tema en los próximos meses.

Te cuento cómo exactamente:

  • Tenemos más de 15 años de experiencia en el mundillo de las comunidades virtuales. Hemos conocido, utilizado y creado foros, blogs y otros tipos de soporte para darles cabida.
  • Nuestros blogs tienen cientos de entradas y todos los meses ganamos dinero con ellos, de varios modos diferentes: posts patrocinados, insertos publicitarios, colaboraciones, afiliaciones, venta de nuestros propios infoproductos y servicios…
  • Así que estamos creando propuestas para nuestra propia Comunidad Fluyendo, para alimentar a la rama Emprende Fluyendo con muchos consejos útiles, rápidos y sencillos de aplicar para monetizar sus comunidades virtuales. Y no sólo eso, ¡también para crear y dinamizar sus comunidades del modo que mejor les represente!

Ahora te toca expresarte a ti

Dime, ¿cuál es tu relación con la industria bloguera?

Si te gusta escribir, ¿has considerado alguna vez abrirte un blog? ¿Lo hiciste público, semiprivado o privado?

¿Eres de usar seudónimos o has ido de cara siempre?

Cuéntame todo esto y mucho más, junto a las impresiones de lo que te acabo de contar.

Como siempre, los comentarios están abiertos para ti siempre que sepas expresarte desde el respeto y las ganas de aportar constructivamente.

Un fuerte abrazo y hasta la próxima entrada.

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12 comentarios

  1. Hola. Pues la verdad es que me he metido en este mundillo hace poco. Y sí que he observado esto que cuentas. Los que más suelen gustarme son los que son auténticos y comparten sus cosas sin pedir nada a cambio. Me molesta bastante estar leyendo algo que me parece interesante y tener que verlo interrumpido porque te quieren vender algo. Algunos casi te obligan a ello. Y sobre todo me molesta en mi profesión, tan depauperada últimamente. Ahí ya me enerva. La mayoría son vendedores de humo. Me quedo con los blogueros a la vieja usanza.

    Contestando a tus preguntas te diré que llevaba tiempo con ganas de expresarme en la red. Empecé con twitter hace unos añitos pero necesitaba algo más. Y un amigo me animó a escribir sobre arquitectura que es lo que más conozco aunque tampoco sea una eminencia en la materia. Me permite mantener el contacto con «nuestras cosas de arquitectos» pero de otra manera. Más lúdica y bonita. Me movió hablar de este tema para darlo a conocer a gente que nada tiene que ver con él. Mi blog es público desde el principio. En blogger. En WordPress tengo unos blogs para probar plantillas y están privados porque no tienen contenidos. Lo digo por si entra la duda de que me estoy tirando el rollo. Mi nombre es auténtico pero la imagen ya me cuesta más colgarla. Puede que algún día.

    Un saludo.

  2. Hola!
    Pues si tienes toda la razón! gracias por tu sinceridad.
    Hay mucha gente que no quiere hablar del tema por muchas razones, interés en la mayoría de los casos. Yo empecé con blogger, mi nombre es autentico y cuando lo hice fue porque quería compartir mi contenido y mostrar al mundo mis experiencias, mis viajes o mi estilo de vida (soy vegetariana) .. con forme pasó el tiempo es verdad que hubieron muchas marcas que me escribieron y querían promocionarse.
    Yo me quedo con los bloggeros de antaño, también me dicen blogger pero no me molesta puesto que es mi pasión muy aparte de mi carrera.
    Me gusta mucho la manera en la que te expresas .
    Gros bisous

  3. Hola la verdad es que llevo tres años en el mundo del blogueo y tengo que decir que cada vez que entro en un blog me fijo en cada una de las cosas que nos explicas y siempre me he preguntado como se llega a pasar de ser una bloguera de cero a una bloguera que marca tendencias con cientos o miles en tal caso de seguidores, tu post esta muy bien y aunque lo mío es un hobi nunca esta de mas la información aunque sigo pensando que me gustan más lo que son cercanos y ves un trabajo detrás que no aquellos que se ve claramente que hay un trabajo claramente mecánico

  4. Conocí los blogs cuando apenas salido bloguer y tengo que reconocer que no le di la importancia que se le dio después. De echo después de acabar un curso de creación de paginas web por aquellas épocas pensé: Y esto para que me vale ahora… De echo no lo volvía tocar hasta 10 años después.
    Entonces tener un blog era para contar tu vida, hoy en día el que abre un blog lo hace pensando que se va a hacer de oro.. ja ja

  5. Hola!! la verdad que si me encanto tu publicación, porque hace 2 años quería empezar este mundo porque siento que me expreso mejor escribiendo que hablando :/, pero la verdad tenía un poco de miedo como todos al principio, por eso tuve varios blog gratis ya que no me decía de que hablar, hasta que encontré mi nicho que es el diseño de interior y la decoración, ya que soy Arquitecta, y desde que entre pucha estoy enamoradisima me gusta escribir, aunque me falta un poco conectarme con la gente, pero ahí voy ya tengo 7 meses con mi blog y de a pocos voy aprendiendo, lo que sí he visto que muchas «blogs» son llamadas así por colocar en instagram blog personal y no cuentan con una pagina donde escriben y hablan de un tema en particular, sino solo por publicaciones en sus redes sociales y pienso que no deberían de tener ese nombre, porque la gente se confunde o tu que piensas?,

    1. Tener miedo es una buena señal. Significa que te enfrentas a esto con respeto y también con ilusión. Que tienes un interés genuino.

      Pensar en esos temas de los que quieres hablar es bastante sencillo: o bien hablas de ti, que de eso no te vas a cansar nunca; o te encuentras un tema que sepas que no vas a aborrecer y abandonar dentro de un año.

      Por otra parte, lo que me señalas sobre la confusión con la etiqueta de «blog personal» en Instagram, es un matiz curioso. Están utilizando las cuentas de empresa para acceder a métricas, estadísticas y otras opciones exclusivas, y el «negocio» al que dicen representar es justo eso, un blog personal.

      Yo diría que genera ruido, más que confusión. En cuanto te preguntan quién pone el filtro a lo que publicas, ya sabes dónde está la distinción.

      Un abrazo y bienvenida siempre que gustes. 🙂

  6. En estos 8 años que llevo con mi blog he vivido todo tipo de experiencias buenas y malas, por lo que estoy 100% de acuerdo contigo, son varios años de vivencias y aprendizajes! lo comparto en mis redes para que lo lean y compartan mis amigas blogueras! se que les interesará leer y debatir al respeto, muchas gracias por compartir tus experiencias ayudan mucho a los que apenas comienzan!

    1. Ocho años dan para mucho… Hasta para hacer callo, como aquel que dice. 🙂

      Me alegra que tengas amistades blogueras, Andrea. Y gracias por compartir.

  7. Por mi propia experiencia te diré que creo que el término bloguero ha perdido muy mucho su esencia con la llegada de las rrss, los algoritmos y, ¿por qué no? Las ganancias económicas. Ahora mismo hay mucha gente que teme mojarse en muchos temas, que habla de todo sin saber de nada y que presupone cosas que no son o acusan a otros blogueros de ser deshonestos mientras tapan su propia mierda. La verdad es que este es un tema controvertido que daría para mucho pero sí, de 2010 a esta parte el tema blogs ha caído en picado.. muaksss

    1. Ahora hay quienes se consideran influenciadores y líderes de opinión, Vanesa, y con eso te digo todo.

      Si tienes ganas de echar unos parrafitos, bienvenida siempre que gustes. 🙂

  8. Yo personalmente a pesar de tener un blog ya varios años me sigo presentando como diseñadora no como bloguera, porque siempre he tenido el blog como algo paralelo a mi trabajo como diseñadora, esto de los blogs se está tomando cada vez mas en serie tanto es así que hace unos días vi un libro que recomendaba que sin importar la profesión que tengas pues era necesario tener un blog para convertirte en un influencer en tu rubro ya sea que fueses abogado, economista, odontologo, etc, etc. Te imaginas? La blogosfera superpoblada jajajaja espero que no se lo tomen al pie de la letra lo que sugiere el libro, yo extraño los viejos tiempos en que se escribía por compartir o porque te apasionaban ciertos temas, con todos eso vídeos en youtube mostrando de lo que es capaz la gente con tal de convertirse en influencer y recibir regalos e invitaciones, compran seguidores y encima tienen el cinismo de acusarse entre ellos, barro con ventilador, en fin así son las cosas en la actualidad.

    1. No no, si la blogosfera ya está superpoblada sin necesidad de que entre todo quisque aquí jajajaja

      Lo interesante es que ese libro parece recomendar la tendencia del 2.0 de tener presencia digital para darse a conocer. Y claro, como un blog es lo más asequible y aséptico que puedes montar… Aunque, como bien dices, incluso con algo tan sencillo se las apañan para embarrar a otros y embarrarse. xD

      Y sí, yo también conozco mi buen número de personas que quiere hacerse «influencer» por las cucadas de los regalitos, las invitaciones y las ventajitas. E incluso algún que otro famosete de esos que gozaron de cinco minutos en la tele que quiso extender y perpetuar su fama efímera gracias a internet y ha acabado saliendo escaldado… Je.

      Un abrazo y bienvenida siempre que gustes.

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