Abrázate al rechazo. ¿Quién dijo miedo?
Nuestro compañero Luigi nos manda (aunque sea desde su retiro), un escrito proveniente del sitio web Daygame. Todos sabéis que prefiero evitar las historias de la industria de la seducción, pero cuando dicen cosas que no son chorradas ni paranoias cometarros, compartirlas puede servir de ayuda. Así que, compartiremos esta.
El turno le toca al hecho de aprender sobre el rechazo. ¿Qué sabes tú sobre ello? ¿Cuántos rechazos has vivido? ¿Has sabido aprender de ellos? ¿Qué te hicieron cambiar, conocer o contemplar? ¿Has divagado inventando motivos y justificaciones?
Después de toda esa serie de preguntas cabe mencionar que la mayor parte de las historias en la mentada industria, se ocupan muy bien de justificar lo mejor posible cualquier rechazo. Todos tienen su razón, bien sea exceso de algo o carencia de otro algo… Uno solo, varios o muchos. También, errores de aplicación, no haber interiorizado algo, abusar de «enlatados», o bien de las teorías… Tanto da, tendrán las espaldas «cubiertas».
Nadie acepta el rechazo. Nadie lo abraza. Nadie se lanza a ello. Ninguno, para mantener su ego, su hombría y el estátus admitiría que ha sido rechazado, como no sea en una especie de alarde de (falsa) modestia. Os dejo con el artículo:
¿Quién dijo miedo al rechazo? Por Andy Yosha
Voy a decir algo que nadie jamás ha dicho: ¡el rechazo es genial!
Hay algo equivocado en todos los hombres que, ahí fuera, dan consejos sobre cómo conseguir citas con mujeres, y es que ellos han intentado ser demasiado intuitivos a la hora de superar el miedo al rechazo. Haciendo esto, han convertido el rechazo en un enorme problema, lo cual le da a los chicos licencia para hacerlo una excusa y no acercarse. Los hombres que sobrecomplican la cuestión del rechazo están, incluso, buscando formas para evitarlo enteramente (¡lo cual es imposible!) o lo hacen así porque creen que necesitan algo más antes de que esto realmente les afecte. Esto es muy común cuando estás empezando, y es simplemente el resultado de asumir una perspectiva negativa de lo que es el rechazo realmente.
Siento la necesidad de repetirte esto: ¡el rechazo es genial!
Hubo un tiempo, hace un año y medio, en el que salíamos con el propósito de ser rechazados.
¿Por qué nos hacíamos esto? Podrías preguntarte.
El rechazo es emocionante, porque es la única manera de mejorar tu juego de día. Puedes pasar años estudiando todos los tipos de trucos para conseguir citas, puedes leer todos nuestros artículos, escuchar todos los podcasts y embobarte con nuestros comics, pero a menos que realmente apliques lo que enseñamos, nunca superarás realmente el miedo al rechazo y obtener resultados.
Voy a ser honesto contigo: el rechazo duele. Pero la única manera que tienes para mejorar tu juego de día es experimentando el duro golpe de la negativa, para que así aprendas el método que funcione para ti.
¡La única forma que me ha permitido superar el miedo al rechazo ha sido a través de la cantidad de veces que he sido rechazado en el pasado!
No creo que la manera más efectiva de cambiar tu mente para que quieras entrar en acción sea coaccionándola a la sumisión con el grito de guerra: “sé un hombre y sigue adelante a pesar de las dificultades”. En lugar de eso, necesitas revisar exactamente lo que es el rechazo, porque si eso te frena a la hora de entrar en acción, entonces estás pensando de modo erróneo.
Para superar el miedo al rechazo, es importante tener una perspectiva positiva de lo que es el rechazo en realidad. Algunas personas pueden ver el rechazo como “fracaso predestinado”, cuando en realidad es el auténtico pilar para mejorar. Cada acercamiento potencial que enfrentamos nos brinda la oportunidad de crecer como hombres, y dar un paso hacia delante. Nosotros no aprendemos, no nos desarrollamos o crecemos desde el éxito, simplemente nos deleita el proceso. ¡Acercarse es realmente ganar – ganar!
De alguna forma, ¿no te alegra que el rechazo duela tanto?
Muchas cabezas están ahora agitándose de un lado a otro en disconformidad al leer esto, pero realmente párate y piensa sobre esto por un momento: si nunca tuviéramos miedo a acercarnos, nunca tendríamos la oportunidad de ser valientes, o ganar la realización que trae consigo el coraje y el crecimiento. Todo el mundo sería capaz de acercarse a cualquiera, y, debido a esto, no sería excitante o emocionante hacerlo.
Cuando empiezas el juego de día, la auténtica realización no procede del éxito que tengas con las mujeres; viene de la entrada en acción y la conquista de tus miedos.
El rechazo nos permite crecer, hasta el punto que podamos ser lo suficientemente fuertes como para tomarnos la cuestión a risa. Esto nos dará la libertad para hacer algo sin miedo al resultado. Tu yo interior es como un músculo, y cada vez que eres rechazado, se te da la oportunidad de vigorizarlo.
Otra razón por la que el rechazo es tan útil es porque nos permite localizar lo que necesitamos seguir trabajando. Cuando la mayoría de los chicos aprenden a ligar, leen todos los trucos para tener citas, lo cual cubre todo, desde el acercamiento hasta la manera de comportarse en la cama. Haciendo esto, los hombres que tienen un problema específico nunca serán capaces de resolverlo, pues irán de vuelta a empezar de nuevo, en un intento de cambiar todo lo que están haciendo. La única manera de localizar aquello en lo que estás fallando es siendo rechazado suficientes veces como para que te des cuenta. Conocer tus puntos de fricción te permitirá enfocar específicamente un asunto determinado, mientras todo parece empezar a encajar.
Empieza a ver tus interacciones como si fueran juegos de ordenador. Si entras en el primer nivel, pronto caerás; la próxima vez serás capaz de anticipar lo que va a suceder, de esta forma tienes una mejor oportunidad para enfrentar la partida. Una vez progresas, inmediatamente caerás ya en el nivel dos, encontrando otra manera que te resulte más eficaz. Si puedes hacer esto por cada punto de fricción que encuentras, al final adquirirás la habilidad de superarlo todo.
El beneficio final del rechazo es que hace más dulce el sabor del éxito. El fracaso y el rechazo nos proporcionan un incentivo adicionado para destacar en algo, para que vayamos a través de la mediocridad hasta el reino del éxito. Deberías estar agradecido por haberla cagado alguna vez con las mujeres, porque ahora tienes la oportunidad, los recursos, y, lo más importante, la motivación para mejorar, mientras la mayoría de los chicos viven inconscientes de las potenciales posibilidades, y permanecen mediocres.
Tus deberes para esta semana consisten en dejar de considerar el juego de día como un examen. Ya te has cansado de todos los libros de seducción, así que ahora es el momento de salir fuera, acercarte y ser rechazado.
¡Hazlo, cagado de miedo, con una sonrisa en tu cara!
Una manera genial para hacer esto es con un amigo; intercambia el peor abridor posible que puedas imaginar, y sal una noche con el objetivo de ser rechazado. Apuntando al rechazo, no hay presión sobre el resultado.
Una vez que hayas conseguido algunos rechazos, dejarás de preocuparte sobre ellos. Entonces tendrás la libertad de hacer cualquier cosa que quieras, para ser tú mismo, para que puedas descubrir lo que estás haciendo mal en este terreno, y así poder mejorar en él.
El rechazo es algo natural. Todos hemos rechazado a alguien alguna vez, y no sólo me refiero al tema ligues.
Sinceramente, huyo de los »trucos» para seducir. Si bien es cierto, se pueden utilizar ciertas técnicas que pueden servir de apoyo en un momento dado de la »relación» o incluso, al conocer a alguien por primera vez, pero afirmo que no hay nada mejor que la naturalidad de uno. A parte, cuando se aplican trucos, suele notarse a leguas.
Cuando digo naturalidad, me refiero al estado de bienestar, seguridad y empatía que se tienen cuando se está de buen humor y bien con uno mismo. Por supuesto que hay naturalidades y naturalidades… Yo creo que con este estado y algún aliciente añadido, no hacen falta muchos más trucos. Vamos, que es mejor salir a ligar cuando te sientes bien contigo mismo que sintiéndote inseguro porque no sabes si tus trucos van a funcionar…
Lo que importa es irradiar seguridad y simpatía, en el caso de los hombres el misterio juega un papel importantísimo también, por el simple hecho que las mujeres estamos ya muy acostumbradas a ver hombres actuando impulsivamente. Eso no deja nada a la imaginación y tampoco los hace tan seguros.
En fin, un tema delicado el del rechazo :). Creo, que simplemente con meterse en la cabeza que no podemos gustar a todo el mundo (da igual el motivo) debería ser suficiente para asumirlo e ir a por otras oportunidades que seguro nos sabrán apreciar.
¿Impulsividad? ¿Falta de seguridad? Y si eso es justamente los que TRAES dentro, ¿cómo sabes si eso mismo es lo que te puede dar el éxito? No me des gato por liebre, que dijiste que ser natural es lo ideal. Pues me duele pensar que sin misterio no hay éxtasis; más bien creo que la ausencia de ello es lo que da más adicción.
La razón principal y esencial del por qué escribo aquí es justamente y nada más ni nada menos que eso: el rechazo. No todos somos tan suertudos como para aprender a la primera… Incluso me sorprendo al ver personas que aparentemente no se conocen a sí mismos, y están tan entrados en sus pieles que ni quien lo saque de ahí. Y cuando me hago esa reflexión, a pesar de lo que piense, tal vez ni siquiera conozco algo de mi. ¿Quién se conoce a la perfección? Eso sí ya es una proeza.
Como dice otro artículo: aceptar es evitar confrontar. Pero tampoco el camino es quedarse en la mediocridad, que por cierto está muy competido el campo. Si amas y no eres amado… Cuento de nunca acabar.
Ni modo (?), esto les toca a los que aprenden sino es que con golpes duros y secos, al menos así me pasa.